Un sitio independiente y alternativo para el análisis de la realidad.

Friday, November 20, 2009

El filósofo del metro dice:

El lamento es la
expresión futura de
la corrupción presente


Urge sacar gaseras de Sanjuanico


Roberto Fuentes vivar*

Ayer se cumplieron 25 años de la tragedia de San Juan Ixhuatepec que dejó un saldo de más de 500 muertos y siete mil personas lesionadas, muchas de las cuales siguen viviendo día a día las repercusiones de ese estallido al haber sufrido la amputación de sus miembros, ceguera, deformaciones y trastornos sicológicos.
El problema es que a un cuarto de siglo, las gaseras instaladas dentro del llamado Polígono de Seguridad, se niegan a reubicarse y no sólo eso sino que presionan a las autoridades para reabrir el gasoducto y hasta han hecho solicitudes para que oficialmente el gasoducto les sea vendido.
Debajo de los ductos de gas se han instalado escuelas, unidades habitaciones, tiendas, mercados, tianguis y se siguen construyendo en lugares cercanos más multifamiliares y edificios, a pesar del alto riesgo que implica para la población.
Vayamos por partes, el 19 de noviembre de 1984, se registraron varias explosiones, ocurridas por una falla en los sistemas de seguridad en las instalaciones de Petróleos Mexicanos, en San Juan Ixhuatepec, en los municipios de Tlalnepantla y Ecatepec.
Después de la tragedia, mediante el decreto presidencial del 21 de noviembre de 1986, se ordenó la salida de las gaseras de la zona. Posteriormente por falta de manenimiento u obsolescencia fue cerrado el gasoducto de Venta de Carpio a San Juanico.
Sin embargo, Gasomático, Unigas, Vela Gas, Bello Gas, Gas Metropolitano y Gas y Servicios de México, siguen instaladas en la zona y desde ahí distribuyen el gas que surte a la zona metropolitana con más de 500 pipas diarias que circulan por calles y avenidas densamente pobladas.
No sólo eso, sino que estas mismas emrpesas, lideradas por Grupo Tomza de Tomás y Enrique Zaragoza, solicitaron formalmente a Petróleos Mexicanos que les venda el gasoducto para reabrirlo y seguir operando desde ahí.
El riesgo de un nuevo estallido sigue latente y se ha aumentado, pues en días recientes circulan por los alrededores vehículos pesados del ejército, ya que el alcalde de Ecatepec solicitró vigilancia militar en el municipio.
El peligro existe y más de 600 mil familias están en zona de alto riesgo y otras dos millones podrían resultar afectadas en caso de un accidente como el que sucedió hace 25 años. Además de que por su cercanía con el Distrito Federal, una explosión podría tener consecuencias catastróficas.
Lamentablemente, por corrupción, las autoridades de la Secretaría de Energía y de Petróleos Mexicanos han hecho caso omiso de los llamados de la población de la zona que exige el cierre definitivo del gasoducto y la reubicación de las gaseras.
El papel de las gaseras como Tomza, Gas Metropolitano o Bello Gas ha sido de franca burla a la sociedad, pues no solo se niegan a retirarse sino que incluso sobreccrgan más sus centros de distribución de San Juanico. Un caso muy concreto es precisamente el del empresario Tomás Zaragoza, que de Tuxpan, Veracruz envía el gas a SanJuanico a pesar de tener otro centro distribuidor en San Juan del Río Querétaro y que podría ayudar a despersurizar el peligro.
El poder económico de estas emrpesas gaseras no solo sigue poniendo en riego miles de vidas en la zona de SanJuanico, sino que además impiden que se desarrolle una distribuciónd de gas LP acorde al siglo XXI, pues siguen operando con vehículos obsoletos y en condiciones de retraso tecnologico.
Desgraciadamente para las autoridades parece existir solo el interés económico en vez del interés social de millones de personas. Como dice el filósofo del metro: Un lamento es una estupidez conjugada en tiempo futuro.
*Comentario de RadioEducación/20 de noviembre de 2009

0 Comments:

Post a Comment

<< Home

 
EL SENDERO DEL PEJE senderodelpeje.comNoticias sobre Andrés Manuel López Obrador y la política mexicana hacia el 2006