El filósofo del metro dice:
Préstenme una tarjeta
de crédito para
cortarme las venas
La economía sigue mal y de malas
Roberto Fuentes Vivar*
La economía mexicana está mal y de malas. Durante las dos últimas semanas los mexicanos hemos recibido, una tras otra, noticias que dan cuenta de la gravedad de la situación que vive nuestro país. Hace una semana fue precisamente el dato del nulo crecimiento del PIB en el primer trimestre.
Esta semana los datos oficiales confirmaron esta debilidad: la inflación de la primera quincena de mayo fue la más alta de los más recientes cuatro años. Las ventas cayeron 2.4 por ciento en marzo, luego de que el mes anterior habían tenido un retroceso de 2.6 por ciento. Hasta la Bolsa Mexicana de valores una caída fuerte en días recientes.
A todo esto se suman los datos que se dieron a conocer hoy: el desempleo subió en abril a 5.04 por ciento de la población económicamente activa. Es decir que dos millones 532 mil mexicanos prácticamente están en la inopia porque no encuentran un empleo para llevar dinero a su casa.
Un dato que me llamó la atención es que además de la caída de ventas en WalMart, la principal tienda de autoservicios en México, Oxxo, la tienda de conveniencia más importante del país redujo en 1 por ciento el tráfico de clientes. Todo esto da una idea generalizada de que los mexicanos no tenemos dinero para comprar y que el mercado interno está en una de las peores fases de su historia.
Desde luego, que la economía no ha sido pareja. Hay a quienes les va bien, muy bien. Por ejemplo, en el periodo en el que la economía creció menos de uno por ciento, sólo 0.8 por ciento, algunos sectores festejaban yo creo que champaña lo bien que les fue en ese lapso.
Por ejemplo, los bancos en ese periodo, tuvieron un incremento de 85 por ciento en el resultado por intermediación, es decir en lo que ganan por lo que prestan en comparación con el dinero que otorgan a los ahorradores. Por eso, su resultado neto, aumento 35.2 por ciento, lo que significa que el resultado de los bancos fue 30 veces superior al de la economía en su conjunto.
Las casas de bolsa y sus 200 mil inversionistas tampoco se quedaron atrás, pues tuvieron un beneficio en ese periodo 22 por ciento mayor a los resultados del año pasado. Si se hace una comparación, por cada rico de la bolsa al que le fue bien, hubo más de diez desempleados.
Quizá por estos altos beneficios de los bancos y las bolsas es que los ricos de este país sacaron 20 mil millones de dólares en los tres primeros meses de este año, el primer trimestre de gobierno de Enrique Peña Nieto. De estos 20 mil millones 16 mil fueron para engrosar las cuentas bancarias de los mexicanos en el extranjero y cuatro mil millones se utilizaron para adquirir empresas.
Esto significo que salieran cuatro veces más recursos por fuga de capitales que lo que llegó el país por inversión extranjera en el mismo lapso, pues esa cifra fue apenas de menos de cinco mil millones de dólares.
Para colmo, hoy se informó que hasta a los mexicanos en el exterior les va mal, pues las remesas en el primer trimestre cayeron 10 por ciento y sólo llegaron a cuatro mil 84 millones de dólares. Es más si se suman las remesas y la inversión extranjera que llegaron a México suman apenas la mitad de lo que sacaron los mexicanos al extranjeros. Como dice el filósofo del metro: préstenme una tarjeta de crédito para cortarme las venas.
*Comentario para Radio Educación/ 24 de mayo de 2013
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