El filósofo del metro dice:
En México, la muerte pidió
permiso y se lo concedieron
El señor de los Panteones
observa desde Los Pinos
Roberto Fuentes Vivar*
Hoy es el último día de muertos del sexenio de la muerte. Desde Los Pinos, el señor de los Panteones rumia su fracaso en la guerra contra el crimen organizado y mira las noticias para saber cómo los mexicanos conmemoramos el dos de noviembre, el día de nuestros fieles difuntos, de los fallecidos, de las calaveras, de las osamentas, de los cadáveres, de las flores de sempasúchil y de las canciones en los cementerios.
Hoy es el día de los más de 60 mil muertos que oficialmente han sido víctimas de una lucha que nadie entiende pero que está en todas los rincones de la República Mexicana.
Hoy es el día de los soldados muertos en esa guerra, de los policías muertos, de los agentes fallecidos en el cumplimiento de su deber.
Hoy es el día también de los muertos inocentes, de los civiles que tuvieron la mala fortuna de estar cerca de los operativos antinarcóticos.
Hoy es el día de los 120 mil muertos que cerrarán la cifra final de asesinatos en este sexenio. Iban, hasta el 2011, 98 mil asesinatos desde 2007.
Hoy es el día de los más de 100 periodistas muertos en este sexenio y de los cuales no ha habido investigaciones que satisfagan a los deudos. Es también el día de una libertad de una expresión muerta por las balas y por el poder.
Hoy es el día de los cientos de políticos muertos por supuestos accidentes, por venganzas, por malentendidos. Desde ediles de pequeños municipios hasta secretarios de estado como Juan Camilo Mouriño o Francisco Blake Mora, o diputados y legisladores que han sido asesinados o muertos en circunstancias no aclaradas.
Hoy es el día de los cientos o miles de mexicanos que han fallecido al intentar cruzar la frontera para encontrar en otro país las oportunidades que aquí no tuvieron.
Hoy es el día de los cientos o miles de ciudadanos que han muerto por una enfermedad y que no tuvieron los suficientes recursos financieros para ser atendidos en algún hospital público o privado.
Hoy es el día de los cientos, tal vez miles de campesinos que han fallecido por litigar sus problemas de tierra ante intereses cada vez más poderosos. Víctimas que se encuentran en el olvido mediático, pero en la memoria de sus familiares vivos.
Hoy es el día de las decenas de luchadores sociales que fallecieron en este sexenio por exigir justicia como Marisela Escobedo, Teódulo Sánchez o Betty Cariño, sólo por mencionar algunos nombres.
Hoy es el día de los mineros que murieron por las escasas condiciones de seguridad que existen en el subsuelo mexicano, mientras que las grandes empresas de ese sector sobreexplotando yacimientos y mano de obra.
Hoy es el día de los cientos, tal vez miles, de personas que aún mueren por hambre en la República Mexicana, como las víctimas que cada invierno se atienden en la sierra tarahumara y en zonas de Oaxaca o Chiapas rara vez expuestas al interés mediático.
Hoy es el día de las muertas de Juárez, que siguen en sus tumbas exigiendo justicia, sin que las autoridades hagan algo para cumplir su última voluntad.
En fin, hoy es el día de los muertos. El último día de muertos de un sexenio de muertos. Como dice el filósofo del metro: En este sexenio la muerte pidió permiso… y se lo dieron.
*Comentario para Radio Educación/ 2 de noviembre de 2012
1 Comments:
Mi estimado Robert. Cada vez que te leo no dejo de admirarme por tu sensibilidad, tu particular mirada sobre la vida y, sobre todo, por tu constancia y dedicación a este oficio que llevas en la sangre. Eres, como dices, quizá un periodista sin salario, pero no un desempleado, puesto que estas líneas, por su capacidad expresiva, deberían estar entre las mejor pagadas del mundo. La vergüenza para el periodista, y para el oficio en sí, es que se pague mejor a los aduladores que a quienes como tú, salpican gotas de conciencia en cada frase. Recibe un abrazo. Tobegio
4:18 PM
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