El filósofo del metro dice:
Ahora sí pagaron los
pecadores por los justos
En 2020, por primera vez se cobran
impuestos a grandes contribuyentes
Roberto Fuentes Vivar*
Esta semana, el Servicio de Administración
Tributaria (SAT) presentó un informe preliminar sobre la recaudación durante el
año pasado, el cual presentó buenas y malas noticias.
La mala es que la recaudación el año pasado sumó tres
billones 336 mil 876 millones de pesos, cifra que es inferior a los casi 3.5
billones de pesos que se esperaba captar en la Ley de Ingresos aprobada en
2019.
Sin embargo, por el lado positivo hay que señalar
que esta misma cifra es 0.7 por ciento superior a la recaudación del primer año
de gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Si se pone en contexto, el resultado puede ser una
buena noticia porque, a pesar de la parálisis económica total o parcial que
hemos vivido por la pandemia y el confinamiento, durante ya casi 10 meses, la
inflación creció, a pesar de que el Producto Interno Bruto cayó en alrededor
del nueve por ciento, como se confirmará en unas semanas más cuando se dé a
conocer la cifra preliminar del comportamiento de la economía durante el año
pasado.
Y aquí vale la pena mencionar cómo se comportaron
los impuestos: Las dos mayores caídas de recaudación se presentaron en los
gravámenes al comercio exterior, con un desplome de 13.7 por ciento y en el
Impuesto Especial sobre Producción y Servicios por 3.1 por ciento.
Sobre el primero hay que señalar que efectivamente
2020 fue un año en el que las exportaciones se desplomaron porque el mercado
mundial, para casi todos los productos que México envía al exterior, se achicó.
Hubo menos compradores en el mundo de productos automotrices, electrónicos y extractivos,
que significan más del 60 por ciento de todo lo que vendemos al exterior.
La caída de recaudación por IEPS tiene también
varias explicaciones. En primer lugar
que muchos de los productos que están sujetos a este gravamen son suntuarios y
los mexicanos dejamos de adquirirlos. Pero también tiene que ver en este caso,
el subsidio que se otorgó durante todo el año pasado para mantener la gasolina
sin aumento de precio.
En cuanto a los dos impuestos que más peso tienen en
la recaudación, el Impuesto sobre la Renta y el Impuesto al Valor agregado, en
ambos casos se presentó un aumento. De 0.8 y 2.5 por ciento, respectivamente.
Esto quiere decir en términos que al mercado interno no le fue tan mal, como
podría haberle ido en una economía paralizada o semi paralizada.
Pero quizá lo más relevante del informe preliminar
del SAT es que la recaudación entre grandes contribuyentes, creció 135 por
ciento, aunque el número de sujetos a los que se aplicó tuvo un aumento de apenas
4.7 por ciento.
Según el SAT fueron 92 mil millones de pesos que
entraron al fisco por fiscalización a grandes contribuyentes, lo que significó
2.5 veces más de lo que se solía recaudar en años previos.
Pero no solo a estos grandes contribuyentes, en
general la fiscalización significó un gran avance en recaudación, pues con
cifras al cierre del tercer trimestre, por la vía de la fiscalización se habían
logrado 349 mil 532 millones de pesos, que representan tres veces más que los
92 mil millones que logró recaudar por ese concepto Enrique Peña Nieto en su
primer año de gobierno.
Otro de los puntos que vale la pena mencionar es que
entre 2019 y 2020 -a pesar de la oposición de algunos de los comisionados del
Instituto Nacional de Acceso a la
Información y Protección de Datos Personales (INAI)-, se comenzaron a hacer
públicos muchos de los datos de las empresas deudoras o beneficiarias de las
condonaciones fiscales.
Es decir que además de aumentarse la recaudación también
se transparentó incluso mencionando los nombres de las empresas deudoras, lo
cual nunca o raza vez había sucedido en nuestro país.
Existen en México 53 mil 403 grandes contribuyentes
(que tienen ingresos superiores a mil 250 millones de pesos por año), las
cuales entregaron al fisco (al cierre del tercer trimestre de 2020) 902 mil 970
millones de pesos.
Y aquí vale la pena mencionar que el propio SAT señala que los Grandes
Contribuyentes retienen el IVA de los bienes y servicios gravados que venden,
el cual es pagado por los consumidores de dicho bien o servicio” y que en años anteriores
muchas veces lo jineteaban para decirlo con palabras coloquiales o de plano se
lo quedaban, a pesar de ser dinero que tu yo o cualquiera de los radioescuchas
le entregaba a Hacienda, vía estos grandes consorcios.
Por eso precisamente empresas como FEMSA, Wal Mart o
América Móvil fueron obligadas a pagar sus impuesto y los impuestos que
nosotros pagamos a través de ellos.
En síntesis, sí puede considerarse, como cabeceaban ayer
algunos diarios, que los grandes contribuyentes salvaron al fisco el año
pasado, pero sólo porque les cobraron el dinero que no era suyo.
Dice el filósofo del metro: ahora si pagaron los
pecadores por los justos.
*Comentario para Radio Educación/ 15 de enero de 2021
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