El filosofo del metro dice:

Rectificar es de sabios;
apuntalar, de necios

El domingo, debate de
modelos económicos

Roberto Fuentes Vivar*

Este domingo se va a escenificar en el Distrito Federal un choque entre dos modelos de país. Uno en las calles, el de Andrés Manuel López Obrador y otro, el de Enrique Peña Nieto que desde Los Pinos lanzará la propuesta de reforma fiscal o hacendaria.


Uno busca cambiar precisamente el esquema económico vigente desde 1986, cuando se decidió priorizar el mercado exterior como pilar del crecimiento. El otro que busca precisamente apuntalar más al modelo actual, con otra de las llamadas “reformas estructurales” o “reformas de gran calado” como las ha bautizado la iniciativa privada.

Lo interesante la marcha de Andrés Manuel López Obrador será ver la capacidad de convocatoria que mantiene quien ha sido candidato presidencial en dos ocasiones y que, en ambas, ha asegurado haber obtenido la mayoría de votos a su favor.

En este sentido la marcha en contra de las reformas será un termómetro importante de cómo ha aumentado o disminuido el descontento hacia Enrique Peña Nieto, a nueve meses de que tomó posesión y a un año de que fue declarado presidente electo, precisamente en septiembre del 2012.

En lo que se refiere al modelo económico vigente, se presentará la reforma hacendaria y por ello el propio Peña Nieto tuvo que anticipar su regreso a México desde Rusia, en donde se encontraba para la reunión del Grupo de los 20.

Mucho se ha especulado acerca del contenido de la reforma, que sí se propondrá el IVA sólo a medicinas, que si únicamente habrá un IVA de 5% a medicinas y alimentos, que si se va gravar a los más ricos o que si desaparecerán los privilegios fiscales.

Habrá que esperar hasta el domingo para conocer cuál es realmente la propuesta. Lo que sí es un hecho es que Enrique Peña Nieto buscará fortalecer con ella el actual modelo económico que muestra ya fuertes signos de agotamiento.

Esta mañana, nada menos, el banco de México, decidió reducir en un cuarto de punto su tasa de referencia, a 3.75%, ante el debilitamiento significativo de la economía. Esta baja permitirá supuestamente reducir el costo del crédito para propiciar una mayor actividad económica en todos los sectores.

La medida que tomó por sorpresa a muchos analistas, se debe a la apabullante cantidad de datos negativos que se registran en el entorno. Esta semana se dio a conocer que el país cumplió un año de desaceleración en los indicadores cíclicos que mide el INEGI, se informó que también se cumplió un año con caída en las remesas, el riesgo-país se elevó por segunda semana consecutiva, el peso perdió terreno y las perspectivas de crecimiento económico para este año descendieron en picada tanto en la encuesta que realiza el Banco de México, como en la que elabora Banamex.

Pero no sólo los datos oficiales son negativos. Los privados también.

WalMart, la principal cadena de autoservicios o supermercados del país, informó que en agosto sus ventas bajaron 2.6 por ciento en semanas comparables con el año pasado, mientras que en Centroamérica crecieron 5.4 por ciento.

En síntesis, si se aplicará un termómetro a la economía de México, cada vez que se le toma la temperatura baja algún grado y quizá ya estemos al nivel de la hipotermia. Por eso, este domingo será interesante el enfrentamiento de los dos modelos. Como dice el filósofo del metro: rectificar es de sabios, apuntalar de necios.

*Comentario para Radio Educaicón/ 5 de septiembre de 2013