El filósofo del metro dice
Dadme una concesión y
compraré otra cadena
Mexicanos financiaremos
la compra de Univisión
Roberto Fuentes Vivar*
La forma en que el gobierno federal ha manejado el sector de las telecomunicaciones sigue siendo noticia y esta semana se presentaron varios hechos que vale la pena analizar, entre ellos que todos los mexicanos vamos a financiar, de alguna manera el crecimiento de Televisa en Estados Unidos.
En primer lugar, ayer la mayoría de la Cámara de Diputados, ordenó presentar ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación otra controversia constitucional. Ahora contra el llamado apagón analógico, publicado el dos de septiembre por el Poder Ejecutivo.
De acuerdo con los diputados, exceptuando a los del PAN, Felipe Calderón decretó la transición analógica a digital ignorando las atribuciones de la Comisión Federal de Telecomunicaciones.
Otro asunto de ese sector es el nombramiento de Mony de Swamm, como consejero y presidente de la Cofetel, ayer el presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, dijo que respeta la resolución de la Suprema Corte de Justicia al rechazar la controversia presentada por el Congreso en contra del nombramiento, pero dijo que insistirán con otros recursos, pues la forma y el personaje prácticamente no convencen a nadie..
En el caso de la licitación 21, el gobierno federal, desde Felipe Calderón hasta el director jurídico de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, continuaron apoyando con todo la ganga que se otorgó a Televisa y Nextel, a pesar de las demandas presentadas contra funcionarios de esa dependencia en las instancias correspondientes.
En este caso, en el cual se han pasado las decisiones de varios jueces por el arco del triunfo, aún está pendiente si Televisa va adquirir las acciones de Nextel México en mil 400 millones de dólares como se había pactado.
Pero quizá la noticia más interesante del sector en esta semana fue el acuerdo al que se llegó para que Televisa invierta mil 200 millones de dólares en la cadena hispana estadounidense Univisión.
Ahora sí que, de acuerdo con el acuerdo, Televisa compraría de inmediato cinco por ciento del capital accionario y podría llegar a tener hasta el 40 por ciento del total del valor de esa cadena, con lo que controlará en buena medida los contenidos para el mundo de habla hispana de Estados Unidos.
Aquí lo interesante es que estamos ante la posible creación de un monopolio en manos extranjeras dentro de Estados Unidos y seguramente muchos de los legisladores estadunidenses y de los propietarios de medios no están de acuerdo porque ahí sí su nacionalismo aún es influyente.
Como paréntesis, nada más valga comentar que esta misma semana, quizá por ese nacionalismo el New York Times, anunció que pagaría por adelantado un préstamo de 250 millones que les hizo el mexicano carlos Slim.
Pero regresando al caso de Univisión y televisa, es interesante que el anuncio del acuerdo se haya presentado en el momento en que la empresa de Emilio Azcárraga es más cuestionada que nunca por sus filias políticas y los regalos que les ha hecho el gobierno como la licitación 21.
Lo que resulta, si se hacen cuentas, es que casi la mitad de los mil 200 millones de dólares que invertirá Televisa en Univisión, cinco mil millones de pesos, saldrán del bolsillo de todos los mexicanos, ya que se trata de la suma que debió haber ingresado al erario por la nueva concesión.
En síntesis, todos vamos a pagar para que Televisa se apropie de Univisión y ¿Cuál es el beneficio que vamos a tener? Prácticamente ninguno. Como dice el filósofo del metro: regálame una concesión y moveré al mundo.
*Comentario para Radio Educación/8 de octubre de 2010
0 Comments:
Post a Comment
<< Home