El filósofo del metro dice:

Petróleo y papa comienzan
con la "P" de prostitución

Entreguismo a EU por
el gobierno mexicano

Roberto Fuentes Vivar*

Esta semana se han dado dos muestras claras de cómo el gobierno de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto se han puesto de acuerdo para negociar a espaldas del pueblo de México, una entrega cada vez mayor de los intereses nacionales a Estados Unidos.


El primer caso es el del petróleo. Esta mañana precisamente Calderón, junto con el director de Petróleos Mexicanos y secretario de Energía, Juan José Suárez Coppel y Jordy Herrera, respectivamente, anunció el descubrimiento de un megayacimiento petrolero en las costas de Tamaulipas.

Este hallazgo, denominado Supremus 1, podría contener entre 75 y 175 millones de barriles de crudo, lo que elevaría las reservas posibles de 42 mil millones a 55 mil millones de barriles.

Lo curioso es que la noticia del hallazgo se presenta apenas un día después de que quien será el supersecretario de Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray, anunciara que la reforma energética estará lista para el año entrante.

Las declaraciones de Videgaray no se presentaron de cara a la nación, sino en Estados Unidos, concretamente en el diario Wall Street Journal y en ellas da a conocer la apertura de Petróleos Mexicanos a la inversión extranjera.

En este sentido hay que aclarar que Enrique Peña Nieto, desde su campaña se comprometió con el gran capital nacional e internacional a poner en sus manos el petróleo que es de todos los mexicanos y ha reiterado en varias ocasiones la apertura de Pemex.

Por eso, la noticia del megayacimiento de hoy sólo viene a abrir más el apetito de los estadounidenses por el petróleo mexicano y permite asegurar que las negociaciones con el vecino país del norte ya se encuentran muy avanzadas por parte Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

La otra noticia, tan grave como el entreguismo petrolero, es el entreguismo del campo mexicano. Resulta que, de manera unilateral e incondicional, la secretaria de economía permitirá la entrada de papa contaminada de Estados Unidos a México.

Concretamente México liberará de aranceles y de revisiones fitosanitarias a la papa estadounidense para beneficiar concretamente a la familia Salazar, principal productora de ese país y la que pertenece el actual secretario del interior del gobierno de Barak Obama.

El mercado estadounidense continuará cerrado para la papa mexicana y lo único que obtendrá México con esa apertura es la promesa de ingresar al Acuerdo TransPacífico a la brevedad posible.

Lo grave es que el secretario de economía, Bruno Ferrari, en vez de defender a los productores mexicanos de jitomate que enfrentan un litigio porque Estados Unidos cerró su frontera, ahora parece que pretende acabar con el cultivo de jitomate al dejar entrar la papa estadounidense.

El Senado de la República, el propio Ferrari y la Secretaría de Agricultura, habían alertado que dejar entrar la papa estadounidense podría ocasionar un desastre agrícola, pues está altamente contaminada.

Concretamente en años recientes se han detenido más de mil cargamentos de papa estadounidense porque traían una plaga que pude afectar los cultivos no sólo de papa, sino de maíz, jitomate, chile, arroz, frijol y hortalizas.

Lamentablemente el entreguismo estadounidense pudo más y Ferrari cedió. Ahora lo único que resta es que el nuevo presidente del Consejo Nacional Agropecuario, Benjamín Grayeb, quien fue electo ayer, continúe seguramente con el trabajo de Juan Carlos Cortés y presione para echar atrás ese acuerdo que está por publicarse en el diario oficial.

En términos generales, petróleo y campo mexicano mexicano se entregarán a Estados Unidos. Como dice el filósofo del metro: petróleo y papa comienzan con P de prostitución.

*Comentario para Radio Educación/5 de octubre de 2012