El filósofo del metro dice:
Las tragedias griegas
comienzan con una
primera llamada
El FMI tiembla ante el
referéndum de Grecia
Roberto Fuentes Vivar*
El
caso de Grecia es sin duda el más relevante de la semana por varias cuestiones.
Una de ellas es que al menos durante los últimos siete días el sistema financiero
internacional se encuentra en jaque y podrá arrinconarse más ante la pared
cuando se realice el referéndum en el país helénico el próximo domingo.
Vamos
por partes: a raíz de que el presidente griego Alexis Tsipras anunció el referéndum para conocer la opinión
de los ciudadanos acerca de si aceptan o no las condiciones del Fondo Monetario
Internacional y sus acreedores europeos, para apretarse más el cinturón, el
mundo financiero se puso a temblar
Después
del anuncio del referéndum Grecia cayó en moratoria al no pagar mil 800
millones de dólares debía liquidar hace unos días. Sin embargo Tsipras declaró
que no realizaría pago alguno sino hasta después de que el pueblo griego se
manifestara en las urnas. Esto volvió a causar temor a los señores de los dineros
de todo el mundo.
Eso
es, en términos generales lo que sucedió, pero al mismo lo que ha ocurrido es
que Grecia se ha sometido a dos grandes tipos de especulación; la informativa y
la financiera. La primera se puede observar todos los días en los noticiarios,
pues las grandes agencias y corporativos mediáticos globales han emprendido una
especie de campaña en contra del presidente griego.
La
otra especulación, la financiera, también ha estado presente en todos los
mercados y ha afectado a las bolsas y monedas de prácticamente todo el mundo
incluyendo a México.
Y
aquí hay una pregunta que vale la pena hacer y responder ¿existen razones
técnicas y financieras para que Grecia afecte a nuestro país? Definitivamente la
respuesta es no. Es cierto que los ataques especulativos internacionales,
mediante los cuales el dólar se ha revaluado ante el euro han ocasionado que
también se devalúe el peso. Sin embargo, en lugar de que el peso se revaluara
por su alineamiento al dólar estadounidense se ha devaluado, lo que no es más
que un síntoma de que la economía mexicana no está tan bien, como dicen las
autoridades, pues la única fuente de moneda extranjera que se mantiene es la
llegada de remesas.
De
hecho, la tragedia griega ha sido utilizada por las autoridades como pretexto
para adoptar medidas de astringencia financiera y de ajustes presupuestales
futuros, sin que la realidad helénica tenga nada que ver con el mercado interno
mexicano y con el presupuesto de egresos para el año entrante.
De
hecho, el comercio con Grecia representa sólo el 0.05 por ciento del total del
intercambio mexicano por lo que las repercusiones deberían ser mínimas, pero la
especulación internacional es la que ha hecho que los mercados mexicanos sean
afectados.
¿Qué
pasa en términos generales a nivel mundial? En primer lugar el referéndum de
Grecia es un parteaguas en la historia del sistema financiero internacional,
pues por primera vez se somete a la soberanía nacional el futuro de una nación
y se coloca al FMI como un chantajista o cobrador de créditos, como los
despachos de abogados que en México hablan a los deudores en nombre de los
bancos.
Hay
que recordar que no fueron los griegos los culpables de su endeudamiento, pues
buena parte del crecimiento de sus obligaciones financieras se debió a las
famosas olimpiadas de Atenas. Sin embargo, los ciudadanos griegos no estuvieron
conformes con esos préstamos y ahora dicen que no tienen por qué pagar por
créditos que no les beneficiaron. Por eso seguramente el domingo triunfará en
no en el referéndum.
Hay
varias causas de temor por parte de los organismos financieros y de la dupla de
mujeres integrada por Christine Lagarde, director del FMI y la canciller
alemana Ángela Merkel. Una es que lo que suceda en Grecia puede ser extensivo a
otros países que se encuentran en igualdad de condiciones.
La
otra es que muchos bancos europeos, sobre todo alemanes y españoles, pueden
quebrar. Nada menos BBVA y Santander esperan el pago de Grecia por algo así
como 20 mil millones de dólares. Un tercer temor es lo que puede suceder con la
Unión Europea, en el remoto caso de que Grecia decida salirse de ese grupo.
No
es aventurado decir que en el referéndum va a ganar el no, lo que pone en un
jaque todavía mayor al sistema financiero internacional, pues el presidente
griego contará con la voluntad popular para negociar condiciones menos
asfixiantes para su futuro financiero. Tampoco es aventurado decir que, de
momento, no habrá una salida de Grecia de la Unión Europea, por lo que todo lo
que sucede es especulación y habrá que esperar al domingo y al lunes para saber
lo que sucede. Por lo pronto a México no debería de afectarle la situación
griega y sòloo es un pretexto para no
decir que la que está mal es la economía mexicana. Como dice el filósofo del
metro: En las tragedias griegas siempre hay una primera llamada antes de
comenzar la obra.
*Comentario para Radio Educación/ 3 de julio de 2015
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