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Friday, July 27, 2018

El filósofo del metro dice:

No hay mayor tormento que 
un país con endeudamiento

Deja EPN a AMLO una economía en ruinas

Roberto Fuentes Vivar*

Esta semana uno de los temas que se mantuvo en la agenda nacional fue el de la deuda pública, debido a la información que surgió en Estados Unidos sobre un nuevo préstamo por 10 mil millones de dólares.
Ayer, el vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez, desmintió que el Gobierno federal haya adquirido nueva deuda. Lo que sucedió, dijo, fue un registro ante la Comisión de Valores de Estados Unidos, el cual es un requerimiento regulatorio que no implica nuevas contrataciones.
Aprovechó para decir México es el único país del G20 que ha logrado bajar su deuda en relación con el tamaño de su economía, porque el endeudamiento ha pasado del 48.7% del PIB de hace tres años, a un nivel de 42.4% este año, Textualmente señaló que se trata de una notable reducción lo que ha permitido luchar contra la pobreza.
Fuera de si estas declaraciones son ciertas, sí hay un hecho concreto, la deuda pública se ubica en estos momentos en 11 billones de pesos, es decir once millones de millones de pesos, cantidad que significa el doble del gasto neto anual.
Qué significa esto, pues nada menos que para pagar la deuda se necesitarían dos años de que el gasto público se destinara totalmente a liquidar el endeudamiento, sin gastar un peso ni en sueldos, ni en programas, ni en pensiones, ni en inversión pública. Dos años utilizando todo el gasto solo para pagar la deuda.
¿Y realmente ha servido este aumento de la deuda de más de cuatro billones de pesos en este sexenio para mejorar las condiciones de vida de los mexicanos como dice el vocero Eduardo Sánchez?
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, en su estudio de esta semana dice que no: y señala textualmente que “buena parte del gasto gubernamental se canaliza a diversos programas que se consideran regresivos, pues benefician a los que menos lo requieren” y señala específicamente que la inversión productiva se encuentra en los niveles más bajos como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) y existe una gran cantidad de programas y acciones sociales que no reflejan un beneficio claro para la población. Es más, este endeudamiento, ni siquiera ha tenido un efecto importante en el crecimiento ni ha contribuido a reducir la pobreza, pero si se ha reflejado en un creciente déficit para financiar con deuda, es decir endeudarnos más para pagar la deuda.
¿Qué significa esta deuda de 11 billones de pesos? Si se divide entre la población resulta que cada mexicano mayor de 18 años tiene una deuda de 120 mil pesos, porque el gobierno actual y los dos anteriores decidieron gastar para beneficiar a quienes más tienen.
Veamos el contenido de la deuda neta del sector público federal, incluyendo al gobierno federal y las empresas del estado, hay siete billones de deuda interna y otros cuatro billones a deuda externa.
¿Y a quién ha beneficiado la deuda? Tanto la interna como la externa beneficia directamente a los bancos nacionales y extranjeros, pero también a un pequeño grupo de alrededor de 200 mil mexicanos que son clientes de las casas de bolsa y por lo tanto son los dueños de los bonos gubernamentales y reciben los intereses del dinero que pagamos todos los mexicanos anualmente para pagar la deuda.
Por cierto que esta semana también se dio a conocer el inicio de operaciones de una nueva bolsa de valores La Bolsa Institucional de Valores (Biva) la cual supuestamente ampliará la oferta de financiamiento para pequeñas y medianas empresas y significará otra opción para los inversionistas. Habrá que ver cómo funciona pero si es previsible que los beneficiarios sean precisamente los 200 mil clientes de las actuales casas de bolsa.
Regresando al tema de la deuda, Enrique Peña Nieto dejará el país a Andrés Manuel López Obrador con una bomba de tiempo y con un reducido margen de maniobra pues a deuda, salarios y pensiones se tendrán que destinar tres de cada cuatro pesos del gasto público. ¿Y lo demás?, pues a ver cómo le hace. Dice el filósofo del metro: No hay peor tormento que un país con endeudamiento.



*Comentario para Radio Educación/27 de julio de 2018


Friday, July 20, 2018

El filósofo del metro dice:

La dignidad comienza por el
salario; la injusticia, también

El intrincado caso de
los salarios en México

Roberto Fuentes Vivar*

Una de las razones por las que millones de mexicanos votaron por un cambio en las elecciones pasadas es la grave desigualdad salarial que existe en nuestro país´, la cual provoca cada vez más irritación social.
Por eso la propuesta del ganador de las elecciones, Andrés Manuel López Obrador de reducir salarios a la alta burocracia y a los expresidentes, ha sido, en general bien recibida, aunque muchos personajes como diputados, senadores, magistrados de la Suprema Corte y directivos de organismos como el Instituto Nacional Electoral han levantado la voz para criticar la baja de sueldos que se propone a partir del próximo año.
No es para menos, pues un magistrado de la corte gana casi 700 mil pesos mensuales, los magistrados de tribunales andan un poco por debajo y diputados y senadores pueden hasta superar esa cantidad de acuerdo con las comisiones que dirijan o las que pertenezcan.
López Obrador ha propuesto un sueldo presidencial de 108 mil pesos mensuales y que ningún funcionario público gane más de esa cantidad. En estos momentos todos los secretarios de estado, subsecretarios y hasta algunos directores generales superan esa cantidad. Ni hablar de los senadores, magistrados, diputados federales, alcaldes, gobernadores, y hasta diputados locales que están por arriba del tope propuesto por el próximo presidente de México.
Pero quizá valga la pena poner en contexto esta cifra y algunos aspectos de la realidad salarial en nuestro país. De los 52 millones de mexicanos que trabajan, según el INEGI, sólo 2.2 millones ganan más de cinco salarios mínimos, mientras que más de 25 millones perciben menos de dos salarios mínimos.
De hecho, según la Encuesta Nacional ingreso gasto, el salario promedio de los mexicanos es de 5 mil 500 pesos mensuales, mientras que la Encuesta Nacional de Empleo y Ocupación también del INEGI, india que sólo 1.7 por ciento de los trabajadores mexicanos percibe más de 20 mil pesos mensuales.
En cuanto a los trabajadores del gobierno, el Censo Nacional de Gobierno Federal 2017, señala que se reportaron 1 millón 568 personas laborando en las instituciones públicas federales, de los cuales alrededor del 85 por ciento perciben entre mil y mil 500 pesos mensuales, mientras que únicamente el uno por ciento percibe más de 100 mil pesos mensuales.
Esta encuesta incluso señala que de los 320 titulares de dependencias públicas que incluyen desde al presidente de la república a los secretarios y hasta a los directores de algunas empresas estatales, sólo 32 ganan más de 200 mil pesos mensuales y otros 30 se ubican en menos de 100 mil pesos mensuales, lo que indica que la gran mayoría se ubica en el rango salarial propuesto por el próximo presidente.
Como puede observarse la disparidad de los salarios es enorme, pues una pequeña minoría gana muy bien, mientras que la abrumadora mayoría vive en la pobreza o apenas recibe lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas.
A raíz de la baja salarial para servidores públicos que propuso López Obrador, muchos representantes entre comillas populares, incluso se quejaron y hasta irónicamente señalaron que se dedicarían a robar. Algunos incluso dijeron que estarían mejor trabajando para la iniciativa privada.
¿Es cierto eso? definitivamente no.
Las empresas que se dedican a investigar los salarios en la iniciativa privada, como Price Waterhouse Cooper, Manpower o Love Mondays, calculan que un Director General Corporativo, gana entre dos y tres millones por año, un director general de empresa tiene un sueldo que oscila entre 90 y 120 mil pesos y un gerente general tiene un salario que varía de 35 a 70 mil pesos.

Precisamente por todos estos datos es injustificable el oficio número 307-A.-1665, fechado el 13 de junio, en el que la Secretaría de Hacienda aumentó el salario a 317 mil funcionarios públicos de confianza, sobre todo en estos momentos en que la desigualdad salarial es un tema polémico. Dice el filósofo del metro: la dignidad comienza por el salario, la indignidad, también.

*Comentario para Radio Educación/ 20 de julio de 2018


Friday, July 13, 2018

El filósofo del metro dice:

Del tamaño del cinismo 
es el del sospechosismo

Los mega negocios y contratos 
de Peña Nieto de última hora 

Roberto Fuentes Vivar*


Mientras todo el mundo está atento a lo que sucede en la colonia Roma, concretamente en la casa de campaña de Andrés Manuel López Obrador que recibe a la delegación de más alto rango que visita a un ganador de las elecciones, antes aún de que sea nombrado oficialmente presidente electo, por abajo del agua se siguen manejando grandes negocios con el dinero de los mexicanos por parte del gobierno de Enrique Peña Nieto.
La historia nos muestra que en la época transicional pueden darse decretazos y negociazos. Por ejemplo, en el último día de su gobierno Felipe Calderón emitió un decreto que autorizó destruir 52 mil hectáreas de uno de los principales arrecifes del país, para beneficiar a las empresas concesionarias de la administración Integral del puerto de Veracruz.
Con Enrique Peña Nieto, unos días antes de las elecciones se firmó el decretazo que permite la privatización del agua al reordenar 295 de las 757 cuencas hídricas del país, que representan el 55 por ciento de las aguas superficiales de la República Mexicana. Incluso en ese momento, Proceso calificó esta acción como el último gran negocio del peñanietismo.
Sin embargo no fue así y mientras la sociedad ha estado pendiente de todas las actividades de Andrés Manuel López Obrador, hace unos días Petróleos Mexicanos vendió su participación en Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV) a la firma Mexichem, de Antonio del Valle, en tres 346 millones de pesos, sin que nadie pudiera objetar o revisar la operación.
Esta planta e Pemex, conocida como Pajaritos, en Veracruz, tuvo una negra historia, pues en abril de 2016 registró una explosión en la que murieron 32 trabajadores y de la cual Petróleos Mexicanos tuvo que responsabilizarse por la ineptitud de su socio Mexichem. Ahora Pemex le entrega todo a Antonio del Valle, quien es uno de los posibles beneficiarios del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, por sus terrenos en Texcoco y en las zonas aledañas.
Pero eso no es todo, ahora se vislumbra un posible negocio mucho mayor. Resulta que el gobierno federal, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, dirigida por Gerardo Ruiz Esparza, mano derecha de Peña Nieto en muchos negocios, anunció la licitación para definir quién será el operador de la Red Troncal Nacional de Telecomunicaciones.
Este proyecto que se ha retrasado en varias ocasiones es, por decirlo de alguna manera, el superproyecto del gobierno de Peña para llevar telecomunicaciones a todo el país. Lo interesante es que el anuncio lo hizo Ruiz Esparza precisamente el último día hábil antes de las elecciones, es decir el 29 de junio.
Es decir que se trata de la estrategia del estado para alcanzar el acceso universal a internet, especialmente en las regiones en donde actualmente no existe oferta de telecomunicaciones.
Si se analiza el anuncio se pueden ver dos fechas clave: una el 24 de octubre, cuando se dé a conocer el fallo del concurso. La otra, el 23 de octubre, cuando se firme el contrato con el ganador.  A partir de entonces, el desarrollador tendrá 180 días naturales para iniciar el despliegue de la red.
Como puede observarse se trata un megacontrato, pues tiene que ver con la instalación de 82 mil kilómetros de fibra óptica. Cuando se inició la idea del proyecto, la inversión ascendía casi cinco mil millones de pesos, en 2013, un año después se había duplicado y en estos momentos no se sabe exactamente a cuánto ascenderá, pues los operadores pondrán la cifra.
Lamentablemente, se trata de una licitación hecha a modo, es decir para que todo se realice en el tiempo de la transición del gobierno y para que el nuevo presidente de México reciba ya al nuevo operador con un contrato firmado.
La pregunta es ¿Habrá transparencia en esa operación que parece haber sido planeada precisamente en el momento durante transición para que López Obrador tenga que asumir el resultado? Dice el filósofo del metro: según el cinismo es el sospechosismo.


*Comentario para Radio Educación/ 13 de julio de 2018

Friday, July 06, 2018

El filósofo del metro dice:

La miel empalaga
pero no alimenta

AMLO debe cuidarse 
de la iniciativa privada

Roberto Fuentes Vivar*


Lo que ha sucedido esta semana tras el triunfo de Andrés Manuel López Obrador va a merecer profundos análisis a posteriori. Por varias razones, entre ellas que han aparecido palabras políticas que parecían haberse olvidado en años recientes como la cargada, el besamanos y la luna de miel.
Aun cuando López Obrador no ha sido declarado presidente electo, son muchos los sectores que intentan acercarse a él o ya lo han hecho, para tratar de sacar provecho en un futuro, como es el caso de la iniciativa privada.
Antes de asistir con los empresarios, López Obrador se reunió con Enrique Peña Nieto, lo cual es una muestra del espíritu de reconciliación, lo cual fue un hecho trascendente para tratar de frenar la polarización de la sociedad.
En las dos reuniones, tanto la de palacio Nacional con peña Nieto, como en la del hotel camino real con los empresarios, el tema principal fue la economía.
En este sentido hay que recordar que buena parte del triunfo de López Obrador se debió a que la sociedad mexicana demandó en las urnas un cambio en la política económica. Al respecto, análisis realizados por Intélite y varios grupos encuestadores, señalan que tres de cada cuatro mexicanos reprueba el sistema económico actual e incluso sólo 24 por ciento está de acuerdo con las reformas estructurales, siendo la más odiada la energética.
Bajo este contexto se realizó la reunión entre el próximo presidente y el Consejo Coordinador Empresarial, en el que fue interesante ver a personajes cómo personajes que durante 12 años se encargaron de denostar a López Obrador ahora la aplauden.
En la reunión con empresarios se acordó un proyecto para ofrecer empleo a dos millones 600 mil jóvenes. El esquema será que las empresas contratarán a estos jóvenes como aprendices y les pagarán alrededor de 3,500 pesos mensuales, lo que requiere 110 mil millones de pesos anuales que saldrán del erario público.
Tras la reunión, Alfonso Romo, quizá el personaje más cercano a Lopez Obrador dijo que la iniciativa privada y el próximo presidente se encuentran en plena luna de miel. Y es aquí en donde hay que tener cuidado, porque el empresariado mexicano está acostumbrado a tener lunas de miel con el presidente en turno que terminan en divorcios traumáticos, porque los empresarios nunca quedan satisfechos con lo que les dan.
Así sucedió con Luis Echeverría, con José López Portillo y más recientemente con Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Basta ver, en este último caso cómo el Ìndice de Confianza Empresarial que mide el INEGI pasó de 56.1 al inicio de su sexenio a 49.3 puntos en este año, a pesar de todas las concesiones otorgadas por el Poder Ejecutivo en este sexenio
El único periodo en que la luna de miel se mantuvo estable fue con Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, cuando existieron los pactos para contener los salarios y liberar precios en beneficio del empresariado.
Hoy, la ambición empresarial se pone nuevamente de manifiesto, porque con el programa de López Obrador tendrán una especie de subsidio de 110 mil millones de pesos para aumentar su planta laboral y mantener bajos salarios. Incluso, el presidente del CCE, Juan Pablo Castañón, negó la autoría de López Obrador en este programa, pues dijo que el próximo presidente apoyará un proyecto planeado por este organismo en 2013 y pactado con la SEP en febrero de 2017 llamado programa de formación dual.
Es decir que en esta luna de miel nuevamente la voracidad de la iniciativa privada intenta sacar provecho del gobierno, sin poner nada a cambio. Es como una esposa insatisfecha que se luce con el dinero del marido, pero amenaza de abandonarlo si no le cumple sus caprichos. Dice el filósofo del metro: la miel empalaga pero no nutre.

*Comentario para Radio Educación/6 de julio de 2018





 
EL SENDERO DEL PEJE senderodelpeje.comNoticias sobre Andrés Manuel López Obrador y la política mexicana hacia el 2006