El filósofo del metro dice:

Ya nos saquearon, siempre
nos volverán a saquear

La devaluación del peso y
la fuga oficial de divisas

Roberto Fuentes Vivar*


El peso nuevamente se devaluó esta semana y hoy se llegó a cotizar hasta en 14.65 unidades por dólar, lo que representa una depreciación de alrededor de 20 por ciento en pocos dìas. La razón asumida por el gobierno mexicano y analistas oficiales es que la situación de Europa y los malos datos económicos de Estados Unidos ocasionan vulnerabilidad en los mercados y en consecuencia afecta a México. Paralelamente se presenta una salida estacional de divisas provocada por el pago semestral de compromisos en moneda extranjera de las grandes empresas mexicanas.


Sin embargo lo que no dicen las autoridades ni los analistas oficiales es que la situación propia de nuestro país no es halagüeña, sino que por el contrario se enfrenta a una debilidad endémica en la que siguen presentándose fenómenos que causaron anteriores devaluaciones, como la fuga de capitales oficial y la extraoficial.

Cabe señalar que hace unos días se presentó el informe de la balanza de pagos por parte del Banco de México y en el se reportó una caída de 68 por ciento en la llegada de inversión extranjera directa, mientras que había una creciente llegada de inversión extranjera en cartera, es decir de capital especulativo.

Por todo esto, el famoso blindaje de la economía del que tanto hablaron las autoridades y los banqueros hace unas semanas en la convención bancaria de Acapulco no existe y la economía mexicana se encuentra entre las mas vulnerables del mundo como lo demuestra precisamente la devaluación de nuestra moneda.

Pero aquí vale la pena mencionar otro hecho que sucedió esta semana: Felipe Calderón pidió al poder legislativo tres mil millones de dólares adicionales para organismos financieros internacionales. Ahora para el Banco Mundial.

Con estos recursos adicionales suman ya 32 mil millones de dólares que México aportará este año a organismos internacionales. 14 mil millones de dólares para el FMI, cinco mil millones de dólares para el BID, tres mil millones de dólares más al Banco Mundial y 10 mil millones de dólares que el gobernador del Banco de México, Agustin Carstens, comprometió para adquirir papeles del FMI y apoyar así el rescate de Europa.

En total, 32 mil millones de dólares que representan algo así como 450 mil millones de pesos, cifra que significa casi la totalidad del producto interno bruto agropecuario, es decir todo lo que producen el campo, la pesca y la ganadería y que son sustento para un sector del que viven 25 millones de mexicanos.

Esta cifra puede considerarse escandalosa, pues es mayor que la fuga de capitales que llevo a la devaluación del peso en 1994-1995. Pero según el gobierno el financiamiento a los organismos internacionales tiene como propósito ayudar a evitar crisis internacionales. Es decir a reducir la volatilidad como la que ha ocasionado la devaluación actual del peso.

Sin embargo, solo han servido como fuga oficial de divisas y para que Felipe Calderón sea presidente temporal del grupo de los 20 y para refrendar nuestra sumisión a las políticas financieras y monetarias internacionales.

En fin, mientras Felipe Calderón insiste en aumentar la fuga de divisas oficial, los mexicanos tendremos que enfrentar los efectos de una nueva devaluación, pues seguramente muchos precios, otra vez, volverán a subir como ya lo han hecho los productos alimenticios. Cabe señalar que las importaciones de alimentos aumentaron en valor 80 por ciento en el primer trimestre del año. Pero eso sí, el peso y la economía están blindados ¿se imagina usted si no fuera así?. Como dice el filósofo del metro: ya nos saquearon siempre nos volverán a saquear.

*Comentario para Radio Educación/ 1 de junio de 2012