El filósofo del metri dice:

Con Wall Mart el
panismo confundió
su misión con sumisón

Apoyo a la transnacional,
con o sin sobornos

Roberto Fuentes Vivar*

El caso de WalMart ha sido uno de los más escandalosos no sólo de la semana, sino de muchos años y en términos generales ha venido a demostrar algo que aquí hemos denunciado desde hace tiempo, la corrupción empresarial que es un cáncer social y económico mucho más arraigado de lo que se piensa.


Concretamente, al destaparse la cloaca de Wal Mart, han salido a la luz pública muchas cuestiones que deben investigarse, al margen de las indagatorias del soborno. Por una parte, como ya se ha demostrado, esta empresa estadounidense ha tenido un comportamiento poco ético en nuestro país.

Sin embargo, las autoridades han demostrado su sumisión a los interesas de esta empresa transnacional. No sólo actuaron con lentitud ante el escándalo, sino que en un principio la secretaría de Hacienda, la Secretaría de Economía, la Bolsa Mexicana de Valores y hasta el propio Felipe Calderón parecían ser los publirrelacionistas de Wal Mart, al tratar de defenderla a costo de todo, aún del malestar social causado por el comportamiento de este consorcio, considerado la mayor empresa extranjera que cotiza en la bolsa mexicana de Valores.

No es para menos pues existen indicios muy claros de confabulación gubernamental para beneficiar a esta empresa. Concretamente, por ejemplo, la Auditoría Superior de la Federación ha denunciado año con año, las millonarias devoluciones de impuestos que se hacen al consorcio estadounidense, además de ser una de las empresas que menos pagan impuestos.

La Secretaría de Economía, por su parte, tiene a Wal Mart como la única empresa a la que paga por capacitar a pequeños y medianos negocios. Este año le entregará la suma de 5 millones 500 mil pesos, lo que no hace con ninguna empresa mexicana.

Gracias al escándalo del posible soborno de WalMart al gobierno mexicano para controlar el mercado, han renacido otros asuntos de esta tienda, como la instalación de un establecimiento en Teotihuacan, del cual Enrique Peña Nieto fue acérrimo defensor.

Si todas estas prebendas obtenidas por WalMart del gobierno mexicano fueron por sobornos habría que investigarse más a fondo y con una actuación más severa que la maifestada por las autoridades esta semana que decidieron actuar sólo después de que en Estados Unidos se inició una investigación al respecto.

Lo que sí es un hecho es que WalMart se adueño del mercado a costa del cierre de miles de pequeños establecimientos. Recuerdo, por ejemplo, como desde hace años en los mercados públicos se exponían letreros con una larga serie de razones para no comprar en Wal Mart.

El caso es que las autoridades sí están coluditas con Wal Mart ya sea por sobornos o porque esta empresa se convirtió en la más emblemática del panismo, al ser precisamente en los primeros años de Vicente Fox cuando cambió de nombre de Aurrerá a WalMart.

Además de todo el entreguismo mostrado por las autoridades hacia WalMart en este sexenio y más recientemente en esta semana, hay un asunto que vale la pena retomar. Esta empresa extranjera actuó con dolo y utilizó millonarios recursos para intentar la quiebra, en 2008, de su competidora Comercial Mexicana. Me consta.

En fin, el caso de WalMart es el más emblemático de la corrupción empresarial y también el más emblemático de cómo una trasnacional cierra fuentes de empleo de millones de mexicanos. Por eso, la investigación no debe quedar sólo en el caso de soborno denunciado en Estados Unidos, sino que debe ir más allá. Como dice el filósofo del metro: Con Wal Mart el panismo confundió su misión con sumisión.

*Comentario para Radio Educación/ 27 de abril de 2012