El filósofo del metro dice:
El lucro también
es una pandemia
¿Quiénes tratan de enriquecerse
con la contingencia del Covid?
Roberto Fuentes Vivar*
Estamos a casi un año de que se detectó, en febrero
de2020, el primer caso de Coronavirus en México. Y en este año lamentablemente
ha brotado en muchos casos lo peor de los mexicanos: aprovechar la tragedia
para hacer lucro personal o empresarial.
Basta revisar las primeras páginas de los diarios de
hoy:
La noticia principal de la Jornada es que el
organismo llamado Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad evade al fisco,
de acuerdo con la titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel
Buenrostro. Pero quizá lo más importante es que en el interior de la
información, se indica que se han identificado a fundaciones autollamadas
filantrópicas, que supuestamente donan un equipo a un hospital; cuando el SAT
revisa, resulta que el hospital no lo incluyó en sus activos porque fue
prestado sólo por dos meses y luego lo mandan a otro hospital y luego a otro y
a otro. De esta manera hacen acreditables cuatro facturas en lugar de una y al
final del día les regresan el equipo. Este tipo de organizaciones de “labor
social” se presta mucho a esconder servicios que en muchas ocasiones tienen
casos graves de conflicto de interés. Por cierto, muchas de las asociaciones
que evaden impuestos son las que apoyan a la ONG de la autora del libro Un daño
irreparable, en la que considera criminal el manejo de la pandemia en México.
Otro de los principales diarios, el más popular, La
Prensa, destina su nota principal a denunciar que las funerarias y crematorios
lucran con la tragedia al aumentar hasta en 80 por ciento. Varios diarios
publican esta información y detallan que ante esta situación el Congreso de la
Ciudad de México exigió frenar estas alzas.
Una información que también difunden hoy varios
medios es que El Consejo Mexicano de Empresas de Diagnóstico Médico (Comed)
alertó sobre el tráfico de pruebas de Covid-19 falsas en aeropuertos y hoteles.
Concretamente entregan pruebas con resultados negativos al coronavirus para que
quien las adquiera pueda volar a cualquier parte del mundo, sin importar si
están o no contagiados.
Una más de los diarios de hoy es que el Universal en
su primera plana denuncia que los piperos de agua usan la pandemia para
especular con los precios, pues según el organismo encargado del suministro en
la ciudad de México el precio ha aumentado de 948 a dos mil 500 pesos por pipa.
Una noticia de hoy que no es de lucro económico,
pero sí político, es que el diario Cronica de hoy, reproduce que fuentes del
gobierno mexicano denunciar que la caída de la página oficial para que los
adultos mayores se registren para vacunarse no se cayó, sino que fue jaqueada.
Y esto es solo lo de hoy, pero hay muchos otros
casos. El fin de semana se publicó un reportaje en La jornada, según el cual Infra,
de Agustín Franco, puede ser la culpable del acaparamiento de oxígeno que en
estos momentos es crucial para cientos de miles de enfermos. Según esa
información, las otras grandes empresas como Praxair o Criogas “al parecer
tiraron la toalla” y dejaron la distribución de oxígeno al casi monopolio de
Franco, quien entre otras cosas fue uno
de los principales empresarios beneficiados por el gobierno de Enrique Peña
Nieto y, al parecer, hoy lucra con uno de los productos más codiciados durante
la pandemia.
Otra de las actitudes más deleznables durante la
pandemia, ha sido la de varios empresas productoras de alimento que han bajado
el contenido de producto pero cobrando el mismo pecio. Es decir que venden
presentaciones que antes eran de un kilo con un contenido de 800 gramos.
Oficialmente venden kilos de 800 gramos. Esto se puede demostrar en el reporte
anual de la empresa bachoco que se presentó ante la Bolsa Mexicana de Valores
ayer. La empresa aumentó sus pecios
hasta 30.7 por ciento y aumento sus ventas en valor 21.1 por ciento, pero su
ventas en volumen descendieron 1.1 por ciento. Concretamente vendió menos
producto, pero ganó más por el aumento de precios.
Pero también hay acciones políticas que pueden
considerarse como lo peor de la pandemia. Tal es el caso de las autoridades de
la San Juan del Río perteneciente al municipio zapoteco de Santiago Choápam, en
Oaxaca, que autorizaron el baile en honor al Divino Niño Jesús que ocasionó,
hasta ayer, 11 muertos, 14 hospitalizados y 400 contagios.
En fin, estos solo algunos casos, muy concretos de
cómo la pandemia ha sacado lo peor de los mexicanos. Hay muchos otros como los
bancos que tienen 750 mil millones de pesos públicos para prestar y no lo
hacen, los jaqueadores que han hecho fraudes cibernéticos a alrededor de 20 mil
mexicanos en sus tarjetas, los renteros que promueven desalojos, los
hospitales, médicos y farmacias privadas que también lucran con las
necesidades.
Dice el filósofo del metro: el lucro también es una
pandemia.
*Comentario para Radio Educación/ 5 de febrero de 2021
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