El filósofo del metro dice:
El avión ya se cayó pero
no se han dado cuenta
La economía está en aterrizaje forzoso
Roberto Fuentes Vivar*
Mientras que en estos momentos buena parte de la
opinión pública está atenta a los acontecimientos políticos y a los posibles
cambios en el gabinete, el verdadero problema del país, la economía sigue dando
señales de que el modelo está agotado a tal grado que hasta los grandes
propulsores del neoliberalismo están dudosos de cómo va a terminar la crisis.
Ayer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI) dio a conocer el resultado de la balanza comercial durante el mes de
enero y el resultado fue un déficit de tres mil 248 millones de dólares, el más
alto en la historia contemporánea de México, incluso mayor que los niveles de
1994, previos a la crisis que ocasionó el efecto tequila y la caída del
Producto Interno Bruto de 6.9 por ciento.Este desequilibrio en el mes de enero es para colocar la balanza comercial en focos rojos, pues en un solo mes se rebasó la cifra del déficit del año pasado (dos mil 441 millones de dólares) y se debe principalmente a tres causas. Los países europeos han dejado de comprarnos mercancías. La caída en los precios del crudo y tres, los empresarios siguen comprando al extranjero importaciones innecesarias, al grado de que por cada dólar que ingresa de petróleo, salen más de dos pesos para adquirir bienes de consumo. Esto en términos generales, demuestra que el sector externo, en el cual se basa la economía nacional está gravemente enfermo.
Incluso esta mañana se presentó un reporte a la Bolsa Mexicana de Valores, un reporte en el que se indica que el endeudamiento de Petróleos Mexicanos llegó a un billón 143 mil 200 millones de pesos, el monto más alto de la historia.
Ante esto, el gobierno prepara la próxima semana una nueva ofensiva energética que consiste en firmar acuerdos con Gran Bretaña para explotar el crudo, lanzar la ronda cero del sector eléctrico nacional y vender gasolineras a Oxxo.
Pero no solo el sector externo está quebrado porque compramos más de lo que vedemos, sino que el sector interno se encuentra en una profunda crisis de la cual difícilmente va a salir. En este sentido el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, ha insistido en las dos semanas más recientes en algo que llama la precarización del empleo.
En 2007 había 13 millones 677 mil 196 ocupados con ingresos superiores a tres salarios mínimos, para 2014, la cifra se contrajo a 10 millones 486 mil 286 persona. Lo que indica que hay más de tres millones de mexicanos que han visto reducidos sus ingresos.
Paralelamente, dice el CEESP, el universo de ocupados que reciben menos de tres salarios mínimos pasó de 24 millones 439 mil 466 en 2007 a un total de 29 millones 829 mil 771 en 2014, lo que indica más de cinco millones de personas adicionales que perciben menos de tres salarios mínimos.
A esto hay que agregarle dos millones 284 mil 602 personas que no tienen empleo y otros cinco millones 834 mil 585 de mexicanos clasificados como población económicamente no activa disponible, es decir que ya perdieron la esperanza de encontrar un trabajo.
Con esta base de trabajadores, el sector interno está tan quebrado como el sector externo. La preocupación es cada vez mayor, pues ayer, en un evento privado el gobernador el Banco de México, Agustín Carstens, mostraba incertidumbre de lo que va a suceder.
Lo cierto es que en los próximos días tanto la Fed como el Banco de México, van aumentar las tasas de interés, lo que, con la base de trabajadores actuales, puede llevar a una nueva tragedia nacional, al aumentarse la cartera vencida con sus graves consecuencias sociales como las de 1995.
Según dijo Carstens en esa reunión privada de ayer,
hay mucha turbulencia, pero el avión no se va a caer. Según el filósofo del
metro: el avión ya se cayó pero no se han dado cuenta.
*Comentario para Radio Educación/ 27 de febrero de 2015
0 Comments:
Post a Comment
<< Home