El filosofo del metro dice:
Un águila vuela
sobre estrellas
no la encierran
entre barras
Huele raro, huele a ASPAN
Roberto Fuentes Vivar*
A dos años de que los presidentes de México y Estados Unidos y el primer ministro de Canadá firmaron la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte –el TLC plus, como le llaman- y a un año de que los ministros de los tres países acordaron reglamentos y compromisos concretos para consolidar esa alianza, hay muchas cosas que huelen raro en nuestro en nuestro país.
Ayer, por ejemplo, mientras que el senado aprobaba el paquete contra el terrorismo, en un país en el cual el terrorismo es tan inexistente que ni siquiera se pudo formalmente tipificar, el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, daba cuenta de que la lucha contra el narcotráfico es esencialmente mediática.
Galván, dijo con toda la inocencia política de un militar que no ha sido detenido un solo capo del narcotráfico, sino solo operadores de nivel medio y expuso una larga lista de los supuestos logros, como haber confiscado mil 477 kilos de cocaina. Nada más para comparar hay que recordar que hace un año en solo operativo en colima se decomisaron seis toneladas de cocaína, es decir cuatro veces más de lo que se ha logrado en estos cuatro meses.
Sin embargo, la lucha contra el narcotráfico continuará, a pesar de que se hayan obtenido más muertes que logros reales y a ella se sumará ahora la lucha contra el terrorismo, una vez que se han modificado 12 leyes, aunque en ninguna se tipifica exactamente qué es un terrorista, pero sí se da pie para una cacería de líderes sociales.
La lucha contra el narcotráfico y la lucha contra el terrorismo son dos aspectos que han tenido especial acento en las reuniones de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del norte, impuesta a México y Canadá por Estados Unidos, después de los sucesos del 11 de septiembre.
Otro compromiso en la Aspan es que México se integre militarmente y políticamente a América del Norte. Por eso precisamente el PAN busca derogar la Ley de Neutralidad, mediante la cual nuestro país se mantiene ajeno a los conflictos militares y a los bloques políticos.
Desgraciadamente ni en 2005 cuando los presidentes firmaron la alianza, ni hace un año cuando los secretarios establecieron compromisos, se hicieron públicas las intenciones de ese acuerdo trilateral, pero sus resultados ya están a la vista. Es el momento de que públicamente se analice el contenido de esa alianza y de que el poder legislativo asuma su papel de controlador del Poder Ejecutivo, pues ni diputados ni senadores fueron consultados. Como dice el filósofo del metro: Un águila debe volar en las estrellas y no ser atrapada por las barras.
*Comentario para Radio Eeducación/27 de abril de 2007