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Friday, May 25, 2012

El filósofo del metro dice:

El daño colateral
puede llevar al funeral

Contaminación radiactiva
en la lucha antinarco

Roberto Fuentes Vivar*

El gobierno mexicano recibió ayer dos llamados de atención. Uno del Departamento de estado estadounidense y otro de Amnistía Internacional. En ambos casos se denuncian graves violaciones a los derechos humanos por parte de la policía y el ejército como consecuencia de la lucha antidrogas.

La secretaria de Relaciones Exteriores y la de Gobernación emitieron anoche un comunicado trataron de aminorar el impacto negativo resaltando los esfuerzos del gobierno para preservar las garantías individuales, mientras que Felipe Calderón insiste en que no modificará su política a pesar de las acusaciones internacionales.

Lo curioso es que mientras el Departamento de estado estadunidense denunciaba los abusos y amnistía internacional mencionaba 12 mil asesinatos sin resolver, en el estado de México se presentaba un caso en el que policías confundían un campamento de niños con una casa de narcotraficantes y casi aprehenden a 40 niños del colegio americano.

Mucho se ha hablado de las diversas violaciones a los derechos humanos que las fuerzas armadas y la policía realizan como parte de la lucha antidrogas. Déjenme mencionar un caso más que ha sido poco explorado, pero que puede traer gravísimas consecuencias, la contaminación radiactiva que producen los retenes policiacos.

Concretamente, en La Secretaria de Seguridad Pública instaló desde hace un año un retén cercano a Matehuala, San Luis Potosí en la carretera 57, en el cual los conductores, junto con los vehículos son obligados a pasar a través de un arco de rayos gamma.

A partir de entonces, los trabajadores de una empresa cementera sometidos diariamente a la radiación comenzaron a padecer diversas enfermedades. La empresa, Cementos Moctezuma contrató a una empresa certidicada en servicios especializados de radiación, Tecnuclear.

El resultado fue que, como el retén utiliza material radioactivo cobalto-60 con radiación electromagnética, los trabajadores enfrentan graves problemas por contaminación radiactiva, lo que pone en peligro su salud.

Textualmente las conclusiones del estudio indican que los trabajadores “reciben dosis crónicas que superan los límites permisibles y que, de acuerdo a datos de la Comisión Internacional de Protección contra las Radiaciones, puede inducir enfermedades malignas.”

Cementos Moctezuma pidió oficialmente, con los resultados del estudio, a la Secretaría de Seguridad Pública la eliminación del retén o el cambio de tecnología de detección de drogas. La oficina de Genaro García Luna respondió que no, porque el retén es de interés público.

Ante la negativa de la Secretaría de Seguridad Pública, la empresa cementera presentó una denuncia formal ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos con el folio 25183, buscando que emita una recomendación de retiro del retén.

Este caso, documentado, tiene varios aspectos de interés. Uno de ellos es que por primera vez se trata el caso de cómo las radiaciones de los retenes pueden afectar a personas que nada tienen que ver con la lucha antidrogas y que puede tener consecuencias futuras graves, por la alta contaminación radiactiva que generan.

Otro punto es que por primera vez una empresa privada presenta una denuncia contra el gobierno mexicano por violaciones a los derechos humanos de sus trabajadores. Vale la pena preguntar ¿en cuántos lugares no estará sucediendo lo mismo? Como dice el filósofo del metro: El daño colateral también amerita funeral

*Comentario para Radio Educación/25 de mayo de 2012

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