El filósofo del metro dice:

 El futuro puede ser 

verde si se combinan 

oro blanco y oro verde

Urgente, una estrategia

 para el litio mexicano

Roberto Fuentes Vivar*

La visita del presidente boliviano, Luis Arce Catacora, a nuestro país sirvió para revivir el debate sobre el litio mexicano, pues existe la idea de que en territorio nacional hay reservas suficientes para colocarnos como uno de los principales productores del ahora llamado oro blanco.

En varias ocasiones el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha hablado al respecto y más en esta semana luego de que se supo que el golpe de estado en Bolivia, en contra de Evo Morales, fue fraguado para tener el control de ese metal prioritario para las llamadas energías limpias, pues es básico para los automóviles eléctricos. Incluso en Bolivia, el gobierno de Morales, junto con una empresa alemana comenzó a fabricar este tipo de vehículos.

Ahora López Obrador dijo que  “Seguiremos revisando la importancia para la economía de explotar este recurso natural” considerado estratégico para el futuro, por lo que, de acuerdo con una iniciativa del senador Alejandro Armenta, podría incluso nacionalizarse este recurso.

De lo que se sabe hasta el momento es que Bacanora Lithium posee el yacimiento de litio más importante de México, ubicado en Sonora, de donde se pretende proveer a países asiáticos y hasta a la estadounidense Tesla, la fabricante de autos eléctricos, de Elon Musk, considerado el primero o el segundo hombre más rico del mundo.

Esta empresa, Banaconora nació en Canadá, pero está enlistada en la Bolsa de Valores británica y se trata de una de esas “mineras juniors” que no valen un centavo, pero que cuando obtienen una concesión entran a la bolsa para captar recursos y comenzar a producir metales.

De hecho supuestamente reunió capitales de todo el mundo, incluyendo hasta chinos y omaníes. Por eso sus activos eran de 20 millones de dólares, pero tras la concesión presentó un proyecto inicial por 420 millones de dólares, es decir 20 veces más que lo valía.

Nada más para complementar esta información, Bacanora se registró en México a principios del gobierno de Enrique Peña Nieto, en 2013, y para 2018, antes de las elecciones, publicó un Estudio de Viabilidad en el que se indican posibles utilidades antes de impuestos por mil 250 millones de dólares. En su planeación estuvieron varios personajes cercanos a Peña Nieto y hasta a Ricardo Salinas Pliego. Incluso se asoció con la china Ganfeng Lithium.

Precisamente con toda esta información, prsonalmente le pregunté, en una conferencia de prensa virtual a la secretaria de economía, Tatiana Clouthier, cuál era el programa para el litio. Me dijo que se estaba trabajando en un plan y que en breve se daría a conocer la propuesta del Consejo de planeación económica (Cofinece) de Sonora, lo cual no ha sucedido a pesar de que ya pasó más de medio y medio.

Pero no solo está el proyecto de Sonora, hace poco, sin embargo publicó un reportaje en el cual se indica que hay 36 proyectos para explotar el litio en territorio nacional, que están concesionados  básicamente a 10 empresas de capital extranjero.

De hecho, en el estudio “Litio, la nueva disputa comercial dinamizada por el falso mercado verde”, presentado por GeoComunes, MiningWatch Canadá y la Red Mexicana de Afectadxs por la Minería (, se indica que “Estos proyectos representan 97 mil hectáreas concesionadas además de 537 mil más que están en proceso, pero el 94 por ciento concesionado no está vigente. En su mayoría son proyectos mineros sin actividad (no han empezado su fase de exploración) y que están controlados principalmente por pequeñas empresas canadienses al borde de la quiebra, que dependen del proceso de especulación para generar recursos en la bolsa de valores de Toronto”.

De los 36 proyectos solo uno es mexicano, mientras que los demás son canadienses, británicos y australianos. Ya en total entre las concesiones vigentes y las que están en trámite, hay 48 proyectos con  623 mil hectáreas.

Precisamente ante este panorama y tras la visita del mandatario boliviano, es cada día más urgente que el gobierno dé a conocer cuál será el programa para el litio mexicano, en el cual se prevea que las ganancias no se vayan al extranjero, como sucede con el oro, sino que se queden en el país.

Dice el filósofo del metro: El futuro puede ser verde si combinamos oro negro y oro blanco.

*Comentario para Radio Educación/ 26 de marzo de 2021