El filósofo del metro dice:
Si se apaga la luz
muere la vida
La ofensiva contra el SME
Roberto Fuentes Vivar*
Lo sucedido en días recientes con relación al conflicto entre el Sindicato Mexicano de Electricistas y el Gobierno Federal tiene muchos puntos que requieren de análisis, con miras a lo que puede suceder en el futuro.
En primer lugar, desde antes de que se negara la toma de nota por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la mayor parte de los medios de comunicación y decenas de formadores de opinión pública, ya sabían lo que iba a pasar o alentaron al gobierno federal a que negara la toma de toma, pues ya habían emitido un juicio sumario. Esto demuestra, una vez más que la agenda del país está en manos de poderes fácticos como el mediático.
Dos.- Al negar la toma de nota, el gobierno federal actúo de manera fáctica y anticonstitucional al convertirse en juez y usurpar la toma de decisiones que corresponden a otras instancias como la junta de conciliación y arbitraje. En este sentido hay que insistir en que el papel de la secretaría del trabajo es de mediar en los conflictos laborales, mientras que en este caso no sólo ha sido juez sino que se ha convertido en una de las partes y utiliza todo su poder para acabar con la otra.
Tres.- La campaña mediática emprendida desde hace varias semanas tiende a satanizar a los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas, por el simple hecho de ganar un salario más justo que otros empleados públicos o privados. En síntesis, el mensaje es que los malos sindicatos son los que velan porque sus trabajadores reciban sueldos decorosos. Por ello, la eliminación de este sindicato va mucho más allá de un simple conflicto obrero-patronal y se inscribe en una política avalada por el gobierno y la iniciativa privada, para eliminar los derechos de los trabajadores a una vida digna.
Cuatro.-En materia política, el sindicato Mexicano de Electricistas se ha opuesto a muchas de las decisiones de los gobiernos neoliberales como las privatizaciones, por lo que se ha convertido en una voz opositora, con una fuerte capacidad de movilización, como lo demostró la marcha de ayer y el apoyo que obtuvo ayer mismo entre legisladores, que emitieron un punto de acuerdo para que la secretaría del trabajo saque las manos de la vida sindical interna. Por ello, los organismos del sector privado y el gobierno panista tratan de eliminarlo de la vida política nacional. Lo grave es que posible eliminación de este sindicato deja sin capacidad de intermediación a una buena parte de la sociedad mexicana.
Quinto.- Parte de la campaña mediática está encaminada a denunciar las pérdidas de Luz y Fuerza del Centro que, como empresa paraestatal, las pagamos todos los mexicanos. Lamentablemente, desde que en 1989 se encuentra en proceso de disolución, la empresa ha recibido nulo apoyo del gobierno y sus directores han sido una especie de gerentes que se dedican a administrar sólo la operación y a abonar el terreno para su quiebra definitiva. Un ejemplo es que el actual director, Jorge Gutiérrez Vera, ni siquiera ha aparecido en escena en días recientes lo que demuestra claramente que el conflicto actual no es de su competencia, sino que está orquestado desde más arriba.
En este sentido, lo que ocurra en Luz y Fuerza del Centro en los próximos días, podría ser el preámbulo de lo que podría suceder en otras empresas paraestatales como Petróleos Mexicanos, en un futuro no muy lejano.
Como diría el filósofo del metro recordando a Mercedes Sosa y a Horacio Guarani: si se apaga la luz, calla la vida.
*Comentario para Radio Educación/9 de octubre de 2009
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