El filósofo del metro dice
Capitalistas mexicanos,
uníos, pero a la sociedad
Urge que los empresarios nacionales
se solidaricen para enfrentar la crisis
Roberto Fuentes Vivar*
Esta semana se presentaron varias noticias relacionadas
con la economía y su reactivación. La principal desde luego fue la presentación
del paquete económico y las reacciones que se han registrado a su contenido.
Creo que en ningún país del mundo, la iniciativa
privada ha mostrado tanto su avaricia como en México. Parece ser que los
empresarios, como se dice coloquialmente, ven la tempestad y no hincan, sino
que quieren que les pongan un cojín de terciopelo para poder hincarse ante los
vientos fuertes que se presentan.
Para nadie es un secreto que vivimos en una de las
mayores crisis económicas de la historia a nivel mundial, por lo que los gobiernos
intentan paliarla por medio de apoyos a las clases sociales marginadas,
contando incluso con el apoyo de los empresarios que en muchas naciones están
dispuestos a sacrificar ganancias para salir adelante.
Lamentablemente en México, el sector empresarial
volvió a abrir sus fauces para amenazar al gobierno con las mismos ladridos que
ha utilizado a lo largo de décadas para sacar provecho del gobierno, aún en
situaciones de emergencia como la que vivimos.
Concretamente ayer, varios dirigentes de la
iniciativa privada se reunieron con senadores en parlamento abierto para
exponer sus ideas sobre el paquete económico para 2021 y ahí exhibieron,
nuevamente, su falta de solidaridad con el pueblo mexicano.
El paquete económico, por sí mismo, puede
considerarse como uno de los más austeros de la historia contemporánea, pues la
pandemia de Coronavirus ha colocado al gobierno en una situación de extrema vulnerabilidad.
Por eso se prevé un crecimiento económico de 4.3 por ciento, con un Presupuesto
de Egresos de la Federación del orden de 6.3 millones de pesos.
En este paquete (criterios generales de política
económica, presupuesto de egresos, ley de ingresos y adecuaciones fiscales)
para 2021, se incluyen medidas conservadoras y puede asegurarse que está dominado por lo que
el presidente llama la austeridad republicana.
Pero en fin, todo el sector público está castigado
de alguna manera por la escasez de recursos que se prevé. Sin embargo, los
empresarios continúan con su cantaleta de exigir al gobierno apoyo directamente
para ellos y sus allegados.
En la reunión de ayer ante legisladores, el
presidente del Consejo coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelí, les dijo
a los legislados que Para lograr una
recuperación real, duradera y rápida, es necesario adoptar un mecanismo
temporal de deducción inmediata de impuestos en las inversiones sin distinción
de zonas geográficas y sin distinción del tamaño de las empresas, además de que
see necesita certeza jurídica.
A su vez, el presidente de la Asociación de Bancos
de México (ABM), Luis Niño de Rivera, aseguró que hay recursos, tanto locales,
como de fuera, que quieren moverse en el país para ayudar en la reactivación
económica Y como si se tratara, nuevamente de una extorsión, agregaba... pero
que se requiere claridad y seguridad para las inversiones.
Lamentablemente, parece ser que ni siquiera estos
dos personajes, los principales dirigentes de la iniciativa privada, habían
leído bien los documentos en cuestión, pues
en ellos se anuncia que el gobierno federal aprobó proyectos de infraestructura
por 304 mil millones de pesos a la Iniciativa Privada.
Se trata de un portafolio de 59 proyectos que serán
financiados y desarrollados a través de capital en conjunto con inversión
pública. Pro parece ser que este tipo de iniciativas no les interesa, sino que
lo único que buscan es que se les condonen impuestos y les otorguen apoyos para
poder invertir.
Ya el programa de recuperación de condonaciones
fiscales ha demostrado cómo en sexenios pasados las grandes empresas nacionales
e internacionales evadieron sus responsabilidades ante el fisco y ante la
sociedad. Concretamente esta semana se dio a conocer que el banco español BBVA
pagará tres mil 200 millones de pesos con lo que se unió a empresas como FEMSA,
Wal Mart, Modelo, IBM, América Móvil, la minera Fresnillo que han sido
obligadas a pagar impuestos atrasados.
Así como durante muchas décadas los empresarios
gozaron de privilegios, ahora tras la pandemia y sus secuelas económicas, es
urgente que en vez de tratar de extorsionar al gobierno para obtener más
ganancias se solidaricen con la sociedad, como lo están haciendo en la mayoría
de los países.
Nadie en contra de que los empresarios obtengan
ganancias, pero sí de que sus utilidades a veces desmesuradas sean a costa del
erario público. Por eso, hoy ante la emergencia, es urgente que por primera vez
en la historia contemporánea se la jueguen con el país. Dice el filósofo del
metro: capitalistas mexicanos, uníos, pero a la sociedad y no en su contra.
*Comentario para Radio Educación/ 11 de septiembre de 2020
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