Un sitio independiente y alternativo para el análisis de la realidad.

Friday, March 12, 2021

El filósofo del metro dice:

 Inocular significa no lucrar


¿Porqué algunos gobiernos municipales

o estatales entorpecen la vacunación?


Roberto Fuentes Vivar*


Ahora con la vacunación contra el Coronavirus han salido a relucir nuevamente los diferentes Méxicos en que vivimos. Lamentablemente.

Les comento que esta semana me tocó vacunarme, en la Escuela Normal Superior y fue una experiencia realmente grata. Me sorprendió la organización desde la calle hasta cada una de las carpas por las que tuve que pasar. Incluso hasta la salida cuando me dijeron que me esperaban para la segunda dosis.

Para empezar, hay que desmentir, por lo menos en mi experiencia, todos esos rumores de que existen fines partidistas o electorales en la vacunación. Sólo una vez tuve que mostrar mi credencial del INE, junto con mi ficha de registro y no hubo un solo comentario o insinuación de tipo político.

Lo que vi fue que decenas de servidores públicos (ya sean empleados o voluntarios) estaban para eso, para servir y hasta me atrevo a decir que en exceso. Me tocaron tres tipos de servidores, con tres chalecos diferentes y cada uno tenía una tarea diferente.

Fue tan rápido que en menos de una hora ya estaba yo fuera y hasta había cumplido mis 30 minutos de observación. Lo más interesante, según creo, es que en la Normal Superior, esa de donde partió hace 50 años la marcha que concluyó en el halconazo de 1971, nos reunimos personas de todas las clases sociales, en la misma fila y en la misma carpa.

Lo mismo había personas con bolsas de 60 mil pesos, provenientes de las Lomas o Polanco, que otras con la ropa deshilachada, sandalias de plástico  y  bolsas también de plástico en las que guardaban sus papeles.

Otro de los puntos interesantes que había, por decirlo metafóricamente, tres ejércitos distintos, el de los enchalecados o servidores públicos de la delegación o del gobierno capitalino, otro ejército de médicos y enfermeras y uno más, el real, de soldados que custodiaban, sobre todo las mesas de vacunación y los refrigeradores de las vacunas.

Para dar una idea de la magnitud de la logística, en la Normal había 45 mesas de vacunación, en las que nos atendían de diez en diez, además había tres carpas para permanecer en observación durante 30 minutos, que albergaban cada una a 150 personas.

Y todo el proceso estuvo perfectamente coordinado, al grado de que al salir ya tenía yo hasta la fecha preliminar para la segunda dosis, porque me tocó la vacuna de Pfizer.

Por eso, me dio coraje esta mañana cuando ví las primeras planas de los diarios y lo primero que encontré fue una foto de un tipo amenazando con sacar un arma porque se había suspendido la vacunación en Santa Lucía del Camino Oaxaca, un municipio con poco menos de 50 mil habitantes, bastante menos que los 365 mil pobladores de mi alcaldía Miguel Hidalgo.

De lo que sucedió y está sucediendo en Oaxaca, hay bastante información, lo mismo de lo que ha pasado en otras entidades como Chiapas o Morelos, en donde se han presentado problemas y algunas personas han tenido que esperar hasta 24 horas para poder acceder a su vacuna.

Lamentablemente en donde se presentan problemas es en los lugares más marginados del país, como Chiapas o Oaxaca que ocupan los primeros lugares del país en índices de pobreza, mientras que en lugares como mi alcaldía el proceso es ágil y rápido, sin problemas.

¿Por qué pasa esto? Lo más probable es que la coordinación entre los tres niveles de gobierno no sea del todo fluida, como debiera ser o también podría ser porque existen esos absurdos celos políticos, precisamente entre los tres niveles de gobierno y que entre ellos se pongan piedras para colgarle el tache a otros y la palomita de buena conducta a sí mismos.

Esto es particularmente visible entre los niveles municipal y estatal, porque al parecer el poder federal es decir salud y militares sí parecen estar de acuerdo.

En fin, es lamentable que mientras en la capital la vacunación transcurra de manera fluida, en lugares pobres haya entorpecimiento afectando a los ciudadanos. Dice el filósofo del metro: inocular significa no lucrar.

*Comentario para Radio Educación/ 12 de marzo de 2021

0 Comments:

Post a Comment

<< Home

 
EL SENDERO DEL PEJE senderodelpeje.comNoticias sobre Andrés Manuel López Obrador y la política mexicana hacia el 2006