El filosofo del metro dice:
No hay mayor
enfermedad que
ser paciente
Mexico inaugura en Davos
la hipocresía financiera
Roberto Fuentes Vivar*
Como cada año, un grupo de personajes de la vida económica y política del mundo se reúnen por estos días en Davos, Suiza, para supuestamente intercambiar experiencias para la planeación del año que comienza y exponer a sus países como receptores de inversión.
Fuera de que es un negocio personal de un economista alemán llamado Klauss Schwab, quien en la década de los setenta del siglo pasado creó el Foro Económico Mundial para apuntalar el boom del mundo globalizado y de ahí ha sacado varios cientos de millones de dólares para su bolsillo, en la reunión de este año existen varias lecciones para nuestro país.
En primer lugar, Davos ha perdido el interés en México, por lo que la asistencia de funcionarios públicos que supuestamente van para atraer inversiones, es totalmente prescindible. En segundo, Felipe Calderón hizo gala de algo que podría bautizarse como la nueva hipocresía financiera.
Ayer, por ejemplo, criticaba este tipo de reuniones por sus escasos logros y porque los países no cumplen sus compromisos. Aquí hay que señalar que el simple hecho de estar ahí significa una pasarela para que el mundo globalizado lo vea. De ahí surge una pregunta ¿para qué ir si los foros no sirven?
Hoy, en una reunión sobre el futuro de América Latina, Calderón hacía un llamado a reformar las instituciones financieras internacionales, cuando su gobierno es el que más ha seguido, a pie juntillas, las normas y medidas que dictan precisamente los organismos que ahora pide modificar. Incluso habló de un mundo enfermo que necesita curarse, pero sigue administrándonos a los mexicanos la medicina que le recomiendan los médicos enfermos.
Lamentablemente, por la enfermedad del mundo y las recetas que se han dictado desde Davos junto con Washington y todo el entorno de Bretton Woods, nos han llevado a ser uno de los países con el peor comportamiento económico del mundo a raíz de la crisis.
Concretamente esta semana comenzaron a salir las primeras cifras oficiales del año pasado y el resultado es que hay un desastre del cual no podemos salir. Concretamente, el comercio exterior, una de las prioridades del grupo de Davos, registró una caída de 22% y hubiera sido mayor si no es porque aumentaron al finalizar el año las ventas de petróleo subieron casi 100%. En materia de empleo, el año terminó con mayor desocupación que 2008, mientras que la inflación sigue creciendo.
Fuera de los datos oficiales que ya de por sí son una radiografía del desastre, quisiera referir un análisis que presentaron Merrill Lynch y Bank of América sobre nuestro país, según el cual el producto interno bruto por habitante o PIB per cápita, registró el año pasado un derrumbe superior al 20%.
Concretamente ese dato, sacado del retroceso de la actividad económica, aunado al crecimiento de la inflación y a la devaluación, indica que durante 2009, cada mexicano valió 8 mil dólares, mientras que en 2008 la cifra era superior a los 10 mil dólares. Es decir, en síntesis que cada mexicano fue 26 mil pesos más pobre que un año antes.
Para colmo, según Merrill Lynch y Bankamerica, esta pérdida no se recuperara este año ni el siguiente, sino que, si bien nos va será hasta 2012 cuando regresemos al nivel de producto interno bruto por habitante que teníamos en 2008.
Pero eso sí, hasta hoy, después de varios años en que muchos mexicanos lo habíamos advertido, Felipe Calderón reconoció que el mundo está enfermo. Como dice el filósofo del metro: la mayor enfermedad consiste en ser paciente.
*Comentario para Radio Educación/29 de enero de 2010
0 Comments:
Post a Comment
<< Home