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Friday, June 19, 2015

El filósofo del metro dice:

Cuando el burro
habla de orejas
es que está sordo.

Trump, un gringo corrupto
que habla de  corrupción

Roberto Fuentes Vivar*

Las declaraciones de Donald Trump al anunciar su precandidatura por el partido republicano a la presidencia de Estados Unidos, se convirtieron rápidamente en virales y ocasionaron cientos de reacciones no sólo en nuestro país, sino hasta en otras naciones como Venezuela, en donde el primer mandatario Nicolás Maduro salió a defender a México, lo que no hizo el propio presidente mexicano, quien envío al secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, a dar una respuesta tímida y miedosa..

Fueron sin duda una de las noticias más comentadas de la semana por su carácter racista y su sentido antimexicanista, ya que propuso la edificación de un muro fronterizo porque, según él México envía criminales y violadores a Estados Unidos y no es un socio confiable.

¿Por qué mantiene este personaje una especie de odio contra México? Pues nada menos porque no ha podido concretar negocios en nuestro país, y en todas las ocasiones en que lo ha intentado ha buscado violar las leyes mexicanas y aprovecharse de nuestro país como si fuera el patio trasero de Estados Unidos.

¿Quién no ha conocido o escuchado a alguien que invirtió sus ahorros en un hermoso proyecto visualizado en una maqueta como un paraíso y posteriormente nunca fue construido, dejando a los compradores en la ruina?

Pues eso es,  lo que hizo Donald Trump en México, cuando anunció –apoyado por socios y políticos mexicanos del Partido Revolucionario Institucional- cuando anunció  en 2006, el proyecto Trump Ocean Resort Baja Mexico, ubicado en las playas de Rosarito, cercanas a Tijuana, Baja California.

Promovido por rimbombantes empresas de Trump como Newland International Properties e International Irongate Partners, el proyecto proponía la construcción de tres torres de condominios y un complejo hotelero con restaurantes (tres mil habitaciones) y una inversión de alrededor de 350 millones de dólares. Todo esto en un sitio de desecho de aguas negras.

Al ver que el paraíso era un escusado, las ventas no fueron como deseaba. Sin embargo muchos compradores fueron estafados y aún hoy la International Community Foundation mantiene una denuncia contra Trump en defensa de unos 70 defraudados que esperan se les regrese su dinero. Según él, es México quien debe pagarle, por el caso radicado en la Corte Suprema del estado de California, ubicada en Los Ángeles con el número JCCP4642. Mientras tanto, su empresa Newland International Properties fue declarada en suspensión de pagos

No contento con ese fracaso, en 2011, intentó supuestamente invertir 350 millones de dólares en un proyecto en Cozumel, denominado “Punta Arrecifes Resort”, anunciado en Miami, y que se pretendía construir en una zona reservada por las autoridades ambientales como “área natural protegida”. Desde luego ele proyecto fracasó, pues pretendía eliminar parte de la naturaleza de la isla.

Más recientemente estuvo en Sonora, en donde el gobernador panista Guillermo Padrés le prometió lugares para invertir en Puerto Peñasco, Sonora, lo que no podrá cumplir pues la entidad será ahora gobernada por su enemiga priista Claudia Pavlovich.

Trump fue un empresario inmobiliario de Nueva York pero su gran fortuna la hizo con  los principales casinos Atlantic City, es además de ser propietario del yate más lujoso del mundo y del certamen Miss Universo.

Incluso fue de los promotores del cambio de la Ley de Juegos y Sorteos para que en México se pudieran abrir casinos. Pero lo curioso es que en nuestro país no se asoció con casineros, sino con enemigos de ellos, pues en el proyecto de Baja California su liado era el expresidente municipal de Rosarito, Baja California, Hugo Torres Chabert y su hija la diputada Laura Torres (quien promovió una nueva ley inmobiliaria para su estado). Hugo Torres fue acusado de peculado y de traición por parte de quienes lo apoyaron para llegar la alcaldía de Rosarito Curiosamente es enemigo de Jorge Hank Rhon, dueño de casinos.

El empresario enfrenta demandas también en Estados Unidos, pues su universidad ha resultado un fraude y es uno de los principales contaminadores por ruido en las zonas en donde construye. Pues este tipo es el que aspira ser uno de los hombres más poderosos del mundo. Imagínense si llega a la casa blanca. Como dice el filósofo del metro: cuando los burros hablan de orejas se quedan sordos.
*Comentario para Radio Educación/19 de junio de 2015

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