El filósofo del metro dice

Si la mala leche
es poca
al jodido le toca

La SHCP y el SAT violan derechos humanos

Roberto Fuentes Vivar*

Esta semana hubo dos casos que podrían considerarse escandalosos por parte de las autoridades fiscales. Uno que, de acuerdo con el periódico Reforma, la SHCP está cobrando a algunos trabajadores hasta un 784% de más del ISR debido a que desde 2004 no actualiza con la inflación los rangos de ingresos o "tarifas” a los que aplica las tasas de ese gravamen, denunciaron especialistas.
El otro asunto, quizá más graves, demuestra como los seres humanos no existen para el sistema fiscal mexicano. Se trata de una recomendación que la Procuraduría Federal del Contribuyente, la Prodecom, hizo pública. Se trata de una sociedad cooperativa agropecuaria del estado de Querétaro, que solicitó la cancelación de una multa impuesta por el Servicio de Administración Tributaria.
En síntesis, el SAT no quiso condonar el adeudo de la cooperativa social, que demostró no haber tenido el capital suficiente para adquirir el sistema y la tecnología suficiente para hacer la declaración correspondiente, por lo que la efectuó de manera extemporánea.
Aquí hay dos cosas graves. Una que en su respuesta, el SAT pide que una cooperativa actúe igual que un banco, como si tuviera los mismos recursos que Citibank, Santander, BBVA o HSBC, a pesar de ser una empresa social.
El otro asunto es que el SAT no quiso condonar el adeudo porque textualmente dijo que “los derechos de los contribuyentes, no pueden considerarse derechos humanos, por lo que no es posible aplicar lo establecido en el artículo 1º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.
No es la primera vez que la Secretaría de Hacienda y el SAT argumentan este tipo de respuestas. Hace poco más de un mes la misma Procuraduría hizo público otro caso, más dramático. Una mujer de 74 años, jubilada, con n una pensión de 2 mil 400 pesos mensuales, realiza algunos trabajos para poder mantenerse. Sin embargo, el SAT le impuso una multa de 9 mil pesos, cifra superior a la que había ganado por no presentar la declaración a tiempo.
En ambos casos, la Prodecon argumentó ante el SAT que deberían atenderse las particularidades de los casos y el fisco respondió casi lo mismo: los derechos de los contribuyentes no son derechos humanos. Cabe señalar que de los cuatro casos que ha hecho públicos esta procuraduría en su corta vida, en dos ha existido esta respuesta que quiere decir, en síntesis que
-Para el SAT no existe los derechos humanos.
-Para el fisco el artículo primero de la constitución es letra muerta.
-Para las autoridades fiscales no existen ciudadanos sino números de expediente.
-Para el SAT el valor humano de un ser humano es menos que un peso.
-Para el gobierno mexicano, en materia de impuestos no existen los pactos internacionales.
Lamentablemente el Servicio de Administración Tributaria exige que en materia de pagos, los ciudadanos y los microempresarios, actúen como si fueran empresas, pero no les otorga los beneficios que los grandes consorcios logran a través de su ejército de contadores.
Está demostrado que las grandes empresas no pagan impuestos o sólo enteran a la Federación cantidades ridículas como 500 pesos anuales, como lo presentó en su momento el estudio realizado por la Auditoría Superior de la Federación, hace algunos años. No sólo eso, sino que además a las grandes empresas les devuelve algo así como 200 mil millones de pesos tan sólo de IVA:
Es decir que para el ser humano de calle los únicos derechos son los que no existen. O como dice el filósofo del metro: si la mala leche es poca, al fregado le toca.

*Comentario para Radio Educación/ 13 de enero de 2012