El filósofo del metro dice:

El sospechosismo es hijo
de la duda y del cinismo

¿Dónde están cinco millones de
jóvenes del padrón electoral?

Roberto Fuentes Vivar*

Buenas tardes, ahora que se ha comenzado a hablar de un posible fraude electoral, yo quisiera llamar la atención de un asunto en el que definitivamente las cifras del padrón electoral no cuadran. No quiero decir con esto que se trata de un fraude, pero sí es un asunto que merecería una respuesta contundente del Instituto Federal Electoral.


En concreto resulta que hay cinco millones de jóvenes que presumiblemente no están en el padrón electoral y que, por lo tanto no podrán votar en las elecciones que se realizarán dentro de nueve días.

Resulta que hace algunas semanas, cuando se dio a conocer el padrón oficial para las elecciones, el Instituto Federal Electoral informó que este año podrán votar por primera vez tres millones 400 mil jóvenes. Un día después el propio presidente consejero, Leonardo Valdés Zurita comentó la cifra de tres millones y medio de jóvenes de entre 18 y 20 años que por primera vez están en el listado nominal para una elección federal.

Las cifras del IFE señalan que además de estos tres y medio millones de jóvenes hay otros 10 millones de jóvenes más que emitirán por primera vez su voto en elección presidencial, lo que da un total de 14 millones de jóvenes que votarán por primera vez por presidente la República. Para empezar ¿Por qué esa diferencia entre 10 millones y tres y medio millones, si se trata de periodos de tres años y deberían ser cifras similares?

En fin, para no entrar en muchos detalles ni aburrir al auditorio con muchas datos quisiera enfocarme nada más a los que van a votar por vez primera. Los jóvenes que tienen 18, 19 y 20 años que no pudieron sufragar en 2009 y nacieron en los años de 1992, 1993 y 1994.

Consultando las cifras oficiales del INEGI, resulta que 1994 fue el año en que históricamente nacieron más mexicanos, pues al año siguiente la cifra comenzó a descender. Es decir que al mismo tiempo que el nacimiento del EZLN, del asesinato de Luis Donaldo Colosio y de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio, ese año pasará a la historia por ser en el que más nacimientos hubo. Nada menos que dos millones 904 mil.

El año anterior, también uno de los más altos en nacimientos de la historia, 1993, nacieron dos millones 839 mil bebés y en 1992, dos millones 797 mil. Con los nacimientos en estos tres años, se llegó a la cúspide la pirámide demográfica.

Si se suman los niños que nacieron en esos tres años y que deberían estar inscritos en el padrón electoral, el total es, en números redondos, de ocho millones 500 mil jóvenes que deberían estar inscritos en el padrón electoral para votar por primera vez.

Sin embargo, el número oficial es de tres millones 500 mil. ¿Qué sucede con los otros cinco millones? ¿Desaparecieron? ¿Fueron rasurados en el padrón?

Para no caer en elucubraciones innecesarias consulte a especialistas en demografía y me dijeron que hay tres fenómenos que pueden incidir en reducir esa cifra: primero, la alta migración juvenil, segundo los fallecimientos y tercero un bajo nivel de empadronamiento.

Sin embargo, según los demógrafos consultados la cifra por esas tres razones incidiría a lo mucho en 10 por ciento del total.

Hay otra razón que vale la pena mencionar y es que no todos los jóvenes que nacieron en 1994 podrán votar este año por haber nacido en meses posteriores a la elección, pero esa cifra se compensa con los que nacieron en 1991 y estuvieron en la misma situación hace tres años.

El hecho concreto es que las cifras del IFE no cuadran y eso da lugar a suspicacias. Como dice el filósofo del metro: El sospechosismo es hijo de la duda y el cinismo.
*Comentario para Radio Educación/ 22 de junio de 2012