El filósofo del metro dice:
No es lo mismo
responsabilidad y civismo
que subsidios y cinismo
IP no aumenta sueldos y
queda con dos de cada
tres pesos de la economía
Roberto Fuentes Vivar*
Esta semana quedó ya definido el
aumento al salario mínimo para el próximo año. Se trata de un incremento de 15 por ciento para que pase de 123.22 a 141.70 pesos diarios. El
incremento fue rechazado por la parte empresarial, pero apoyado por las
representaciones gubernamental y obrera.
Desde luego, como puede
observarse si se analizan varias primeras planas de hoy, el aumento generó otro
alejamiento entre el gobierno y la iniciativa privada, porque los empresarios
aseguran que por el aumento pueden cerrar sus puertas hasta 700 mil empresas,
lo que significaría el total de los 583 mil 541 establecimientos afiliados a algún organismo
empresarial y varios miles más.
Sobre este
aumento se pueden decir muchas cosas, pero vale la pena poner en perspectiva
algunos datos: el salario mínimo en lo que va de este sexenio ha tenido un
avance de 88.36 a 141.70 pesos, lo que significa un aumento de más de 60 por
ciento en tres años, dividido en 16.21 por ciento para 2019, 20 por ciento para
2020 y 15 por ciento para 2021. Se trata desde luego de la mayor alza en los
salarios mínimos desde hace por lo menos 30 años.
Si se
analiza en términos de dólares, en 2021 el salario mínimo tendrá un valor
aproximado de siete dólares diarios, contra 4.3 dólares del último año de
gobierno de Enrique Peña Nieto, 4.6 dólares al cierre de la administración de
Felipe Calderón y 4.1 dólares al término del sexenio de Vicente Fox. Esto
significa que durante los tres anteriores sexenios el salario mínimo en dólares
prácticamente no tuvo aumento alguno.
Lamentablemente,
a pesar del aumento, el salario mínimo mexicano se encuentra muy por debajo del
que se ofrece en países vecinos: en Guatemala representa 12 dólares diarios; en
Belice (aunque es difícil compararlo porque su medición es diferente) es de
aproximadamente 11 dólares y en Estados Unidos es de mínimo ocho dólares por
hora. Esto quiere decir que el salario mínimo diario mexicano es inferior al
que se recibe en una hora en Estados Unidos, aunque la diferencia ya comenzó a
reducirse.
Hay otros elementos que vale la pena
comentar, ayer el INEGI dio a conocer estadísticas según las
cuales, de cada 100 pesos generados en de PIB en el país durante el año pasado,
77 fueron producidos por las personas ocupadas en la economía formal. Es decir
que tres de cada cuatro pesos los generan los empleados formales, los que
recibirán el aumento en el salario mínimo, mientras que solo un peso lo
producen los trabajadores informales.
Es entendible la posición de los empresarios, pues
ahora tendrán que aumentar los salarios en 15 por ciento, en un momento en el
cual, por la pandemia, no les ha ido tan bien y en muchos casos, sobre todo de
micro y pequeñas empresas hasta se encuentran en número rojos.
Pero por otro lado, también el INEGI señala que
desde hace casi dos décadas y hasta antes de que tomara posesión este gobierno,
la masa salarial, las remuneraciones a trabajadores, se ha reducido 3.7 por
ciento como proporción del producto interno bruto (PIB) y solo significa uno de
cada tres pesos de la economía, mientras que el resto, son de pago de capital,
es decir rentas, intereses y rendimientos financieros que representan 67.7 por ciento de la economía
total.
En síntesis
estos datos indican que los empresarios a través del capital se quedan con dos
de tres pesos que se generan en la economía, y los trabajadores con solo uno de
cada tres pesos. Por eso considero injustificadas las protestas de la
iniciativa privada.
Hay algunos
temas más que me gustaría comentar relacionadas con el aumento al salario
mínimo. El primero, que ha quedado totalmente demostrado que el aumento a los
salarios mínimos no es inflacionario, pues este año tendremos una inflación
menor a cuatro por ciento, con un aumento salarial del 20 por ciento; el
segundo que parece consolidarse más la idea de que la presencia durante casi 30
años de Basilio González Núñez al frente la Comisión Nacional de Salarios
Mínimos solo sirvió para contener los sueldos. Y una tercera es que me llamó la
atención es que la representación obrera ante esta comisión, comentó que es la
primera vez desde que nació esta instancia se les hace caso a los obreros y eso
que lo dicen dirigentes centrales priistas.
Pero quizá
uno de los tópicos que más destacan de este episodio anual de los salarios
mínimos es el cinismo de la iniciativa privada de pedir que el gobierno los subsidie
para cumplir con el aumento salarial.
Dice el
filósofo del metro no es lo mismo responsabilidad y civismo que subsidios y
cinismo.
*Comentario para Radio Educación/18 de diciembre de 2020
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