El filósofo del metro dice:

No es lo mismo
militar que
ser militar

Aumentan más de 100% el salario a soldados

Roberto Fuentes Vivar*


Hoy se conmemoró el día del ejército y se trató de una ceremonia atípica, por los mensajes emitidos tanto el ejército como Felipe Calderón.
Primero, el secretario de la Defensa, Guillermo Galván Galván, lanzó a Felipe Calderón una amenaza y una advertencia. Una amenaza al reiterar, con todo detalle, el papel institucional y constitucional que ha mantenido el ejército, pero destacando su base popular, de la cual no desea alejarse.
Cabe recordar que el día de la marcha de la lealtad, el ejército ya había emitido un mensaje político en contra de quienes quieren dividir al país y con destinatarios concretos como los legisladores. Quizá por eso, hoy no estuvieron en la ceremonia los presidentes del senado y de la Cámara de Diputados.
En otra parte de su discurso y al hablar sobre el narcotráfico, el secretario lanzó su advertencia y aquí retomo las palabras textuales: " Si se extiende en demasía (la lucha contra el narcotráfico), si se alarga en excesos el trayecto de la confrontación, no sólo se incrementará el número de víctimas inocentes, también se causará un daño adicional a la población, porque podría terminar habituándose a la cultura de la violencia y esto sería la distorsión a las percepciones colectivas. Produce mitos y fantasías en donde la ausencia de respeto a la vida humana y la insensibilidad absoluta al dolor son expresiones lamentablemente recurrentes".
Esto quiere decir, en síntesis, que el ejército, no está tan conforme con eternizar el papel que se la asignado en la lucha contra el narcotráfico y que pone una especie de ultimátum a Calderón para que asigne límites a una guerra que está ocasionando divisiones en el país.
En este sentido, hay que aclarar que el propio partido de Calderón, el PAN, se encuentra profundamente dividido, al grado de que se pide casi expulsar al hijo de Manuel Clouthier por asegurar que en su estado, Sinaloa, no se ha atacado el narcotráfico. Es decir que en este momento dos de los principales aliados de Los Pinos, el PAN y el ejército se encuentran de alguna manera inconformes con el rumbo que ha seguido la lucha contra el crimen organizado.
La respuesta de Calderón fue inmediata y dijo palabras menos que son cobardes quienes quieren abandonar la guerra contra el narco, pero eso sí anunció un aumento de 40% para las fuerzas armadas y de 115% para los soldados rasos. Es decir que con dinero quiere comprar la lealtad del ejército para continuar indefinidamente con una lucha que ha cobrado 17 mil víctimas, de las cuales solo 44 fueron de soldados, y en muchas ocasiones ha sido violatoria de los derechos humanos.
Por cierto que hay que averiguar de dónde va a salir el dinero para este aumento salarial, pues para este año el presupuesto de la secretaría de la Defensa Nacional es de 43 mil millones de pesos, 500 millones menos que el año pasado. Y el año pasado, ya para mayo se había agotado. Las previsiones salariales de la defensa eran para este año de 863 millones de pesos y seguramente se duplicarán.
Pero seguramente lo más grave es que este aumento salarial, aleje aún más al ejército del sentimiento popular, pues ¿Qué opinará un burócrata, un trabajador común o un asalariado cuando ve a la milicia le aumentan más de 100% el salario cuando ellos no reciben aumento o si lo hacen es de 5%? ¿Se está creando un sector de excepción con el ejército con graves consecuencias posteriores? ¿O se está pensando en militarizar cada vez más al país?.
Como dice el filósofo del metro: No es lo mismo militar que ser militar.
*Comentario para Radio Educación/19 de febrero de 2010