El filósofo del metro dice:

Este año, los
Reyes Magos se
van a hacer rosca

Endeudados, los mexicanos
no tendrán regalo en su zapato

Roberto Fuentes Vivar*

Primero que nada quiero decir que estoy extrañado porque de repente me entero de que hoy es el día del periodista y que en 40 años que tengo en la profesión se me había ido la nota, como se dice en la jerga periodística, pues es la primera vez que se festeja el 4 de enero como día del periodista. No se trata de un regalo adelantado de los Reyes Magos a Enrique Peña Nieto para recomponer una relación prensa-gobierno que terminó en muy malos términos después de los dos sexenios panistas.


Haciendo un paréntesis, hay que señalar que hasta hace dos sexenios los periodistas festejábamos el 7 de junio, como día de la libertad de prensa y por ende día del periodista. A raíz de la llegada de Vicente Fox a la presidencia la fecha del festejo se cambió al dos de mayo, día internacional de la libertad de prensa, pero nunca, repito, se había festejado el 4 de enero.

Pero volviendo a los reyes magos, quizá lo primero que debemos pedirles a Melchor, Gaspar y Baltasar es que se esclarezcan los asesinatos de más de 108 periodistas en los últimos años, en vez de festejar un 4 de enero que salió de la nada.

Los Reyes Magos, por cierto, este año tendrán un doble trabajo, primero conseguir el dinero para los regalos y segundo, entregarlos en las casas durante la noche del sábado. Quizá por la primera razón, la falta de dinero, es que muy pocos mexicanos van a tener el domingo en su zapato el reglo que pidieron.

Lamentablemente, por la falta de ingresos de los mexicanos, los únicos que recibirán su regalo de Reyes Magos, son dos grandes actores de la economía mexicana: los bancos y las tiendas de autoservicio y departamentales.

Me cuentan por ahí que Melchor o Gaspar, no se cuál de los tres, fue visto en el Monte de Piedad, tratando de rescatar el camello que llevo a empeñar desde la cuesta de enero de hace un año. No se si logró. Si no lo hizo es muy posible que muchos niños no tengan regalo en su zapato este año.

Otro de los reyes magos ¿sería Baltasar? Entró a un supermercado para tratar de robarse unas medicinas que necesitaba su elefante, pero resulta que n pudo, porque en todos los establecimientos de este tipo ya adoptaron u nuevo sistema, hasta hace unas semanas, n la farmacia entregaban a cliente una caja para pagar las medicinas en la caja. Ahora, le entregan al consumidor una ficha para que le den la mercancía después de pagarla. Esta medida se debe a que se ha disparado el robo de medicinas porque millones de mexicanos no tienen para pagarlas y por ello recurrían al hurto. En fin, Baltasar no pudo llevarle las medicinas al elefante y quién sabe si mañana esté listo para llevar regalos a las casas.

En cuanto al caballo que es el único que está sano, el otro rey mago, tuvo que dar tarjetazo para poder alimentarlo comprarle la alfalfa necesaria, pero resulta que su tarjeta estaba bloqueada por haber comprado los regalos precisamente con dinero de plástico y ya no le alcanzó para el combustible equino.

Es decir que, si un rey mago no logra desempeñar el camello, el otro no consigue las medicinas que requiere el elefante y el tercero no consigue como alimentar al caballo para que tenga energía y llevar así los regalos a las casas, muchos zapatos quedarán vacíos.

En lo que se refiere a los regalos, seguramente muchos mexicanos tuvieron que recurrir al financiamiento bancario, es decir al crédito, al préstamo, para poder comprar algo para sus hijos. Por lo que seguramente las deudas de las familias mexicanas se incrementarán alrdedor de 20 mil millones de pesos en este mes, para llegar a un saldo deudor de 500 mil millones de pesos a los bancos, nada más en créditos al consumo.

Es decir que los bancos ya recibieron su regalo de reyes con los tarjetazas. La semana entrante les llegará su regalo de reyes a las casas de empeño. Y los mexicanos ¿cuándo? Como dice el filósofo del metro: En la mayoría de las casas, los reyes se van a hacer rosca.

*Comentario para Radio Educación/ 4 de enero de 2013