El filósofo del metro dice:
No hay nada más perjudicial
que el miedo al Poder Judicial
Las reformas sólo servirán si la
sociedad participa contra jueces
Roberto Fuentes Vivar*
Ayer, el Senado aprobó las leyes reglamentarias de
la reforma constitucional al Poder Judicial que busca erradicar el nepotismo y
la corrupción entre jueces y magistrados y personal de este poder que se ha
mantenido prácticamente intocable por décadas.
Ahí se prevén sanciones más severas que van desde el
retiro temporal hasta la inhabilitación por 20 años de los juzgadores, para jueces,
magistrados y empleados que hayan aceptado sobornos o incurrido en tráfico de
influencias, quienes además tendrán la obligación de restituir dos veces los
beneficios que hubieran obtenido para sí o un tercero, Otro punto importante es
que tendrían que pagar una indemnización
si se provocaron daños y perjuicios a la Hacienda Pública Federal, local o
municipal.
Con esta reforma se crea la nueva Ley Orgánica del
Poder Judicial y la Ley de la Carrera Judicial, y fue aprobada con el voto a
favor de la mayoría de las fuerzas políticas, excepto MC y algunos senadores
del PAN. Un punto importante es que la Corte podría delegar responsabilidades
que hoy día la agobian.
También en un artículo transitorio se aprobó que Arturo
Zaldívar permanezca dos años más al frente de la Corte y del Consejo de la
Judicatura Federal, lo que ha creado una polémica que de alguna manera oscurece
el asunto de fondo que es la reforma misma. Supuestamente la ampliación de
Zaldívar es para que esté al frente del Poder Judicial, cuando comience esta
reforma que supuestamente fue propuesta por los mismos miembros del Poder
Judicial.
Es
interesante que La nueva Ley de Carrera Judicial del Poder Judicial
prohíbe a jueces y magistrados la contratación de familiares, amigos y
allegados y establece que todos los cargos se obtendrán a través de concursos
de oposición y también se someterá a concurso el desempeño, la permanencia en
el cargo y los ascensos.
En fin, la reforma, la primera en 25 años, contiene
muchos puntos que vale la pena conocer a detalle, pero creo que en principio es
un buen intento para frenar la impunidad que se presenta en el Poder Judicial y
que de alguna manera afecta a millones de mexicanos.
Les comento algunos datos del Propio Poder Judicial
y del INEGI.
Cada año ingresan en los Tribunales Colegiados de
Circuito, Tribunales Unitarios de Circuito, Juzgados de Distrito y Centros de Justicia Penal Federal, un
millón 174 mil 386 asuntos
En total el Poder Judicial de la Federación tiene
mil 370 órganos jurisdiccionales y administrativos, con un total de 47 mil 123
servidoras y servidores públicos, de los cuales mil 437son jueces y magistrados.
En todo este universo de asuntos y jueces, ingresan
casi cuatro mil quejas y/o denuncias
derivadas del incumplimiento de las obligaciones de los servidores públicos, pero
solo se iniciaron 145 investigaciones por presunta responsabilidad, es decir
que solo el tres por ciento de las quejas derivaron en una investigación.
Paralelamente, en Consejo de la Judicatura hay cuatro
mil 610 casos de Servidores públicos sujetos a procedimientos de
responsabilidad, pero en un año solo 341 servidores públicos fueron sancionados
y la mayoría fueron castigados por omisión en la
declaración patrimonial.
Dentro de las sanciones mayores, 46 servidores
públicos del Poder Judicial fueron sancionados por abuso de funciones y 40 por
otras razones. Concretamente hubo 23 inhabilitaciones. nueve suspensiones y
solo tres destituciones.
¿Qué nos dicen estos datos?
1.- Que una mínima parte de las quejas terminan en
investigación.
2.- Que una mínima parte de las investigaciones
concluyen en una sanción fuerte como la destitución o la inhabilitación.
3.- Que en síntesis el Poder Judicial se mantiene en
una especie de burbuja de impunidad.
Lamentablemente, creo que la Reforma al Poder
Judicial de poco o nada va a servir si la sociedad no denuncia los atropellos
¿Y por qué no lo hace? Por una simple razón: miedo.
Yo no sé quiénes del auditorio han entrado a un juzgado,
pero personalmente cada vez que he tenido que acudir a algunos, incluso como
acusador, lo primero que siento es miedo, desde que cruzo la puerta.
Y en este sentido para que, una vez aprobada, pues apenas pasó a la Cámara de Diputados, la Reforma al Poder Judicial, funcione como debe ser lo primero que tiene que lograrse es que la sociedad venza el miedo. Dice el filósofo del metro: no hay nada más perjudicial que el miedo al poder judicial.
*Comentario para Radio Educación/ 16 de abril de 2021
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