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Friday, January 25, 2019

El filósofo del metro dice:

La maquila 
no desarrolla,
trasquila

Inéditos paros en maquiladoras 

Roberto Fuentes Vivar*


Lo que está sucediendo en el norte del país, en donde cada vez más maquiladoras se encuentran en paro por que los trabajadores protestan por posibles despidos y bajos salarios, es un hecho histórico que representa uno de los mayores retos para el presidente Andrés Manuel López Obrador y la secretaria del Trabajo, Ana Luisa Alcalde.
Prácticamente desde que inició el año comenzaron a presentaron paros escalonados en maquiladoras de Sonora y Tamaulipas y hay algunos indicios de que el movimiento puede extenderse a Chihuahua y Baja California, en donde los propietarios de estos establecimientos han amenazado con despidos masivos.
Muchos administradores de maquiladoras se quejan de que debido al aumento del salario mínimo a 176 pesos por el decreto de esta administración de declarar libre la zona fronteriza, han aumentado sus gastos y perdido competitividad por lo que planean recortar personal.
Aunado a este problema algunos trabajadores argumentan que las maquiladoras están contratando a migrantes con salarios inferiores y que muchas empresas de maquila intentan recurrir al programa Jóvenes Construyendo el Futuro, para obtener ninis que laboren en sus plantas subsidiados por el gobierno federal, lo que pone en desventaja a los trabajadores mexicanos.
Para dar una idea de lo que representan las maquiladoras para la economía del país, este sector representa alrededor de 20 por ciento del Producto Interno Bruto nacional y quizá más si se incluyen a las empresas automotrices que de alguna manera trabajan como maquiladoras.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y geografía, hasta finales del año pasado había alrededor de seis mil 300 maquiladoras, de las cuales cinco mil 200 se dedican a fabricar manufacturas y el resto a otras actividades.
Nada más las maquiladoras manufactureras, obtienen, según el INEGI alrededor de 450 mil millones de pesos, entre ingresos nacionales y extranjeros, lo que significa aproximadamente de cinco billones y medio de pesos al año, cifra casi igual al Presupuesto de Egresos del Gobierno Federal para este año.
En números gruesos, las maquiladoras manufactureras emplean a dos millones 700 mil trabajadores, cuyas remuneraciones son de 36 mil 273 millones de pesos al mes, es decir 430 mil millones de pesos al año,
Si analizan estas cifras, puede observarse que los salarios no significan ni siquiera el 10 por ciento de los ingresos de las maquiladoras, por lo que los trabajadores desde hace décadas han hecho esfuerzos por organizarse laboralmente, pero en ese sector existen vicios como la violación permanente de los derechos laborales de los empleados y hasta violaciones sistemáticas a los derechos humanos, principalmente en contra de trabajadoras.
Por todo este panorama, los paros que se registran sobre todo en Matamoros, Tamaulipas, son un hecho histórico para el movimiento obrero nacional, pues desde que se inició la instalación de maquiladoras en México, en la década de los sesentas del siglo pasado y tras el boom que se registró en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, las maquiladoras han contado con sindicatos blancos apoyados por las autoridades laborales del país.
Esta actitud de contubernio de los gobiernos con los propietarios maquiladoras, puede observarse precisamente en estos días cuando la secretaría del trabajo de Tamaulipas declaró ilegales los paros en las plantas.
Por lo pronto los paros en las maquiladoras en varios estados del norte del país, significan un reto para el presidente López Obrador, pues se presenta a los pocos días de que designó a la frontera norte del país como zona libre y con salarios y estímulos fiscales de excepción.
Desde luego el hecho de contratar ninis e inmigrantes muestra cómo las maquiladoras intentan seguir sangrando a México, sin importarles las consecuencias sociales que implican las medidas adoptadas para obtener cada vez más ganancias a costa de mano de obra barata o hasta gratuita como en el caso del programa Jóvenes Construyendo el Futuro.
Quizá este conflicto pueda convertirse en un parteaguas para que nuestro país debe de ser un país maquilador y adopte nuevos esquemas de empleo que favorezcan más a los trabajadores y se termine la extorsión de los maquiladores que permanentemente amenazan con cerrar sus puertas para obtener beneficios adicionales.
Es muy probable que el movimiento laboral continúe y se expanda por diversas regiones del país y aquí valdría la pena preguntarnos ¿cuán será la actitud del gobierno federal y de la secretaria del trabajo, cuyos padres siempre lucharon en contra de las condiciones laborales de las maquiladoras?
Dice el filósofo del metro: la maquila, no desarrolla, trasquila.

*Comentario para Radio Educación/ 25 de enero de 2019




Friday, January 11, 2019

El filósofo del metro dice:

De lo robado, lo que
aparezca es bueno

Guerra contra el huachicoleo
si va a afectar, pero no tanto

Roberto Fuentes Vivar*


La estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador para combatir el huachicoleo tiene muchas vertientes para el análisis y definitivamente sí tendrá un impacto en la economía nacional.
En primer lugar hay que dejar muy claro que el desabasto de gasolina que se presenta en estos días es consecuencia del abandono en el que se mantuvo a Petróleos Mexicanos por lo menos en los pasados tres sexenios.
Este abandono ocasionó que, por falta de mantenimiento, los ductos de la empresa paraestatal se convirtieran en una especie de coladeras a las que diariamente se le hacían más agujero para succionar combustible, lo que dio origen a que decenas de comunidades de Puebla, Veracruz, Tlaxcala, Guanajuato y Michoacán, principalmente vivan en una economía paralela que tendrá que modificarse definitivamente y deberá reconstruirse el tejido social en ellas.
Pero fuera de los orígenes y de la competencia de vencidas como llamó López Obrador a la guerra en contra de esta vertiente del crimen organizado, sí puede preverse que se presenten algunos impactos negativos en la economía nacional.
Hasta el momento la iniciativa privada, como siempre, ha tratado de influir en la opinión pública al dar diversas versiones sobre las supuestas pérdidas que registran. Pero ni ellos mismos se ponen de acuerdo, pues la Coparmex calculó ayer la merma para empresarios por el desabasto de combustibles en mil 250 millones de pesos, mientras que la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros estimó las pérdidas en más de 10 mil millones de pesos, también hasta ayer.
Personalmente consideró que hasta el momento no hay estas supuestas pérdidas, pues por otro lado el propio sector empresarial está ganando cuantiosas sumas solo por el transporte de combustible, actividad que anteriormente no realizaba.
Desde luego que en los próximos días el sector empresarial sumará a la merma la cantidad de horas-hombre perdidas en las largas filas para cargar gasolina que se presentan por lo menos 10 entidades del país. Pero definitivamente los efectos negativos no pueden estimarse hasta que se comience a normalizar el suministro de combustibles. Es previsible que si el desabasto continúa por más de dos semanas el impacto económico podría ser considerablemente alto, pero nunca superior a los 60 mil millones de pesos que sustraían ilegalmente los huachicoleros anualmente.
Pero hay otros impactos de corto y mediano plazo, sobre todo en el sector alimenticio. En este sentido, el dirigente de la Alianza Campesina del Noroeste, Raúl Pérez Bedolla, dijo que el desabasto podría afectar a la planta productiva y presionar al alza precios de alimentos provenientes del campo y que se comercializan en la Central de Abasto de la Ciudad de México.
De hecho explicó que al desabasto se suman las fuertes heladas que afectaron la siembra de hortalizas, maíz y trigo. Con ello, los precios de algunos productos del campo como cebolla, tomate rojo y chile serrano alcanzarán alzas de hasta 30 por ciento para el consumidor.
Y aquí vale la pena mencionar otro posible efecto futuro de la lucha contra el huachicoleo: miles de campesinos, principalmente de entidades como Puebla y Guanajuato que tienen fuerte peso en la producción agropecuaria, acostumbraban usar el combustible robado y ahora tendrán que surtirse legalmente de combustibles, lo que significará una alza en sus costos de operación y posiblemente repercuta en los precios al consumidor.
Lo mismo sucede con muchos de los transportistas que llegan diariamente del campo a la central de abastos que también ahorraban gastos al utilizar combustible robado. Claro que el impacto en este sentido podría ser a largo plazo.
Por el lado positivo puede preverse un impacto muy importante para la economía nacional al sanearse Petróleos Mexicanos, para que se consolide como la principal empresa mexicana, después de que en los tres sexenios anteriores las autoridades insistieron en llevarla casi a la quiebra.
Lo que sí es un hecho es que las medidas emprendidas por Andrés Manuel López Obrador han tenido un impacto positivo en la percepción de la sociedad, como lo demuestra el índice de Confianza del Consumidor que miden el INEGI y el Banco de México, pues en el primer mes de gobierno se ubicó en su nivel más alto en 12 años.
De resultar efectiva la lucha contra el huachicoleo seguramente aumentará la confianza y los efectos positivos en la economía podrían verse en los meses siguientes. Dice el filósofo del metro: De lo robado lo que aparezca es bueno.


*Comentario para Radio Educación/ 11 de enero de 2018

Friday, January 04, 2019

El filósofo del metro dice:

Ya no es "el de atrás paga";
ahora paga el de adelante

Cambios de fondo en 
el discurso neoliberal 

Roberto Fuentes Vivar*


No cabe duda que estamos viviendo tiempos de cambio, hasta en el lenguaje.
Hago esta afirmación porque durante varias décadas todos los agentes de la economía neoliberal, desde el presidente de la República hasta el Banco de México y los analistas justificaban todo lo malo que sucedía en México atribuyéndolo a fenómenos externos a turbulencias mundiales o a la incertidumbre internacional.
Es decir que México no crecía era porque el exterior estaba mal y estaba afectando a la economía mexicana. Hoy estamos escuchando un discurso diametralmente opuesto. El exterior ya no cuenta y todo lo malo es atribuible a las políticas internas.
El caso más concreto es que ayer se dio a conocer la minuta del Banco de México de su más reciente reunión, cuando se decidió aumentar las tasas interés en 25 puntos base y el motivo de este incremento fue que los miembros de la junta de gobierno están preocupados por los algunos puntos en los planes del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Concretamente dijeron (o dicen que dijeron) que las políticas contempladas por el Gobierno federal pueden generar distorsiones, afectar la asignación de recursos en la economía y ‘golpear’ la productividad, que el paquete económico no mejora la estructura del gasto o que la estrategia de la administración de López Obrador aparenta dar mayor peso al consumo que a la formación de capital físico y humano lo que, posteriormente, repercutiría en el crecimiento potencial.
Desde luego que no mostraron preocupación por lo que está sucediendo en el exterior, en donde los mercados se enfrentan a fuertes turbulencias.
Nada menos ayer, la empresa cibernética Apple dio a conocer que sus ingresos fueron de 84 mil millones de dólares y no 89 mil millones como se había planeado inicialmente. Este anunció ocasionó que el índice bursátil estadounidense Dow Jones perdieron 2.70 por ciento y que las bolsas europeas descendiera uno por ciento en promedio.
Aquí vale la pena mencionar que en este periodo vacacional se registraron dos días de fuertes turbulencias para los mercados mundiales, el de ayer y la negra navidad, cuando se registró en Estados Unidos la peor Nochebuena que se recuerda en Wall Street y el más nefasto diciembre desde la Gran Depresión. Las causas de este declive son la intranquilidad por los síntomas de desaceleración del crecimiento económico a nivel internacional y las tensiones comerciales con China, además de los problemas internos estadounidenses.
De hecho, si se analizan los datos desde una perspectiva más amplia, el Dow Jones acumuló una caída mensual en diciembre del 8.7% (peor mes desde febrero de 2009) y de 5.6 por ciento en todo 2018, el peor año desde 2008.
Claro, la Bolsa Mexicana de Valores lo resintió y cerró 2018 con una pérdida anual de 15.63 por ciento, la mayor en una década y los analistas atribuyeron la caída a fenómenos internos, por la incertidumbre tras la llegada a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador.
¿Es realmente el actual presidente mexicano el culpable de que exista incertidumbre entre los empresarios? Quizá la respuesta la da de manera directa el Indice de Confianza Empresarial, en el que mes a mes el INEGI y el Banco de México sondean a representantes de la iniciativa privada y que fue dado a conocer ayer.
Cuando se les preguntó si, ya con Andrés Manuel López Obrador, es decir en diciembre, era el momento para invertir en el sector financiero, menos del 50 por ciento dijo que sí era el tiempo para arriesgar capitales en el país.
Esto podría considerarse una mala noticia para el presidente mexicano, pero cuando se analizan los datos, resulta que van 133 meses en que menos de la mitad de los empresarios manufactureros consideran que es el momento adecuado para invertir. Es decir, que casi desde el inicio del sexenio de Felipe Calderón, pasando por todo el de Enrique Peña Nieto, no ha habido un solo mes con certidumbre para la inversión.
Claro que durante las dos administraciones pasadas esta incertidumbre fue achacada a los fenómenos externos. ¿Por qué ahora a los neoliberales no les preocupa lo que pasa en el exterior en donde todos los días crece la incertidumbre, y sí ven con preocupación los asuntos internos? Sencillamente porque ahora sí buscan a quien culpar de sus fracasos. Dice el filósofo del metro: Ahora resulta que no paga el de atrás, sino el de adelante.


*Comentario para Radio Educación/ 4 de enero de 2019

 
EL SENDERO DEL PEJE senderodelpeje.comNoticias sobre Andrés Manuel López Obrador y la política mexicana hacia el 2006