El filósofo del metro dice:

Cuando lo tupido es duro
ya ni llorar es bueno

Se cumplen 7 años de mala
suerte para los mexicanos

* Roberto Fuentes Vivar

Hay dos informaciones que ponen de relieve el desastre económico que se ha vivido en los más recientes siete años. Una es el informe que presentó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentado hoy en el que se asienta el bajo crecimiento alcanzado durante el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto. La otra es el reporte de la Auditoría Superior de la Federación que da cuenta del último año de gobierno de Felipe Calderón y de todo su sexenio.


El reporte del INEGI indica que México la economía mexicana creció sólo 1.1 por ciento durante el año pasado, menos de la tercera parte del pronóstico oficial de 3.5 por ciento y también menos de la tercera parte del incremento en el PIB logrado durante 2012, cuando fue de 3.9 por ciento.

En el cuarto trimestre del año –con todo y buen fin de por medio- la economía sólo creció 0.7 por ciento, la mitad de lo que había avanzado el trimestre anterior. Si analiza por sectores, el primario y el secundario –es decir el agropecuario y el industrial, tuvieron un crecimiento de 0.3 por ciento y 0.7 por ciento, respectivamente, pero el sector terciario –comercio y servicios –incluyendo especulación- fue el único que realmente avanzó y a un raquítico 2.1 por ciento.

La caída del crecimiento económico obedeció a una disminución en las exportaciones manufactureras a Estados Unidos, al retraso en el ejercicio de gasto público durante la primera mitad de 2013 debido al cambio de gobierno; y a la crisis por la que pasa la industria de la construcción.

Aquí vale la pena pasar ya al otro reporte, el de la Auditoría Superior de la Federación, que señala que el crecimiento económico promedio del sexenio de Felipe calderón fue de 1.9 por ciento, lo que significa que la economía mexicana cumplió 7 años con un crecimiento promedio inferior a dos por ciento anual.

Pero eso sí, por los beneficios tributarios a las empresas, el fisco dejó de recibir sólo en el último año de Felipe Calderón 769 mil 448 millones de pesos, la mitad de la recaudación total.

Quienes fueron los beneficiarios. La Auditoria Superior explica textualmente ‘‘los grandes beneficiarios de los regímenes especiales fueron la dirección de corporativos y empresas, actividades de gobierno y organismos internacionales; agricultura y ganadería; transportes; industria maquiladora; servicios financieros y seguros; servicios inmobiliarios y de alquiler, y servicios de esparcimiento cultural y deportivo’’.

En el informe de la cuenta pública se explica que de lo que dejó de r3ecibir el gobierno en 2012, 235 mil 177 correspondieron a IVA; 176 mil 890 a impuestos especiales; 143 mil 318 al ISR empresarial; 128 mil 786 al ISR a personas físicas; 73 mil 15 millones al IETU, y 12 mil 262 a estímulos fiscales.

Para colmo, la auditoria superior encontró una especie de agujero negro de 285 mil 103 millones de pesos que formaron parte del endeudamiento de 2.2 billones de pesos registrado durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa y que se desconoce su destino.

Por el lado contrario, lo que sí creció tanto en los seis años de Felipe Calderón como en el primero de Enrique Peña Nieto, fue el desempleo, la informalidad, la deuda pública, la desigualdad social y la pobreza los mexicanos.

Tan sólo el año pasado, al haber crecido más la población que la economía se presentó un desequilibrio adicional en el bolsillo de todos los mexicanos.

Como dice el filósofo del metro: cuando lo tupido es duro ya ni llorar es bueno.

*Comentario para Radio Educación/21 de febrero de 2014