El filósofo del metro dice:
En el teatro como en la vida,
actuación solo es actuación
La campaña de Profeco
¿Va en serio o sólo es para
olvidar la crisis económica?
Roberto Fuentes Vivar*
Esta
semana ha sido interesante en lo que se refiere a la campaña de la Procuraduría
Federal del Consumidor en contra de grandes empresas transnacionales.
La
idea de que el gobierno haga cumplir la ley y obligue a los empresarios a no
abusar es loable. Sobre todo cuando realmente se trata de proteger a los
consumidores. Sin embargo, parece ser que no es el caso de lo que está
sucediendo.
Vamos
por partes. Hace unos 15 días, la Profeco inmovilizó más de 20 mil productos de Bimbo por incurrir en publicidad
engañosa. A los pocos días, tras negociaciones, el dueño de Bimbo, Daniel
Servitje informó que ya se había resuelto el problema, tras el cambio de
empaques y que nuevamente el producto estaba en los anaqueles.
Ya
esta semana la asociación civil denominada El Poder del Consumidor dio a
conocer que La Procuraduría Federal del Consumidor, junto con la Comisión
Federal para prevenir Riesgos Sanitarios (Cofepris), decidió retirar la campaña
de Coca-Cola “149 calorías, para usar en más actividades felices”, la cual –dice-
es “engañosa y representa riesgos para la salud”.
Coca-Cola
desmintió la información y explicó que la campaña salió del aire porque había
terminado su pauta publicitaria y que no había multas ni sanciones por parte de
Cofepris, ni de la Profeco, sino que era un malentendido.
Al
día siguiente, la Profeco anunció que impondría una multa a McDonald's por 648
mil 548 pesos por publicidad engañosa en su 'Cajita Feliz'. La empresa respondió
que impugnaría la sanción y acudiría a las instancias correspondientes.
Menos
de 24 horas después, la Profeco decidió clausurar, simbólicamente, 15 hoteles
de la ciudad de México. Ayer hizo lo mismo en Guadalajara con 11 hoteles y en
las playas de Guerreo, con 14 hoteles. Todos siguieron operando.
Hasta
ahí no hay, hasta el momento afectación económica a las grandes empresas. Sin
embargo sí hay una percepción mediática de que el gobierno está trabajando para
la sociedad. En este sentido déjenme hacer dos paréntesis.
Uno,
este lunes, la aseguradora francesa Axa lanzó una campaña para concientizar a
los conductores de su responsabilidad, a través de un seguro que cubre los
gastos si atropellan un ciclista. La comunidad ciclista respondió indignada en
las redes sociales y Axa reconoció su error al herir susceptibilidades y
decidió unilateralmente retirar la campaña. Ahí si con pérdidas millonarias y
sin intervención de las autoridades, ni siquiera exposiciones mediáticas.
El
otro paréntesis es que en el DF, el Instituto de Verificación ha clausurado
decenas de micro y pequeños establecimientos, dejando sin trabajo a miles de
personas que seguramente aumentarán la informalidad. ¿Qué van a hacer, por
ejemplo, los dueños y trabajadores del rey del suadero de Polanco con el
establecimiento formal cerrado? Seguramente abrir taquerías informales.
Bueno,
pero regresando a Profeco, hay que ver primero quien es el titular de esa
dependencia. Alfredo Castillo, es un operador político de Enrique Peña Nieto.
Fue el que bajó la presión del caso Paulette en el estado de México y también
una de las manos negras que intervino en la orden de detención de Elba Esther Gordillo.
¿Estará actuando en pro de la sociedad y de los consumidores?.
Lo
dudo. Más bien me atrevo a pensar que esta campaña tiene como objetivo desviar
la atención de la grave crisis económica que vive el país, a través de hechos que
hagan ver al gobierno federal como supuesto defensor del pueblo ante los
grandes intereses de las empresas transnacionales.
Es
decir que si Enrique Peña Nieto no puede mejorar la economía, por lo menos que
se diga que hace algo en contra de los empresarios. Como dice el filósofo del
metro: en el teatro como en la vida, la actuación no es otra cosa que
actuación.
*Comentario para Radio Educación/ 26 de julio de 2013
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