El filósofo del metro dice:

Todos ponen
pocos ganan

Más turbulencias y en
México más de lo mismo

Roberto Fuentes Vivar*

Toda esta semana ha sido de lo que los economistas llaman turbulencias financieras. Hoy nuevamente bajaron las bolsas de valores y nuevamente salen a relucir muchas de las asignaturas pendientes a nivel mundial, principalmente la necesidad de una reestructuración del sistema financiero mundial.
Sin embargo, hay varios puntos que vale la pena señalar y analizar de lo que sucedió esta semana.
Por una parte, es interesante que por primera vez en la historia vemos diferencias radicales entre el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Christine Lagarde, la nueva directora gerente del Fondo, dijo el fin de semana pasado que definitivamente sí iba a presentarse una recesión, lo que animó, en mucho el sentido especulativo de las bolsas del lunes y martes.
A los dos días, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, decía todo lo contrario y nuevamente las bolsas operaron al alza. Estas contradicciones entre los dos principales brazos del sistema financiero internacional, son un síntoma de que sus esquemas están agotados y que no se ponen de acuerdo para crear un nuevo modelo, a pesar de que todas las señales hablan de la urgencia de un cambio.
También aquí en México se presentaron esas contradicciones y el Banco de México y la secretaría, como si fueran réplicas del Fondo Monetario y el Banco Mundial, cayeron declaraciones confusas, contradictorias y poco creíbles sobre el futuro de la economía mundial.
Otro de los elementos que hicieron su aparición en esta nueva fase de la crisis financiera, es la importancia de los poderes judiciales. Concretamente, las bolsas respondieron positivamente cuando el poder judicial alemán, autorizó al gobierno de ese país a participar en los salvamentos financieros de las economías europeas.
Hay otro dos elementos que subyacen dentro de la incertidumbre financiero. Uno es la demanda que puso el gobierno de Barak Obama hace una semana contra 17 bancos entre ellos los principales de Estados Unidos, Francia, Alemania, Suiza, Inglaterra, por su participación en las operaciones de papeles inmobiliarios sin valor. Es decir que sentó a los bancos en el banquillo de los acusados, ante jueces locales y federales, agencias gubernamentales y tribunales federales, en una demanda por 197 mil millones de dólares.
Paralelamente, el día de hoy estamos viendo como las bolsas de valores le dan la espalda a Barak Obama y reaccionan negativamente a su plan de 447 mil millones de dólares para crear empleo y evitar la recesión.
Este plan que busca fortalecer el mercado interno seguramente tendrá modificaciones por parte de los Republicanos en Estados Unidos y se pondrán nuevos parches al sistema financiero internacional para evitar que se derrumbe.
Dentro de toso este esquema internacional, la secretaría de Hacienda presentó su paquete económico para 2012, con un presupuesto de egresos de 3.7 billones de pesos, un crecimiento del Producto Interno Bruto de 3.5 por ciento un promedio de precio del petróleo de 84.9 dólares por barril y un déficit fiscal menor a un punto porcentual. Es decir un programa de ajuste de cinturón y de escaso crecimiento. Más de lo mismo.
En síntesis, el sistema financiero internacional se está cayendo a pedacitos y México trata de juntar esos pedacitos para detenerse con alfileres a un mundo que ya no aguanta más y cuyas crisis son cada vez más recurrentes, pero claro, en ellas siempre hay quien gana: los especuladores. Como dice el filósofo del metro: La nueva moneda tiene dos caras: todo ponen, pocos ganan
*Comentario para Radio Educación/9 de septiembre de 2011