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Friday, July 22, 2016

El filósofo del metro dice:

El primer deber es vivir
aunque se tenga que deber

Mexicanos engrosamos más
las utilidades de los bancos 

Roberto Fuentes Vivar*

Ya comenzó la temporada en que por ley todas las empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores deben presentar los resultados del segundo trimestre del año, lo que permite echar un vistazo sobre cómo se comportó la economía en el primer semestre.
Todavía faltan más de la mitad de las empresas por reportar sus estados financieros, sin embargo, hasta este momento llama la atención el crecimiento que tienen algunas empresas de consumo, como WalMart y, sobre todo, los bancos.
Algunas instituciones financieras han presentado ya sus informes y casi en todos los casos, hay un aumento en sus utilidades. Incluso en el caso de Banamex se refiere a una caída de 10 por ciento en sus utilidades, pero esta abaja se desprende de la venta de algunos negocios. Sin esa venta sus utilidades crecieron 11 por ciento en el primer semestre. En el caso de Banorte, el aumento de sus ganancias fue de 16 por ciento y seguramente en el caso de los bancos que reportarán la semana entrante habrá alzas de más dos dígitos.
Si se cruzan datos de los reportes bancarios, con los de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, puede afirmarse que al cierre del primer semestre del año, el aumento en las ganancias será en promedio de entre 15 y 18 por ciento, para el total de los 46 bancos que están registrados ante las autoridades.
¿Por qué crecen tanto las utilidades de los bancos y de algunas empresas de productos de consumo como WalMart?
En el caso de las tiendas, sobre todo las de autoservicio, hana registrado un aumento de ventas  de 15 por ciento, acumulado en el primer semestre, con respecto al mismo periodo. Esto se debe a que los mexicanos están acudiendo más este tipo de establecimientos que los mercados tradicionales.
¿Y porqué están acudiendo más a estas tiendas? La respuesta es muy sencilla, porque se puede adquirir la despensa a crédito, incluso utilizando hasta créditos como el de Fonacot.
Y precisamente porque los mexicanos adquirimos nuestra despensa y nuestras compras de productos de primera necesidad a crédito, es que los bancos están teniendo en la mayoría de los casos utilidades que crecen cinco veces más que el ritmo de la economía.
Aquí vale la pena explicar algunos datos. Aunque todavía no se presenta el informe de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores al cierre de junio, la tendencia es que en los primeros meses del año el crédito al consumo, es decir el que se utiliza directamente para comprar productos básicos,  ha crecido a un ritmo de 13.7 por ciento en toda la banca comercial en promedio.
Cabe señalar que en su reporte, por ejemplo, Banamex, dio a conocer que entre abril y junio repartió 1.2 millones de tarjetas de crédito nuevas.
Lamentablemente, la situación de los mexicanos en el primer semestre del año ha sido de supervivencia y la clase media se encuentra en un periodo de endeudamiento creciente. Por ejemplo, los créditos de nómina crecen a un ritmo de 18.2 por ciento y los personales lo hacen a un nivel de 24.2 por ciento. ¿Para que sirven los créditos personales que mantienen un crecimiento tan alto? En la mayoría de los casos se utilizan precisamente para pagar deudas, lo mismo que los créditos de nómina.
Si se toman en cuenta algunas cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, los mexicanos nos encontramos endeudados con la banca con cuatro billones de pesos, de los cuales 900 mil millones de pesos son de créditos al consumo.
Generalmente estás cifras relativas al crecimiento del crédito son un orgullo para los banqueros que las festejan como si fueran un logro económico. Precisamente Luis Robles Miaja, presidente de la Asocaición de Bancos de México, celebraba hace unos días que el crédito crece 10 veces más que la economía.

Claro, los ingresos por intereses que cobran los bancos crecieron en los primeros meses del año 18.3 por ciento y los que obtienen los bancos por comisiones y tarifas 15 por ciento. Así las cosas es probable que este año, las utilidades de los bancos superen los 120 mil millones de pesos gracias a que los mexicanos nos endeudamos más. Como dice el filósofo del metro: el primer deber es vivir aunque se tenga que deber.

*Comentario para Radio Educación/ 22 de julio de 2016

Friday, July 15, 2016

El filósofo del metro dice:

Reforma es una avenida
que termina en Santa Fe

Desvía Pemex  5,000 mdp 
para monopolio de gas LP

Roberto Fuentes Vivar*

Seguramente si le preguntan a alguno de los cientos de analistas oficiales si la reforma energética ha traído beneficios para el país va a explicar una serie de conceptos como que gracias a la reforma va a haber más estabilidad en el mercado, que gracias a la reforma se van a terminar con un monopolio de estado,  que gracias a la reforma van a llover las inversiones y que gracias a la reforma se va a beneficiar a la mayoría de los mexicanos con menores tarifas energéticas. Sin embargo no va a poder aportar un solo dato concreto de los supuestos beneficios por la reforma energética.
Por el contrario, para el consumidor hay tarifazos y gasolinazos que afectan directamente el bolsillo de los mexicanos, las dos grandes empresas del sector, Petróleos Mexicanos y la Comisión federal de Electricidad siguen endeudándose y las inversiones por hasta 70 mil millones de dólares anuales que nos prometieron no llegan y ya hasta el Banco de México está preocupado porque cada día salen más dólares de los que entran a nuestro país.
Mucho se ha hablado ya de los empresarios que van a entrar al mercado gasolinero y el gobierno de Enrique Peña Nieto se dedica a apoyar a empresas como Fomento Económico Mexicano la famosa FEMSA para que le haga competencia a Pemex a través de sus tiendas Oxxo con gasolinera incluida.
También mucho se ha hablado de cómo la iniciativa privada ha comenzado a producir electricidad, lo mismo en la zona norte del país que en el sur a través de las plantas eólicas que poco o nulo beneficio dejan a la población en donde se instalan, como es el caso del Istmo de Tehuantepec.
De lo que poco se habla es del mercado de gas en nuestro país. En primer lugar, el gobierno federal mantiene una campaña permanente para que los mexicanos contratemos gas natural, apoyando a las empresas  extranjeras que tienen controlado el mercado de distribución de este energético.
Pero buena parte del gas que consumimos los mexicanos es el gas licuado de petróleo o gas LP. Y aquí vale la pena hacer una reflexión. Petróleos Mexicanos tiene ya una deuda que asciende a alrededor de 90 mil millones de dólares, es decir un billón 600 mil millones de pesos, aproximadamente.
Sin embargo hoy, emitió un bono en el mercado japonés por 760 millones de dólares, que agrava aún más el caso de la empresa paraestatal o productiva del estado como se le llama ahora.
Extrapolando las cifras resulta que una cantidad equivalente a la mitad del dinero que obtenga hoy, es la que destina, por abajo del agua, para apoyar a las empresas monopólicas del gas licuado de Petróleo. Resulta que Juan Marcelo Parizot Murillo, director de Pemex y Transformación Industrial, busca evitar la competencia y derrocha alrededor cinco mil millones de pesos del erario público en descuentos que van hasta el  35 para los grandes importadores de este combustible.
Ya las asociaciones de gas LP (Amexgas, Adigas y la Cámara Regional del Gas) plantearon el asunto ante la Comisión federal de Competencia, pues el estado está apoyando a los grupos monopólicos, mientras que deja fuera de mercado a los pequeños importadores y distribuidores.
Incluso estas asociaciones consideran que buena parte de estos cinco mil millones de pesos que salen del bolsillo de todos los mexicanos podría estar engrosando los bolsillos no solo de las grandes empresas monopolistas del gas, sino de algunos funcionarios que se benefician con este tipo de operaciones.
Los analistas oficiales atribuyen el grave problema financiero que atraviesa Petróleos Mexicanos a la caída de los precios del crudo. Sin embargo existen elementos para señalar, como en el caso del gas LP, que además de los bajos petroprecios, existen desviaciones de dinero de la empresa productiva para beneficiar a empresas privados.

Esta es la reforma energética, saquear una empresa para beneficio de unos cuantos y endeudarla a tal grado que pierda su viabilidad futura. Como dice el filósofo del metro: reforma es una avenida que llega hasta los consorcios de Santa Fe.
*Comentario para Radio Educación/15 de julio de 2016

Friday, July 08, 2016

El filósofo del metro dice:

Árbol que crece torcido
busca su sombra en el PRI

El tarifazo en la luz, nuevo 
golpe a la economía nacional

Roberto Fuentes Vivar*

Hace una semana, después de que registró el gasolinazo, la Confederación de Cámaras industriales lanzaba un grito de alerta, pues consideraba que por los aumentos de precios en los insumos el sector secundario de la economía, registraría, a lo mucho, un crecimiento de 1.0 por ciento para este año, es decir menos de la mitad del crecimiento general del país.
Y eso que aún no se había anunciado el tarifazo, como ya se le ha llamado al aumento en las tarifas eléctricas y que significa otro fuerte golpe para el sector industrial. Nada más hay que señalar que cerca del 60 por ciento de la energía eléctrica que se consume en el país se dedica precisamente a la economía secundaria.
De acuerdo con el comunicado en el que se anunció el tarifazo, para el sector industrial será de entre 2 y 5%. Los comercios verán en su recibo un aumento de entre 5 y 7%. La tarifa doméstica de alto consumo repuntará 6.8%.
Seguramente este aumento, aunado al alza en la gasolina y a la devaluación del peso con motivo de la especulación generada por el Brexit, será un golpe más para la industria y desde luego para el comercio y para los servicios. En términos generales, para toda la economía, pues los productores no pueden absorber el aumento.
Hoy, el INEGI dio a conocer que los precios al productor subieron en junio a una tasa anual de 5.62 por ciento y sin tomar en cuenta el costo de los energéticos, lo que significa un aumento del doble que el de la tasa de inflación que creció anualmente  2.54 por ciento.
El tarifazo tendrá una doble repercusión para la mayoría de la población mexicana. Una, por la forma en que los productores y los prestadores de servicios van a aumentar el precio de sus bienes. Otro por el aumento directo que les llegará en su próximo recibo de la luz.
¿Y quién es el autor de este tarifazo?, pues nada menos que el director general de la Comisión federal de Electricidad, Enrique Ochoa Reza, quien al día siguiente del aumentó se apuntó para ser presidente del PRI Y ahora ya prepara sus maletas para dejar su oficina en la colonia Cuauhtémoc y trasladarse a Insurgentes Norte.
¿Le creerán los ciudadanos a un personaje que se dedicó a mentir durante los años más recientes? Y quizá lo que hay que poner nuevamente en la mesa de discusión es la reforma energética y las medidas que se han tomado en este sector.
Desde que Felipe Calderón, de un plumazo, decidió desmantelar la Compañía de Luz y Fuerza del Centro para trasladar la operación a la Comisión Federal de Electricidad, se nos dijo a los consumidores que automáticamente bajarían las tarifas de la luz. Fue una mentira.
Posteriormente se nos prometió a los ciudadanos que con la reforma energética, automáticamente bajarían las tarifas de luz. Otra mentira constatada con el tarifazo de esta semana. ¿Se le puede creer a un presidente que promete algo que no se cumple?
Pero quizá el colmo de la desfachatez es el del secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, quien hoy, en Nuevo León, decía que los mexicanos tendremos que acostumbrarnos a los aumentos en los precios de la gasolina y la energía eléctrica. Según él el gasolinazo y el tarifazo se debieron a los aumentos en los insumos de la materia prima y los costos de distribución y explicaba que los energéticos son un bien en el mercado y sus pueden subir o bajar, dependiendo de elementos como los precios internacionales del crudo y de las materias.
Si ese es el razonamiento de Enrique Peña Nieto y de Joaquín Coldwell, en este momento los precios deberían de bajar y no de subir, pues los precios del crudo se encuentran en niveles mínimos a nivel internacional.

Por eso, ya nadie les cree y el nivel de popularidad del presidente mexicano está en los suelos. Ese sí bajó como deberían haberlo hecho los precios. Dice el filósofo del metro: árbol que crece torcido busca su sombra en el PRI.
*Comentario para Radio Educación/ 8 de julio de 2016

Friday, July 01, 2016

El filósofo del metro dice:

De chivos expiatorios 
le hicieron los tamales
a la economía mexicana

Intentan culpar al Brexit de
todos los errores del gobierno

Roberto Fuentes Vivar*

Hoy comienza el segundo semestre del año y las perspectivas sobre la economía no son nada halagüeñas. En primer lugar comenzamos el semestre con un nuevo gasolinazo y lo que es más grave para la mayoría de la población con un nuevo aumento en las tasas de interés.
Así, de entrada, hay un encarecimiento del crédito y del combustible, lo que seguramente redundará en un alza en el Índice Nacional de Precios al Consumidor y en un nuevo dolor de cabeza para los mexicanos que se han endeudado con los bancos.
Hay que aclarar que en el primer semestre del año, buena parte del mercado interno estuvo financiado precisamente por el crédito, porque la mayoría de las familias mexicanas se enfrentó a una situación de supervivencia debido a los bajos salarios y al aumento en el desempleo.
Aunado a esto, todos los informes oficiales presentado esta semana por parte de las autoridades fueron negativos. Por parte del INEGI se dieron a conocer informes del sector comercio, del sector servicios, de la balanza comercial y del empleo. En todos los casos hay elementos que demuestran que la economía está prácticamente paralizada, a pesar de que hoy Enrique Peña Nieto hablaba de cómo ha crecido el comercio por la alianza del Pacífico. Si es cierto que hubo un incremento comercial, no benefició en nada a los mexicanos ni a la balanza comercial que muestra un déficit de más de seis mil millones de dólares.
Pero lo grave es lo que va a suceder en el segundo semestre. La encuesta que mensualmente realiza el Banco de México entre una treintena de casas de análisis económico, rebajó por enésima vez consecutiva  sus perspectivas de crecimiento para este año.
Paralelamente la agencia globalizada Moodys considera que México sólo va a crecer 2.0 por ciento en 2015. Es la primera que se acerca a la barrera de 2.0 por cierto. Seguramente en los próximos días ya veremos cómo algunos analistas sitúan el crecimiento del PIB en menos de dos por ciento para este año. Por cierto que Moodys atribuye el escaso avance económico a la mala política fiscal.
Otra de las grandes casas financieras mundial, Merrill Lynch adelantó que México moderará su tasa de crecimiento en lo que resta de 2016 debido a diversos factores, como una baja de las exportaciones y una débil producción industrial.
En México, mientras tanto, se dio a conocer el índice de confianza empresarial que en cada uno de sus puntos muestra un panorama desalentador para lo que resta del año con una caída de 5.7 por ciento en las ventas comerciales y de 1.0 por ciento en la construcción.
En ese índice se señala que la situación de las empresas es 3.3 por ciento peor que la del año pasado y que definitivamente no es momento para invertir, pues ese indicador se encuentra en su punto más bajo de la historia.
De hecho, 31 por ciento de los empresarios considera que la situación empeorará en lo que resta del año, por lo que cada mes se deteriora aún más la confianza de los empresarios en el país.
A todos los datos malos se suman los de la Secretaría de Hacienda que estima para este año una pérdida recaudatoria de casi 700 mil millones de pesos, 3.5 por ciento del PIB; por los estímulos fiscales que otorga a empresas. Mientras tanto, la deuda sube y sube, al grado de que está por alcanzar nueve billones de pesos.

Muchos de todos estos malos datos, sobre todo el alza en las tasas de interés, son atribuidos al famoso Brexit o salida de Gran Bretaña de la Unión Europea. Sin embargo, la mayor parte de la causas de la desaceleración son internas, como lo señalan por ejemplo Moodys y Merrill Lynch. Esto quiere decir que en buena medida el gobierno mexicano está tratando de culpar a eventos externos de la mala economía nacional. Como dice el filósofo del metro: De chivos expiatorios le hicieron los tamales a la economía mexicana.
*Comentario para Radio Educación/1 de julio de 2016 

 
EL SENDERO DEL PEJE senderodelpeje.comNoticias sobre Andrés Manuel López Obrador y la política mexicana hacia el 2006