El filosofo del metro dice:

La letra central
de MéXico es la X,
la misma de
EXcusas y PreteXtos,
pero no EXito.


Nuevo fracaso olímpico

Roberto Fuentes Vivar*

Este fin de semana concluyen las Olimpiadas y y hay muchas cosas que analizar tanto desde el àmbito nacional como en el internacional. A nivel inetrnacional, las Olimpiadas nos dan una nueva reconfiguración del mundo, en la cual China se ha convertido en el líder no sólo deportivo, sino que en materia económica es el motor internacional, junto con los países asiáticos, seguido por las naciones de la Ex URSS que curiosamente ocuparon, en conjunto, el segundo lugar en estas olimpiadas. En terce lugar estaría la Unión Europea, tanto en el medallero como en la economía y en cuarto Estados Unidos.
A nivel nacional, lo ocurrido en las Olimpiadas merece una amplia refelexión por parte de todos los sectores. En primer lugar, el mal desempeño de los atletas mexicanos ya se ha convertido en una desilusión permanente para la sociedad, solo contrarrestado por la aspirina que representa algúna medalla o un triunfo pírrico.
Como cada cuatro al término de los juegos se exigen cuentas a los dirigentes del deporte nacional y al poco tiempo la sociedad se olvida de esas exigencias y el mal de raíz sigue creciendo. Por una parte tenemos una burocracia olímpica que se ha enquistado en la dirigencia internacional, pero que poco o nada hace para mejorar el deporte en México.
Por el contrario, según una encuesta de Mitofksy, de las Olimpiadas de Atenas a las de Beijing, el número de mexicanos que practica algún ejercicio con regularidad disminuyó de 42 a 39 por ciento. Mientras que la costumbre de ver deportes por televisión, mientras se consumen alimentos chatarra, crece día a día, ocasionando trstornos como la obesidad y hasta la diabetes, que se han convertido en problemas de salud pública.
La infraestructura deportiva, por su parte, sigue casi sin crecer, salvo algunas excepciones como las isntalaciones para alto rendimiento, y los vestigios de México 68 son los que se utilizan para la formación de atletas.
En estos momentos en que tanto se habla de la inseguridad en México, debería tomarse en cuenta que el deporte puede ser uno de los sistemas preventivos para evitar la delincuencia, pero los jóvenes carecen de lugares en donde practicarlos.
Si todos los asistentes ayer a la Reunión en contra de la delincuencia se decidieran en vez a cazar policáis corruptos a prevenir la delincuencia a través de crear mejores condiciones de vida para los mexicanos, incluyendo hasta la práctica de los deportes, quizá sí podría lograrse una disminución de la delincuencia.
Pero para avanzar en el deporte, hay que atacar los males de raíz, en donde están involucrados lo mismo políticos que empresarios de alto nivel cuyo único interés es el dinero inmediato y no el futuro de nuestro país.
La promoción de los deportes como una actividad sin lucro podría ser una buena opción para que en el futuro los mexicanos no seamos presa de la desilusión de cada cuatro años y para que también en el futuro la delincuencia se reduzca al tener los jóvenes opciones reales de desarrollo.

Como dice el filósofo del metro: La letra central de México es la X, la misma con la que se escriben Excusas y Pretextos, pero no Exito.


*Comentario para Radio Eduacción/21 de agosto