El filósofo del metro dice:

La conciencia de los
neoliberales vale
menos que un peso

Calderón, Meade y Ferrari
dan clases de inconciencia

Roberto Fuentes Vivar*

La situación electoral tomó esta semana un nuevo derrotero al asumir directamente Felipe Calderón, junto con todo su gabinete económico, la campaña contra uno de los candidatos a sucederlo.


Primero en twitter y luego en una conferencia de prensa en Los Pinos, Calderón y el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, encabezaron una cruzada en contra de la propuesta de Andrés Manuel López Obrador para ahorrar 300 mil millones de pesos del gasto corriente.

La propuesta no es nueva y ya la había explicado el candidato de las izquierdas en muchos foros. Incluso ante los banqueros y ni los dueños o representantes de bancos, ni los empresarios, ni funcionarios gubernamentales, ni los analistas financieros pagados por las instituciones de crédito y muchos de ellos especialistas en gasto público habían visto con malos ojos la sugerencia de López Obrador.

Sin embargo, tras el debate del domingo pasado Felipe Calderón y los miembros de su gabinete económico se sintieron ofendidos y trataron de desmentir la propuesta. Aquí vale la pena hacer una pregunta ¿se puede desmentir una propuesta antes de que se ponga en práctica?

En fin, el caso es que el secretario de Hacienda, José Antonio Meade o Mid, como le dicen, desde Los Pinos dijo que la propuesta del candidato de las izquierdas es mentirosa pues el gasto en salarios anual es de sólo 264 mil millones de pesos, por lo que es imposible ahorrar 300 mil millones de pesos.

Lo que no mencionó el secretario de Hacienda es que el Presupuesto de Egresos para este 2012 incluye, en el rubro de servicios personales (salarios y sueldos con bonos y prestaciones) la cifra de 617. 8 miles de millones de pesos, con un aumento de casi 10 por ciento, con respecto al año pasado. Es decir que se trató de hacer un desmentido con una mentira.

Pero las declaraciones de Meade tuvieron tal impacto que, de repente, como si viviéramos en la época de los setentas del siglo pasado, casi todos los periódicos políticos traían como principal precisamente el desmentido a AMLO. De hecho siete de nueve diarios de circulación nacional estaban uniformados, recordando los viejos tiempos en bastaba un telefonazo de la secretaría de Gobernación o de la oficina de comunicación social de Los Pinos para que se le diera “punch” a una noticia.

El caso no paró ahí. Ayer, aprovechando el foro de negocios del Grupo de los 20, el secretario de economía, Bruno Ferrari insistió en que muchos de los señalamientos de los candidatos son mentira.

Incluso, aludiendo a López Obrador, dijo textualmente que “lo mínimo que se puede pedir a quienes están haciendo ese tipo de campañas es una disculpa pública o comprometerse a un curso de economía básica para candidatos presidenciales”.

Sí es cierto que se pueden ahorrar esos 300 mil millones de pesos, nada más basta señalar que este año se gastarán casi 450 mil millones de pesos para enviarlos, unilateralmente, a organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el BID.

Si alguien debe pedir una disculpa es precisamente el gobierno federal. Hace unos días Felipe Calderón volvió a vetar los 15 mil millones de pesos que el Congreso aprobó para mitigar los efectos de la sequía.

También hace unos días sucedió un hecho dramático en la zona de los tepehuanes en Durango. Un padre, con su hija de ocho años, fue a la comunidad vecina para tomar agua de un pozo porque su pueblo está agobiado por la sequía. Uno de los habitantes, por proteger el agua, disparó y causó la muerte inmediata de la niña Regina Flores Flores.

Esta muerte temprana de una mexicana si amerita una disculpa pública de un gobierno que se niega a dotar de recursos a los campesinos, mientras gasta miles de millones de pesos en sobresueldos y envíos de dinero al exterior.

Como dice el filósofo del metro: La conciencia de los neoliberales vale menos que un peso.

*Cometantario para Radio Educación/15 de junio de 2012