El filósofo del metro dice:
Feliz Nochebuena con
Santa Susana Distancia
El monstruo de Wuhan que
quiso robarse la Navidad
Roberto Fuentes Vivar*
Lo que no lograron durante siglos, personajes como Krampus,
el señor Scrooge o Grinch, este año casi lo logra el monstruo de Wuhan, también
conocido como el Coronavirus, el Covid 19, el coronabicho o simplemente “la
cosa esa” como le llamó un conocido mío que quiso esconder con la frase “la
cosa esa” que había dado positivo a la enfermedad.
Todos estos personajes míticos, de leyenda o
inventados, trataron de acabar con la Navidad, robársela o definitivamente
matar el espíritu navideño y de la nochebuena.
En Londres, donde Charles Dickens situó al avaro
mister Scrooge, quien odiaba la navidad, este año se creó nada menos que una
nueva cepa de este monstruo de Wuhan, a un año de que comenzó a aparecer el
coronabicho allá en lejano oriente chino.
En Alemania, de donde es la leyenda de Krampus, el
hermano de Santa Claus, un malvado ser que por la envidia hace lo imposible por
acabar con la navidad, en 2021, la enfermedad anda matando cristianos a diestra
y siniestra por lo que en los últimos días se han roto récords de muertes
diarias, más que en México, por supuesto,y doña Ángela Merker ha tenido que
endurecer las políticas de confinamiento.
En Estados Unidos, en donde fue inventado el holywoodense
Grinch, un duende que quiere robarse el espíritu de la Navidad, las cosas andan
peor, pues el Covid anda matando a tantos seres humanos que registra el mayor
número de fallecimientos a nivel mundial.
Pues así las cosas, en el mundo, el coronabicho no solo
anda matando cristianos, sino también musulmanes, budistas y hasta ateos que no
creen en ningún Dios, pero sí festejan la navidad, y no solo anda matando
canallas como dice Silvio Rodríguez, sino que con su cañón del futuro anda
matando esperanzas.
Por la llegada del monstruo de Wuhan, este año la
mayor parte de las cartas a Santa Claus y al Niño Dios fueron para que debajo
del árbol apareciera una vacuna contra el Coronavirus y sí en efecto, ya
apareció esta vacuna, pero ¿qué creen? que aún no hay para todos y México sí es
uno de los primeros en donde habrá vacunación masiva, que precisamente comenzó
este 24 de diciembre, quizá para tratar de propinarle un puntapié a quienes
quieren acabar con la navidad.
Por eso muchos de los rezos prenavideños fueron para
San Pfizer, Santa Moderna,Santa Astra Zeneka o San Sptunik, para que con su sabiduría
se apuren a consolidar sus vacunas y puedan ser distribuidas en todo el orbe
para acabar con el coronabicho que quería acabar con la navidad.
Lamentablemente, este año hubo muchos discípulos de
Mister Scrooge que por su avaricia subieron los precios de las medicinas y de
los artículos de primera necesidad. Otros que por su inconsciencia anduvieron
por las calles de Correo Mayor esparciendo el coronabicho para que hubiera más
enfermos que no pudieran disfrutar la noche buena.
Incluso aquí en México hay algunas cepas de Mister
Scrooge que se empeñan todos los días en buscar noticias negativas y hasta
practican la infodemia para con fines no muy claros, lograr sus propósitos políticos.
Creo que por ahí andan muchos de los que ayer firmaron la alianza empresario-partidista
para el año entrante, la cual si bien no mata la Navidad, si mata la ideología
de los partidos firmantes.
Así las cosas, parece ser que a pesar de los
esfuerzos de los modernos Scrooge, Krampus y Grinch, los mexicanos sí
festejaremos la navidad, aunque en muchos casos con la tristeza de la
enfermedad rondando la cena.
Y ¿qué cree usted querido radioescucha? pues nada
menos que este año los pastorcitos que salvan la navidad, no salieron de sus
casas sino que invocaron a Santa Susana Distancia y se quedaron confinados como
la mejor manera de vencer al demonio que, ese sí, andaba rondando por las
calles.
Por eso este año, sí habrá Noche Buena, porque la
salvaron los pastorcitos que se guardaron en sus casas y ahora van a compartir la navidad con sus seres más cercanos, sin
cenas tumultuarias y quizá sin grandes banquetes, aunque sea con un pollo
rostizado y unos romeritos con charales.
Claro que el santo más venerado esta noche y mañana
será San Carlos Slim, porque en el encierro la única forma de comunicarnos con
parientes y amigos será a través de las telecomunicaciones y nadie quiere que
se caigan sus redes, aunque San Carlos Slim reciba su módica cuota por cada
llamada en su territorio Telcel.
En fin, dice el filósofo del metro: a pesar del
monstruo de Wuhan, Feliz y confinada Navidad para todos, para ti, para los
técnicos, para los operadores, para todos los que trabajan en Radio Educación
y, desde luego, para todos los que nos escuchan.
*Comentario para Radio Educación/ 24 de diciembre de 2020
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