El filósofo del metro dice:

No hay peor mal
que ir de mal el peor

La economía mexicana sigue
la senda de la autodestrucción

Roberto Fuentes Vivar*

No cabe duda que la economía mexicana está cada vez peor y que los pronósticos que hicimos aquí a principios de año en el sentido de que en 2015 se profundizaría la crisis, se están cumpliendo cabalmente.

Fuera de que el INEGI y el gobierno festejen que supuestamente algunos indicadores como el empleo han mejorado en meses resientes, la situación real es preocupante.

Al respecto, ayer se dio a conocer la minuta de la más reciente junta de consejo del Banco de México y en ella cuatro de los cinco consejeros mostraron preocupación por la forma en que se ha comportado la economía.

En términos generales hay temor sobre riesgos asociados a la persistente debilidad del peso mexicano frente al dólar y sobre los bajos precios del petróleo como fuente de una depreciación cambiaria real y vulnerabilidad fiscal.

Con base en todo esto, algunos analistas, como Banamex ya anticipan que la próxima medida de política monetaria será un incremento a la tasa de fondeo y que ocurrirá antes de que la Fed anuncie un incremento en su propia tasa de política monetaria. Es decir que se prevé un aumento en las tasas de interés.

Concretamente, el Banco de México considera preocupantes la disminución en los precios del petróleo y la caída en la producción de crudo, combinadas con el efecto de la inseguridad pública y el descontento social.

Otro elemento de preocupación es el de la deuda pública que llegó ya a siete billones 446 mil 929 millones de pesos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y está muy por encima de los requerimientos planteados que sumaban cinco y medio billones de pesos.

Algo curioso es que la administración de Enrique Peña Nieto y Luis Virreygaray, perdón Videgaray, en los últimos tres días han anunciado varias medidas gubernamentales para ofrecer créditos, como si el crédito e convirtiera en un motor para la economía. Créditos para jóvenes y créditos para empresas. En un principio podría pensarse que en estos momentos recurrir el financiamiento es una buena medida para hacer rodar la economía.

Sin embargo, como el propio gobierno federal predica con el ejemplo, y es el primero en adquirir préstamos y financiamientos, su deuda ya es preocupante según el Banco de México.

Y aquí me gustaría mencionar uno de los datos que podría ser más ilustrativos de lo que sucede en el país. Esta semana el Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM) registró un total de 612 mil 457 negocios en todo el país

A finales del año pasado, el número cerró en 742 mil 855, lo que significa que significa que en los primeros 40 días de este año, han dejado sus cámaras 130,398 empresas, lo que representa alrededor del 20 por ciento.

En términos generales, hay cuatro motivos por lo que las empresas abandonan sus cámaras o el SIEM: 1.- Por no estar de acuerdo con sus cámaras. 2.- Por no obtener los resultados esperados en materia de asesoría o servicio por parte de la cámara empresarial a la que se afiliaron. 3.-Por no contar con el dinero suficiente para pagar las cuotas y tener que atender con urgencia otros compromisos financieros, y 4.- Porque las empresas cerraron sus puertas.

El asunto resulta más grave cuando se analizan más datos y se descubre que sí hay, a partir de 2013 una tendencia a la reducción del número de establecimientos. A finales de ese año la cifra cerró en 789 mil 760, lo que indica que el año pasado fueron más de 25 las que abandonaron el sistema. Es decir en poco más de un año han sido casi 160 mil empresas las que han dejado el SIEM.

Nada más para poner en un contexto histórico, la cifra de empresas afiliadas al SIEM en este febrero es la más baja en una década, pues al cierre de 2004, había 623 mil 074 empresas. Esto quiere decir que en diez años no se ha creado una sola nueva empresa y para colmo, diez mil abandonaron su afiliación al SIEM

Como puede observarse la situación económica del país es crítica. Como dice el filósofo del metro no hay peor mal que ir de mal en peor.

 

*Comentario para Radio Educación/ 13 de febrero de 2014