El filósofo del metro dice:
La ley va un lado,
la justicia para el otro
y los mexicanos enmedio
Esta semana la justicia anduvo de cabeza
Roberto Fuentes Vivar*
No
cabe duda que la justicia en México está de cabeza. Por lo menos esta semana.
Hoy nada menos fue liberado Rafael Caro Quintero, quien durante 28 años
permaneció en prisión por el asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena
Salazar.
Si
es o no culpable, lo cierto es que un tribunal federal de Guadalajara ordenó su
liberación inmediata, por considerar que fue juzgado en forma indebida. Concretamente se le concedió amparo porque el
juez documentó que debió ser juzgado en el fuero común y no en el federal. ¿Por
qué casi tres décadas después se da cabida a algo que pudo haberse descubierto
desde hace mucho? ¿Fue realmente un chivo expiatorio? ¿Recuerda el auditorio
que este personaje decía que lo dejaran pagar la deuda externa con el dinero de
las drogas? ¿Porqué se libera ahora que precisamente s debate la legalización
de la mariguana? En fin, el caso da para
muchas preguntas.
Pero
la justicia de cabeza también estivo en Veracruz, en donde ayer por mayoría de
votos, la séptima sala penal del Tribunal Superior de Justicia, revocó la
sentencia de 38 años y dos meses de prisión contra Jorge Antonio Hernández, presunto
asesino de la periodista Regina Martínez. La familia de la reportera de Proceso
informó que impugnará esta decisión.
Los
magistrados consideraron que se violaron las garantías del supuesto asesino
durante el proceso penal y que no contó con la defensa debida, pues el
litigante que le fue asignado por el gobierno estatal no cumplió de forma adecuada con su función,
además de no medió orden de aprehensión. Si así va actuar el estado en todos
los asesinatos contra periodistas, quizá será mejor que no actúe.
Mientras
todo esto sucedía, también en Veracruz fue asesinado el líder ambientalista Noé
Vázquez Ortiz. El Integrante del Movimiento Mexicano de Afectadas por las
Presas y en Defensa de los Ríos fue apedreado por personas que reconocieron
tener diferencias con el activista. Habrá que ver hasta dónde llega la justicia
en este caso en el que hay varios detenidos.
Un
día antes de la muerte de Noé, en el Istmo de Tehuantepec, murió Héctor
Regalado Jiménez, quien recibió seis impactos de bala. Este pescador y opositor
a la instalación de parques eólicos, fue
baleado, según la Asamblea Popular del Pueblo Juchiteco por sicarios de la
empresa eólica Gas Natural Fenosa, y elementos de la Policía Auxiliar,
Bancaria, Industrial y Comercial (PABIC), institución policiaca contratada por
la empresa.
En
el norte del país, en Sonora, varios activistas y asesores de los indígenas
guarijíos, fueron amenazados de muerte y tuvieron que abandonar la zona, tras
agresiones físicas y verbales. Concretamente Jesús Armando Haro Encinas y Ramón
Martínez Coria, presidente de la organización Foro para el Desarrollo
Sustentable asesoran a los guarijíos que se oponen a la presa Los pilares que
afectaría sus comunidades. También en
Sonora los opositores yaquis al acueducto bicentenario han sido golpeados,
encarcelados o amenazados de muerte por defender su patrimonio. Y todo esto en
una semana. Como dice el filósofo del metro: La ley va para un lado, la
justicia para el otro y los mexicanos en medio.
*Comentario para Radio Educación/9 de agosto de 2013
0 Comments:
Post a Comment
<< Home