El filósofo del metro dice:
Si no cumplen su obligación,
mejor presenten su renuncia
Muertes de periodistas
por el vacío de poder
Roberto Fuentes Vivar*
Lo que ha sucedido esta semana en México demuestra que en nuestro país persiste simple y llanamente la Ley de la Selva.
Al asesinato hace unos días de la corresponsal de Proceso en Veracruz, Regina Martínez, se sumó ayer el de otras cuatro personas relacionadas con el periodismo, curiosamente, el día en que se celebraba el Día la Libertad de Prensa.
Estas cinco muertes de periodistas en menos de cinco días merecen no sólo la condena unánime, sino una exigencia social de que se aclaren los hechos que enrojecen, lastiman y laceran al gremio periodístico.
Precisamente por el día de la libertad de prensa, Reporteros Sin Fronteras reportó que este año ha sido asesinado un periodista cada cinco días en el mundo. Esta cifra suena ridícula ante lo que sucede en México en donde fueron asesinados cinco periodistas en menos de una semana.
También por el día de Libertad de Prensa, la agrupación internacional Freedom House, presentó su informe en el que califica a México dentro de los países “no libres” para el ejercicio periodístico.
El representante del alto comisionado de los derechos humanos de la ONU, Javier Hernández Valencia, también dijo el periodismo en México atraviesa una de las perores situaciones del planeta, agravada por los asesinatos de esta semana.
Valga la pena comentar que México se sumó a celebrar el día de la Libertad de Prensa el 3 de mayo hace apenas 11 años, a raíz de que el panismo comenzó a gobernar el país. Desde entonces, han sido asesinados más de 80 periodistas y ha existido una política de desprecio al periodismo.
¿Por qué precisamente aparecen cuatro periodistas asesinados o personas relacionadas con el periodismo, en el día de la libertad de prensa y en medio de una campaña electoral?
En principio podría pensarse que se trata de un mensaje del mal llamado crimen organizado a los aspirantes a la presidencia de la República para recordarles que además del poder legalmente constituido existen los poderes fácticos que también toman decisiones.
De ser así, la situación es doblemente grave, pues indica que existe una situación de ingobernabilidad no sólo en Veracruz, sino en todos los estados en que han sido asesinados periodistas. Es decir que no se trata de un poder fáctico con alcance local, sino con trascendencia nacional.
Y aquí vale la pena preguntarnos concretamente ¿quién gobierna este país? La respuesta definitivamente no es satisfactoria para el poder ejecutivo federal, pues ni Felipe Calderón, ni la secretaría de Gobernación, ni la Procuraduría General de la República, han sido capaces de frenar la ola de violencia contra el gremio periodístico.
Lamentablemente los poderes fácticos –lo mismo los ilegales como el narcotráfico que los establecidos como las cadenas mediáticas- han asumido cada vez más fortaleza política y económica, ante la actitud de sumisión de las autoridades.
El ejemplo más claro es el del debate entre los candidatos presidenciales a celebrarse el domingo. En este caso los poderes fácticos como las televisoras y sus filiales como la Federación Mexicana de Futbol, impusieron su dominio sobre el Poder Ejecutivo Federal, pues la secretaría de Gobernación tiene la atribución de programar una cadena nacional si así lo considera conveniente. Pero pesa más un balón que la posibilidad de crear conciencia ciudadana.
Definitivamente, la Ley de la selva o como dice el filósofo del metro: autoridad de no cumple, que mejor renuncie.
*Cometario para Radio Educación/4 de mayo de 2012
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