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Friday, May 01, 2015

El filósofo del metro dice:

La clase trabajadora
no tiene trabajo
¿Qué festejamos?

De 12 millones de sindicalizados
sólo quedan menos de 2 millones

Roberto Fuentes Vivar*


Hoy se celebra el día del trabajo y como cada año los mexicanos no tenemos nada que festejar.

Nada más hace falta echar un vistazo a las diversas informaciones que se han presentado en las más recientes semanas.

Una mujer fue rescatada de una lavandería en donde permaneció como esclava por dos años. Estaba encadenada por el cuello y laboraba jornadas de 12 horas.

Los 80 mil jornaleros del Valle de San Quintín denuncian que son víctimas de condiciones inhumanas de trabajo. Unos 7,000 de ellos se han levantado en protestas y exigen que se respeten sus derechos humanos.

Ayer que fue día del niño se informó que alrededor de 900 mil menores de edad trabajan en condiciones de riesgo, sin que las autoridades hagan algo por remediar esa situación.

Hace unos días, mientras Enrique Peña Nieto anunciaba inversiones millonarias de Toyota y Ford en México, ex trabajadores de la empresa japonesa Mazda daban a conocer una especie de esclavitud laboral que se vive en la industria automotriz, gracias al boom de las armadoras en nuestro país.

De acuerdo con la información más reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) sólo tres de cada cuatro trabajadores en México tienen las prestaciones legales, los demás son informales, trabajan por honorarios y carecen de sindicatos que los defiendan.

La misma información señala que en México hay más de tres millones de ciudadanos que trabajan pero no reciben pago alguno, lo que se suma a las condiciones de semi esclavitud que persisten en nuestro país.

De más de 50 millones de trabajadores que hay en México, solo en 3.4 por ciento cuenta con el apoyo de algún sindicato, lo que da una idea de cómo la globalización y el neoliberalismo han mermado la estructura sindical hasta reducirla a su mínima expresión.

Pero eso sí, dice la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, los mexicanos son las personas más trabajadoras del mundo, medidos en horas trabajadas por año, pero al mismo tiempo son los peor pagados de todo el orbe pues el salario mínimo representa sólo 60 centavos por hora.

Por eso, la organización internacional Walk Free, considera a México como el país que tiene el primer lugar en América Latina en el Índice Global de Esclavitud 2014 con al menos 266 mil 900 personas víctimas de la esclavitud moderna.

Este panorama demuestra que la clase trabajadores se encuentra indefensa ante la globalización y que desde hace por lo menos 21 años, a raíz de que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, las condiciones laborales se han deteriorado de manera drástica.

Lo que es más desde hace dos años que comenzó a operarla llamada reforma laboral, no ha servido para crear un nuevo empleo más para trabajadores sindicalizados, lo que demuestra el gran fracaso de las llamadas reformas estructurales.

Cómo está conformado el horizonte de los trabajadores en este año 2015, pues nada más hay que señalar que más de 28 millones de mexicanos se encuentran desempleados, trabajan sin salario o laboran en condiciones de precariedad laboral.

 En México, existen 13 millones de trabajadores por su cuenta, otros tres millones son empleadores, tres millones más no reciben pago y tres millones adicionales están desocupados.

Paralelamente de los supuestamente 33 millones que están ocupados y son empleados asalariados, más de la mitad no tiene prestación alguna.

Por ejemplo, dentro de estos 33 millones ocupados y asalariados se encuentran los casi 700 mil jornaleros de San Quintín, cuyo movimiento laboral ha despertado el interés en todo el mundo por las condiciones de semi esclavitud a que son expuestos.

Los trabajadores de las armadoras también forman parte de este grupo, pero según han señalado los exempleados de la japonesa Mazda, trabajan hasta 12 horas diarias y sufren condiciones de agotamiento tal que muchos trabajadores sufren convulsiones y únicamente son dejados de lado porque la producción no se puede detener.

Si hablamos de los sindicalizados, las cifras son todavía más aterradoras, pues en la década de los noventas, es decir hace 20 años, tan sólo la Confederación de Trabajadores de México, la priista CTM, presumía tener 12 millones de obreros en sus sindicatos.

Hoy, contando a la CTM y a los sindicatos impedientes y de acuerdo con la secretaría del Trabajo, el número de empleados sindicalizados en el país no supera los dos millones de mexicanos.

Este es el panorama, en síntesis del primero de mayo de 2015: nada que festejar. Como dice el filósofo del metro: La clase alta no tiene clase, la clase media no tiene medios y la clase trabajadora no tiene trabajo.
 
*Comentario para Radio Educación/ 1 de mayo de 2015

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