El filósofo del metro dice:
Mientras más alto volamos
nos duele más lo tupido
Desastre, la primera
semana de este año
Roberto Fuentes Vivar*
La primera semana financiera del año fue
definitivamente desastrosa. A pesar de que hoy los mercados bursátiles asiáticos
y europeos comenzaron a recuperarse, las pérdidas continúan y seguramente la
volatilidad continuará durante la próxima semana.
Los primeros días de 2016 fueron de una especie de
terror en los mercados bursátiles, cambiarios y petroleros. Nada más para
comenzar las jornadas financieras del año, hubo un lunes negro, al que se le
agregó un jueves negro y un viernes de incipiente recuperación.
Para México fue una semana tan oscura que estuvo
marcada por marcas históricas negativas. El peso rebasó la barrera de los 18
pesos por dólar y ni siquiera hoy logró ganar terreno a pesar de que el Banco
de México inyecto 400 millones de dólares para tratar de detener su caída.
La mezcla mexicana también tuvo una de sus peores
semanas, pues se cotizó incluso por debajo de los 25 dólares por barril. Es
decir que cada litro de petróleo crudo se vendió a menos de tres pesos, lo que
está poniendo en jaque a las finanzas públicas.
¿Por qué están cotizándose a la baja todos los
mercados? La respuesta es muy sencilla, la economía de China sólo crecerá seis
por ciento en este año, cifra inferior al 9 o 10 por ciento en que logró
avanzar de manera sostenida durante muchos años.
Desde luego, que existe una especie de juego de
vencidas entre los alrededor de dos mil especuladores internacionales que
manejan algo así como un billón de dólares de capitales golondrinos y el
gobierno central chino.
De hecho el freno a la caída de la bolsa china que
arrastró durante la semana a todos los mercados a la baja, detuvo su picada,
porque el gobierno decidió dar marcha atrás a los mecanismos mediante los
cuales se frenó la venta de acciones. Una cosa interesante es que a partir de
mañana 9 de enero, el gobierno chino decretó que los grandes accionistas solo
podrán vender un máximo de un 1% de sus títulos en tres meses, entre otras
medidas.
Al problema económico de China se suman, a nivel
mundial, varios otros hechos, como la ruptura de relaciones entre Arabia
Saudita e Irán que afecta directamente al mercado petrolero, como el
enfrentamiento Polonia y posiblemente Hungría en contra de la Unión Europea por
la decisión polaca de regular los medios de comunicación, como la crisis en
Siria y algunos otros factores que están poniendo en jaque al neoliberalismo
mundial y a la globalización.
En México la situación es grave porque en la primera
semana financiera, el peso volvió a devaluarse para llegar a su más bajo nivel
en la historia, la esperanza de que nuestro país podría crecer al ritmo que
preveían las autoridades, de 3.5 por ciento, han comenzado a desvanecerse y la
posibilidad de que la economía de Estados Unidos crezca de tal manera que
aumenten las exportaciones manufactureras está cada vez más lejana.
Lamentablemente la caída de los precios del crudo,
arrastra a buena parte de la economía. En este sentido, el análisis semanal del
Centro de Estudios económicos del sector Privado (el CEESP) prevé que este año el gasto público en
inversión se reduzca 21 por ciento, por lo que habrá caído 30% entre 2015 y
2016. Esta cifra, según el propio organismo de análisis es la más baja desde la
década los 40 del siglo pasado.
Así las cosas, la economía mexicana comenzó el año
convertida en un desastre y al parecer los únicos beneficiarios serán los
grandes capitales que han especulado con el peso y con la bolsa. Como dice el
filósofo del metro: mientras más alto volamos nos duele más lo tupido.
*Comentario para Radio Educación / 8 de enero de 2016
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