El filósofo del metro dice
En Estados Unidos
llovió; aquí hace frío
México, de patio trasero
a ilustres antimigrantes
Roberto Fuentes Vivar*
Esta semana se presentaron varios acontecimientos en Estados Unidos que directa o indirectamente atañen a nuestro o tendrán repercusiones sobre la economía mexicana.
En primer lugar, desde luego, las elecciones intermedias, en las cuales políticamente Barak Obama sufrió un duro revés. Aquí vale la pena preguntarnos ¿Por qué todos los datos positivos de la economía estadounidense que se han dado a conocer en horas recientes, se presentaron después de las elecciones? Aquí solo vale una respuesta: el establishmen quería castigar a Obama.
Pero precisamente los resultados electorales hacen ver que habrá para México al menos tres repercusiones. Una, la confirmación de las políticas xenofóbicas, con personajes como Susana Martínez, gobernadora de Nuevo México y uno de las principales antiinmigrantes. Dos. Una posible baja en las remesas precisamente por la política antimigrantes y Tres.- La posibilidad de que se aumenten las barreras proteccionistas a nuestros productos, impulsadas por los triunfantes republicanos.
Otra de las noticias de la semana fue el programa de la Reserva Federal estadounidense para reactivar la economía, el cual consta de 900 mil millones de dólares. Esta cantidad equivale a poco más del producto interno bruto mexicano de este año y también es equivalente a que a cada ciudadano de Estados Unidos le regalen tres mil dólares, algo así como 40 mil pesos para que gasten. Desde luego que esta medida podría ser positiva para México, pues significaría un aumento de las exportaciones.
Pero aquí vale la pena hacer una comparación: mientras en Estados Unidos le dan a cada ciudadano tres mil dólares que gasten y así se reactive la economía, aquí se volvieron a agudizar las contradicciones, pues los reportes de la Bolsa Mexicana de Valores señalan que las empresas generaron ganancias por 300 mil millones de dólares que serán repartidas entre sólo 202 mil inversionistas, es decir que a cada uno le tocarán, en promedio, un millón y medio de pesos sin pagar impuestos. Casi lo mismo que en Estados Unidos ¿o no?.
Otro hecho que llama la atención es la lista de Forjes de los hombres más poderosos del mundo, en la que el presidente estadounidense ya no es el primer lugar, sino el presidente chino. En esa lista o ranking, para decirlo neoliberlamente, aparecen Carlos Slim y el Chapo Guzmán. Slim supuestamente es más poderoso que Warren Buffet o el dueño de WalMart, mientras que el Chapo es casi tan poderoso como Osama Bin Laden. ¿Qué significa en términos generales esta lista? Que para los estadunidenses solo hay dos tipos de mexicanos que les interesan: los empresarios y los narcotraficantes. Y otra pregunta: ¿Es realmente Carlos Slim tan poderoso cuando no ha podido obtener la concesión para manejar medios ni influir en las autoridades para que cambie la política económica mexicana?
Aquí vale la pena señalar que Felipe Calderón desde luego no aparece, mientras que la nueva presidenta brasileña, Dilma Rouseff, se encuentra en el sitio número 16, por encima de Carlos Slim.
En síntesis, para los estadounidenses México es no sólo un patio trasero, sino un país de delincuentes, como lo explicaba ayer la American Chamber off Commerce, y de migrantes que deben ser perseguidos como delincuentes. Como dice el filósofo del metro: En estados Unidos llovió, aquí hace frío.
*Comentario para Radio Educación/5 de noviembre de 2010
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