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Friday, January 22, 2021

El filósofo del metro dice:

 El sueño de la sinrazón

produce monstruos 


Cobran intereses de hasta 250%

pero quieren subsidio de la IV T


Roberto Fuentes Vivar*


Como ya se había anticipado, estamos viviendo la mayor crisis económica de la historia contemporánea en todo el mundo y México no es la excepción, por lo que todos los días vemos noticias de los estragos que ha causado la pandemia.

Ayer nada menos el INEGI señalaba que de 12 millones 460 mil trabajadores que dejaron de emplearse con el confinamiento, dos millones 916 mil no han regresado a sus ocupaciones.

También hay que señalar que la mortandad de empresas es una realidad y miles de micro y pequeños negocios están cerrando porque no tienen para pagar la renta y mucho menos para endeudarse con un banco.

Y aquí vale la pena comentar qué es lo que está sucediendo en lo que se refiere a los apoyos gubernamentales.

Hace unos días, la secretaria de economía, Tatiana Clouthier presentó un plan de reactivación en una conferencia de prensa virtual en la cual la mayoría de los periodistas esperaban que lanzara un plan de rescate para empresas.

Sobre financiamiento Tatiana Clouthier o la Tía Tati como le dicen sus seguidores dijo poco: que habrá  mil 600 millones de pesos para apoyar a micro y pequeñas empresas, además de otros planes de financiamientos que ya están en marcha, como uno para restauranteros y otro para tortilleros.

Pero quizá lo más importante de la conferencia de prensa, fueron los conceptos, porque se dejó en claro que el mercado interno, junto con el empleo serán las prioridades para esta dependencia, dejando en segundo lugar al comercio exterior. Otro punto clave es que la planeación económica será regional y sectorial y no precisamente dictada desde los escritorios de la ciudad de México y un tercer punto es que la secretaría dijo que privilegiará el diálogo, pero fue muy específica y señaló que dialogar no significa que los empresarios siempre tienen la razón.

Desde luego que los mil 600 millones de pesos para apoyar a empresas de los que habló Tatiana Clouthier son mínimos, si se comparan con todos los paquetes que ofrecen otras instituciones del estado mexicano.

Y aquí hay que señalar que existen casi dos billones de pesos de programas de financiamiento para la reactivación. Nada más más el Banco de México ofreció 750 mil millones de pesos para que el sistema financiero pueda otorgar créditos, además del decreto del año pasado por 650 mil millones de pesos. A estas dos cantidades se suman los apoyos de Bancomex y Nafin a diversos sectores. Y estos dos billones de pesos,  sin contar con los apoyos sociales del gobierno federal.

En general, puede decirse que el Estado está cumpliendo con su trabajo. Lamentablemente, lo que estamos viendo es que las instituciones financieras y hasta las cadenas de autoservicio y departamentales poco o nada están haciendo para aliviar la situación de las empresas y las familias mexicanas.

Nada más para poner ejemplos: Coppel, Elektra, Suburbia o Palacio de Hierro cobran intereses de 59 a 74 por ciento.  Wal Mart, Soriana, Sam Club o Costco, tienen intereses de entre 53 y 75 por ciento.

Pero quizá lo más grave es que, por ejemplo, dos de los grandes extranjeros que operan en México, Citibanamex y BBVA, mantienen respectivas  tasas de interés de 56  y 67por ciento, anuales, mientras que en las casas de empeño los cobros oscilan entre 73 y 250 por ciento al año.

Y todos estos intereses que rayan en la usura se presentan cuando la tasa de interés de referencia del Banco de México se encuentra en uno de los niveles más bajos de la historia contemporánea, es decir en solo 4.25 por ciento al año.  Es decir que bancos y tiendas comerciales cobran, al menos 10 veces más de lo que deberían. Desde luego, que en todos los bancos la cartera de crédito ha mostrado un descenso durante la pandemia, porque los ciudadanos no se quieren endeudar.

Al respecto, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), calculó que en 2020  los mexicanos gastaron 963 mil  millones de pesos con sus tarjetas de crédito, 8.3 por ciento menos que el año anterior, aunque por el lado contrario, se gastaron en tarjetas de débito un billón 593 mil 387 millones de pesos, 6 por ciento más de lo reportado en 2019,

Por todo esto vale la pena preguntar ¿para qué han servido los 750 mil millones de pesos que el Banco de México puso a disposición del sistema financiero para promover el financiamiento en la recuperación económica?

Pero eso sí, en la conferencia de prensa de Tatiana Clouthier, varios reporteros insistieron que el gobierno adopte el salario solidario propuesto por la Coparmex, mediante el cual el gobierno paga parte del sueldo de los trabajadores, para mantener el empleo.

¿Se vale hacer este tipo de propuestas cuando, cuando con las tasas de interés se ve el lucro de bancos y empresas comerciales? Dice el filósofo del metro, parafraseando a Goya, el sueño de la sinrazón produce monstruos.


*Comentario para Radio Educación/ 22 de enero de 2021


Friday, January 15, 2021

El filósofo del metro dice:

 Ahora sí pagaron los 

pecadores por los justos


En 2020, por primera vez se cobran

impuestos a grandes contribuyentes


Roberto Fuentes Vivar*


Esta semana, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) presentó un informe preliminar sobre la recaudación durante el año pasado, el cual presentó buenas y malas noticias.

La mala es que la recaudación el año pasado sumó tres billones 336 mil 876 millones de pesos, cifra que es inferior a los casi 3.5 billones de pesos que se esperaba captar en la Ley de Ingresos aprobada en 2019.

Sin embargo, por el lado positivo hay que señalar que esta misma cifra es 0.7 por ciento superior a la recaudación del primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Si se pone en contexto, el resultado puede ser una buena noticia porque, a pesar de la parálisis económica total o parcial que hemos vivido por la pandemia y el confinamiento, durante ya casi 10 meses, la inflación creció, a pesar de que el Producto Interno Bruto cayó en alrededor del nueve por ciento, como se confirmará en unas semanas más cuando se dé a conocer la cifra preliminar del comportamiento de la economía durante el año pasado.

Y aquí vale la pena mencionar cómo se comportaron los impuestos: Las dos mayores caídas de recaudación se presentaron en los gravámenes al comercio exterior, con un desplome de 13.7 por ciento y en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios por 3.1 por ciento.

Sobre el primero hay que señalar que efectivamente 2020 fue un año en el que las exportaciones se desplomaron porque el mercado mundial, para casi todos los productos que México envía al exterior, se achicó. Hubo menos compradores en el mundo de productos automotrices, electrónicos y extractivos, que significan más del 60 por ciento de todo lo que vendemos al exterior.

La caída de recaudación por IEPS tiene también varias  explicaciones. En primer lugar que muchos de los productos que están sujetos a este gravamen son suntuarios y los mexicanos dejamos de adquirirlos. Pero también tiene que ver en este caso, el subsidio que se otorgó durante todo el año pasado para mantener la gasolina sin aumento de precio.

En cuanto a los dos impuestos que más peso tienen en la recaudación, el Impuesto sobre la Renta y el Impuesto al Valor agregado, en ambos casos se presentó un aumento. De 0.8 y 2.5 por ciento, respectivamente. Esto quiere decir en términos que al mercado interno no le fue tan mal, como podría haberle ido en una economía paralizada o semi paralizada.

Pero quizá lo más relevante del informe preliminar del SAT es que la recaudación entre grandes contribuyentes, creció 135 por ciento, aunque el número de sujetos a los que se aplicó tuvo un aumento de apenas 4.7 por ciento.

Según el SAT fueron 92 mil millones de pesos que entraron al fisco por fiscalización a grandes contribuyentes, lo que significó 2.5 veces más de lo que se solía recaudar en años previos.

Pero no solo a estos grandes contribuyentes, en general la fiscalización significó un gran avance en recaudación, pues con cifras al cierre del tercer trimestre, por la vía de la fiscalización se habían logrado 349 mil 532 millones de pesos, que representan tres veces más que los 92 mil millones que logró recaudar por ese concepto Enrique Peña Nieto en su primer año de gobierno.

Otro de los puntos que vale la pena mencionar es que entre 2019 y 2020 -a pesar de la oposición de algunos de los comisionados del Instituto Nacional de  Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI)-, se comenzaron a hacer públicos muchos de los datos de las empresas deudoras o beneficiarias de las condonaciones fiscales.

Es decir que además de aumentarse la recaudación también se transparentó incluso mencionando los nombres de las empresas deudoras, lo cual nunca o raza vez había sucedido en nuestro país.

Existen en México 53 mil 403 grandes contribuyentes (que tienen ingresos superiores a mil 250 millones de pesos por año), las cuales entregaron al fisco (al cierre del tercer trimestre de 2020) 902 mil 970 millones de pesos.

Y aquí vale la pena mencionar  que el propio SAT señala que los Grandes Contribuyentes retienen el IVA de los bienes y servicios gravados que venden, el cual es pagado por los consumidores de dicho bien o servicio” y que en años anteriores muchas veces lo jineteaban para decirlo con palabras coloquiales o de plano se lo quedaban, a pesar de ser dinero que tu yo o cualquiera de los radioescuchas le entregaba a Hacienda, vía estos grandes consorcios.

Por eso precisamente empresas como FEMSA, Wal Mart o América Móvil fueron obligadas a pagar sus impuesto y los impuestos que nosotros pagamos a través de ellos.

En síntesis, sí puede considerarse, como cabeceaban ayer algunos diarios, que los grandes contribuyentes salvaron al fisco el año pasado, pero sólo porque les cobraron el dinero que no era suyo.

Dice el filósofo del metro: ahora si pagaron los pecadores por los justos.

 *Comentario para Radio Educación/ 15 de enero de 2021



Friday, January 08, 2021

El filósofo del metro dice:

Entre las bolsas 

y los bolsillos hay 

una gran diferencia 


En 2020 los ricos acumularon

ganancias y los pobres sueños


Roberto Fuentes Vivar*


Aunque es prematuro hacer una radiografía completa de la economía en 2020, durante esta primera semana del año se han presentado algunos datos que indican que en efecto el año pasado fue el más catastrófico de la historia contemporánea, a nivel global.

México no es la excepción. Sin embargo, los primeros datos indican que pese a la pandemia algunos pilares de la economía se mantuvieron intactos o hasta tuvieron un comportamiento positivo.

Desde luego es destacable que al cierre de 2020, la cotización el peso mexicano ante el dólar estuvo en 20 pesos, lo que significa que fue uno de los pocos años de la historia contemporánea en que no hubo devaluación, además de que las reservas internacionales aumentaron 8.8 por ciento para rondar los 200 mil millones de dólares y ubicarse casi en el máximo nivel de toda la historia.

En buena medida, la estabilidad del peso mexicano y el aumento de las reservas internacionales se deben al buen comportamiento de las remesas que si bien aún se desconoce cómo cerraron 2020, esta semana se presentó el reporte al término de noviembre y mostraban un incremento de 15.6 por ciento, lo que significa que seguramente llegarán a 40 mil millones de dólares durante todo 2020, para representar 3.8 por ciento del Producto interno bruto, casi un punto porcentual más que en 2019. Y aquí vale la pena mencionar que buena parte del aumento en las remesas se debe a los estímulos económicos en Estados Unidos, que han beneficiado millones de mexicanos que viven allende la frontera.

Desde luego que otro dato consolidado esta semana es el de la inflación, que cerró 2020 en 3.15 por ciento, lo que significó uno de los años con menor crecimiento de precios en la historia y parte de este control inflacionario se debió a la reducción de los precios energéticos. Desde luego que para los bolsillos de los ciudadanos este dato está lejos de significar un alivio en su cartera, pues muchos alimentos tuvieron aumentos desproporcionados, princpalmente los procesados.

Ni qué decir de las tasas de interés que en un año bajaron de 7.25 a 4.25 por ciento, lo que significa uno de los niveles más bajos de la historia. Sin embargo, los bancos no han repercutido la baja de tasas en sus clientes y por ello los mexicanos temen endeudarse lo que ha ocasionado una fuerte caída en su cartera de crédito, principalmente en el financiamiento al consumo como las tarjetas de crédito. En este sentido, para los bancos 2020 fue un año no muy bueno, pero seguramente mantendrán utilidades, aunque menores a las de 2020.

Un dato interesante es que hoy el INEGI reportó que en diciembre se vendieron al público en el mercado interno 105 135 unidades automotrices, lo que significó un retroceso de 19.4 por ciento con relación al año anterior. En todo el año se comercializaron 949 mil 353 unidades,  se produjeron tres millones 40 mil vehículos  y se exportaron dos millones 682 mil vehículos, con un retroceso de 20 por ciento con relación a 2019. Es decir que sí fue un año malo para la industria automotriz, pero que no se reflejó en la llegada de divisas.

A los que no les fue nada mal fue a los 200 mil inversionistas en la Bolsa Mexicana de Valores, pues el mercado bursátil nacional creció 1.21 por ciento, por lo que siguieron acumulando ingresos a pesar de la contracción de la economía nacional y mundial.

Por cierto que uno de los grandes ganadores de la pandemia es el sector de la tecnología, pues en Estados Unidos, el índice Nasdaq, que agrupa precisamente a las empresas de ese sector avanzó 43.64 por ciento en el año.

Y esto precisamente ha llevado a una carrera entre los hombres más ricos del mundo. Ayer se dio a conocer que tras los avances en la bolsa de valores estadounidense, el presidente de la automotriz Tesla Elon Musk superó al máximo jefe de Amazon, Jeff Bezos, y se convirtió en el hombre más rico del mundo, al llegar su empresa nada menos que un valor de 773 mil millones de dólares, decir que un solo hombre tiene una fortuna cuatro veces superior al de las reservas internacionales de México.

Y en este sentido, se considera que la riqueza conjunta de los 10 empresarios más ricos del mundo creció el año pasado en 400 mil millones de dólares. A su vez Bloomberg considera que a pesar la pandemia, las 500 personas más ricas del mundo agregaron 1.8 billones de dólares a su patrimonio neto combinado y ahora valen 7.6 billones de dólares.

Todos estos datos reflejan que 2020 sí fue el peor año económico de la historia contemporánea, pero no para todos, pues el ciudadano de a pie apenas pudo sobrevivir mientras que los más ricos acumularon ganancias. Dice el filósofo del metro: Entre las bolsas y los bolsillos hay mucha diferencia: las bolsas ganan los bolsillos sueñan.

*Comentario para Radio Educación/ 8 de enero de 2021


 
EL SENDERO DEL PEJE senderodelpeje.comNoticias sobre Andrés Manuel López Obrador y la política mexicana hacia el 2006