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Friday, November 24, 2017

Dice el filósofo del metro:

La economía brinda 
con alka selser como 
si fuera champaña

Crece la deuda cuatro 
veces más que el PIB

Roberto Fuentes Vivar

Finalmente el INEGI dio a conocer la cifra oficial del comportamiento de la economía en el tercer trimestre y ratificó que el Producto Interno Bruto disminuyó 0.3%, con relación al trimestre anterior. Con respecto al año, pasado, hubo un crecimiento de 1.6 por ciento.
Desde luego, lo más importante de los datos dados a conocer hoy es que el sector secundario o industrial –considerado desde hace varios años el motor de la economía- mostró un descenso de 0.6 por ciento, mientras que el terciario, que se refiere a los servicios que van desde el comercio hasta las telecomunicaciones cayó 0.1 por ciento y el único sector que tuvo crecimiento fue el primario o el de la agricultura, con un pírrico avance de 0.5 por ciento.
Esta desaceleración de la economía, contradice el optimismo que han Enrique Peña Nieto y su gabinete, pues se han dedicado en días recientes a festinar el crecimiento en el empleo y en la inversión.
En este sentido vale la pena retomar la entrevista que se publica hoy en La Jornada en la cual el vocero de la Presidencia de la República, Eduardo Sánchez señala que México se ha endeudado para apoyar el crecimiento económico. “Cuando te endeudas para pagar, es mala idea; cuando lo haces para impulsar el crecimiento, la medida es conveniente”, dice el portavoz presidencial.
Y aquí es oportuna una pregunta retomando las palabras de Sánchez ¿es conveniente endeudarse a un ritmo de mil 194 millones de pesos diarios para tener un decrecimiento económico?
El valor total de la economía, según el INEGI en el actual sexenio pasó de 15.9 a 18.1 billones de pesos, es decir que aumentó 2.2 billones de pesos. Sin embargo, nada más el saldo de bonos de la deuda interna gubernamental creció en más de esos dos billones de pesos, al pasar de 4.4 a 6.3 billones de pesos.
El saldo total de la deuda pública en estos momentos ya debe haber rebasado los 10 billones de pesos, cuando al inicio de este sexenio era de 5.5 billones. Esto quiere decir que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha incurrido en un endeudamiento de 4.5 billones de pesos, dos veces más del valor que muestra el crecimiento de la economía en pesos. Es decir que, de acuerdo con las cifras del Banco de México y la Secretaría de Hacienda, la deuda total en el sexenio ha crecido nada menos que 45 por ciento, más de 10 por ciento, mientras que la economía avanza cuatro veces menos.
Por cierto que los datos del INEGI de hoy también dan al traste con otra de las puntadas que tuvo el vocero Sánchez al principio de este mes cuando dijo que la economía mexicana crecía  más que la de Alemania, porque la del país europeo avanzaba 1.9 por ciento al año. ¿Podrá decir lo mismo el portavoz hoy que se habla de un retroceso del PIB de 0.3 por ciento?
Precisamente por el escaso o nulo crecimiento no confiamos en el rumbo de la economía. Esto lo demuestra la Primera Encuesta Preelectoral de Defoe, y SPIN. Más allá de los datos electorales, la investigación señala que solo 17 por ciento de los mexicanos considera que en materia económica el país camina por el rumbo adecuado, mientras que 70 por ciento, dice que el camino económico es equivocado.
Por eso, por este camino equivocado, la mayor parte de los datos oficiales de esta semana son negativos. Un aumento de ocho pesos al salario mínimo, la inflación que se disparó en la primera quincena de noviembre y el comercio cayó 0.3 por ciento.  Para colmo Estados Unidos se apresta para bajar los impuestos de 35 a 20 por ciento, para que las empresas se queden allá. ¿Cuántas saldrán de México para aprovechar la baja impositiva? Dice el filósofo del metro: para brindar por la economía hay que hacerlo con alka selsers como si fueran champaña.
 * Comentario para Radio Educación/ 24 de noviembre de 2017

Friday, November 17, 2017

El filosofo del metro dice:

Hoy le funcionaron los tres 
patines a la tremenda corte

Histórica decisión de la SCJN
acerca de la publicidad oficial 

Roberto Fuentes Vivar*

La sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitida el miércoles para obligar al Poder Legislativo a elaborar una ley sobre la publicidad oficial, es una de las decisiones más interesantes de la historia por muchas razones que involucran aspectos políticos, económicos y sociales.
Desde el punto de vista político se trata de un asunto de tal relevancia que involucra a los tres Poderes de la Unión. El poder Judicial que emitió la sentencia, el Poder legislativo que está obligado a cumplir esa sentencia y el Poder Ejecutivo que deberá estar obligado a cumplir la ley promulgada por el Poder Legislativo.
Es decir que un poder le exige a otro que legisle sobre el tercer poder, lo cual pone a los tres Poderes de la Unión en una situación difícil y por lo tanto seguramente los diputados pondrán trabas para elaborar la ley en cuestión con el fin beneficiar al poder ejecutivo, sobre todo ante las elecciones del año entrante. Hay que aclarar que una decisión de la Corte es de cumplimiento obligatorio y en este sentido está el caso del delegado de Venustiano Carranza que fue depuesto precisamente por no acatar una decisión de la corte.
Otro de los elementos interesantes de la sentencia es que por primera vez se aborda en los tres poderes de la Unión el caso de las relaciones entre la Prensa y el Poder. En este sentido que al haber aprobado el proyecto del juez Arturo Zaldívar, se reconoció que el gobierno de Enrique Peña Nieto y los gobiernos estatales y municipales, han violado de manera sistemática las libertades de expresión, prensa e información por la forma en que se han manejado los recursos publicitarios del gobierno federal. Concretamente el dictamen aprobado señala que la política de comunicación social del Estado ha servido para silenciar a los medios, al dotar de amplios recursos financieros a los medios afines y castigar a los medios incómodos.
En este sentido, de manera indirecta, la Corte critica la especie de matrimonio que ha existido entre el Poder Ejecutivo y el duopolio televisivo que ha sido el principal beneficiario de la publicidad oficial en el periodo al que se refiere la sentencia. Concretamente la Corte señala que desde hace casi cuatro años, principios de 2014, debió de elaborarse la ley reglamentaria del artículo 134 de la Constitución para transparentar el gasto en comunicación social y el Poder Legislativo hizo caso omiso de esta obligación, por lo que el gobierno federal ha actuado como ha querido.
Un aspecto más de importancia es que es la primera vez que un asunto promovido por un organismo de la sociedad civil, en este caso la organización de defensa de periodistas Artículo 19, merece una sentencia favorable de la Suprema Corte de Justicia, en un sector tan espinoso como los medios de comunicación.
Desde el punto de vista económico, la sentencia obliga a transparentar un gasto que tan solo en los primeros años de gobierno de Enrique Peña Nieto suma alrededor de 40 mil millones de pesos. Y esta cifra no toma en cuenta todos los gastos publicitarios de los estados y los municipios. Se puede afirmar que la cifra total es mayor que los daños calculados por Enrique Peña Nieto tras los sismos de septiembre.
Nada más para dar una idea de lo que significan los medios en la economía, una de las razones del cambio de año base del INEGI para medir las cuentas nacionales, fue precisamente el c del peso de los medios en el Producto Interno Bruto. De hecho el mismo INEGI, en su medición de los servicios al cierre de julio, señala que este sector creció 7.3 por ciento en cifras anualizadas, con avances de hasta 51.6 por ciento en la producción de programas televisivos, pero con una caída de 20.1 por ciento en la edición de periódicos y revistas, lo que da una idea precisamente de cómo la discrecionalidad del gasto público en materia de comunicación beneficia a algunos y perjudica a otros.

En términos generales se trata de una sentencia histórica, que muy probablemente, por razones políticas será acatada a medias y no con la profundidad que demandó la Corte que busca distribuir de manera equitativa y transparente el dinero de todos los mexicanos. Seguramente los poderes legislativo y Ejecutivo intentarán seguir apoyando al duopolio televisivo y a los medios afines y coartando la libertad de prensa a través del gasto público. Pero eso sí, como dice el filósofo del metro parodeando aquel programa radiofónico: ahora si tremenda corte puso a rodar sus tres patines.
*Comentario para Radio Educación/17 de noviembre de 2017

Friday, November 10, 2017

El filósofo del metro dice:

En el PIB, ahora resulta que 
México se cayó para arriba

El cambio de año base del INEGI
y sus consecuencias en la política

Roberto Fuentes Vivar*

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) cambio hace unos días el año base para medir todo el sistema de cuentas nacionales. Anteriormente toda la economía se medía con relación a 2008, como año base, y ahora se hará con 2013.
Esto, en principio podía ser una medida normal en los sistemas de medición, pues existe una recomendación internacional por parte de la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas para que los países actualicen el año base de las Cuentas Nacionales cada cinco años.
Oficialmente el INEGI señala que esta medida tiene varios objetivos. Uno de ellos es que pretende reflejar mejor la realidad económica del país, con una mayor cobertura y de acuerdo con los cambios tecnológicos Otro es que podamos compararnos con las economías de otros países.
En principio, por ejemplo el cambio de año base de 2008 a 2013, otorga un mayor peso, por ejemplos a sectores como el de los medios de comunicación, que incluye la economía de internet y también a otros como la cultura. Otra de las ventajas que apunta oficialmente el INEGI es que debido a las recomendaciones del G-20 se han desagregado a 94 el número de sectores en la base 2013, en comparación con los 84 sectores de la base 2008.
Pero ¿Qué sucede cuando se cambia el año base de medición de una economía?  Pues nada menos que se tienen que corregir todas las cifras que estaban basadas en el año base anterior. De acuerdo con los analistas de Chibanco, Es decir que se tienen que modificar alrededor de 60 millones de cifras.
Voy a tratar de explicar lo que sucede con la medición de la economía. Todas las cifra de un país se utilizan sobre una base que significa 100, es decir el año 2008 tenía un valor de 100 y desde ese valor concreto se aumentaba o se reducía el valor de una cifra. Al modificarse ese valor a 2013, todos los valores anteriores y posteriores se tienen que cambiar.
Por ejemplo, para el caso de la medición del Producto Interno Bruto de México, en 23 años, de 1994 a 20016, 17 años se revisaron a la baja y seis se modificaron al alza. Los años que más se modificaron a la fueron 2005 y 2007 y los que más se modificaron al alza fueron 2014, 2015 y 2016.
Si se toman en cuenta los periodos presidenciales, puede observarse que ya oficialmente, los años gobernados por presidentes panistas tuvieron un crecimiento menor al que se había anunciado oficialmente. Al ser una base más baja, los años de gobierno de Enrique Peña Nieto resultaron beneficiados con un mayor crecimiento
Por eso, el crecimiento promedio del PIB durante 1994-2016 bajó de 2.6 por ciento con la base 2008 a 2.5 por ciento con el año base 2013. Al referirse a ese cambio, los analistas de Chibanco señalan textualmente: “De ser un sexenio donde probablemente fuera el primero en no alcanzar por lo menos un año con un crecimiento superior al 3.0 por ciento, ahora en el 2015 la expansión de la economía fue 3.3 por ciento (con el año base anterior el aumento fue de 2.7 por ciento)”,
Concretamente, de los últimos cuatro sexenios el promedio de incremento de la economía mexicana de Enrique Peña Nieto, tras el cambio se subió a 2.60 por ciento, lo que significa el segundo más alto, sólo superado por incremento del PIB alcanzado en la administración de Ernesto Zedillo. Es decir que de los últimos cuatro sexenios, los dos gobiernos priistas son los que han tenido mayor crecimiento económico.
2013 fue un año en el que la economía alcanzó un crecimiento mínimo. Ya con el nuevo año base fue de 1.4 por ciento, uno de los más bajos de años recientes. Por eso, al bajarse, automáticamente aumentaron las cifras para los años posteriores.
Para este año, ya los principales analistas, como los de Banamex, ya subieron las es expectativas de crecimiento, debido a la nueva medición.
Hay quienes ven en este cambio de año base un tinte electoral, pues las cifras de este sexenio serán mejores y se pueden presumir antes de las elecciones. Hay que recordar que el cambio se año base se presentó luego de la polémica llegada de Paloma Merodeo como vicepresidente del INEGI.

Lamentablemente para la sociedad, que poco entiende las cifras pero sí entiende lo que el bolsillo le dicta, el cambio de año base quedará como un gran maquillaje para favorecer a Enrique Peña Nieto. Dice el filósofo del metro: ahora resulta que nos caímos pa arriba.

*Comentario para Radio Educación/ 10 de noviembre de 2017

Friday, November 03, 2017

El filósofo del metro dice:

En México no hay mayor
poder que el dinero sucio

Las licitaciones públicas, una
fuente de corrupción política

Roberto Fuentes Vivar*

La nueva denuncia de la Auditoría Superior de la Federación sobre pagos irregulares a la empresa Odebrecht, viene a confirmar que los concursos y licitaciones del sector público, lejos de transparentarse se han opacado cada vez más y en general permiten sacar varias conclusiones.
1.- Que los contratos se pactan muchas veces desde antes de que salgan las licitaciones públicas, con sus respectivos acuerdos o sobornos a las autoridades que los otorgan.
2.-Que es común que los ganadores, repito favorecidos desde antes, aumenten los precios una vez que comienzan a realizar las obras y el gobierno termina pagando sobreprecios con el dinero de todos los mexicanos.
3.-Que también es común que parte del dinero sucio negociado fuera de los contratos sirva para financiar campañas políticas o acciones electorales.
El caso de Odebrecht es ejemplar en este sentido, pues uno de los grandes escándalos de sus contrataciones con Pemex, es precisamente la posibilidad de que la empresa brasileña haya apoyado campañas electorales a favor del Partido Revolucionario Institucional.
Pero no sólo está el caso de Odebrecht, sino el de OHL. Precisamente esta semana recibí copia de una carta enviada por el abogado Paulo Díaz Gargari a Enrique Peña Nieto y al encargado del nuevo aeropuerto de la ciudad de México, en la cual señala que OHL está inhabilitada para participar en concursos, mientras no se aclaren los casos de los sobornos en que ha incurrido durante su operación en nuestro país. Sin embargo, ya aparece como uno de los competidores.Hay que recordar que OHL fue acusada públicamente de financiar con varios miles de millones de pesos la campaña de Alfredo del Mazo en el estado de México.
Nada más para mencionar algunos casos recientes, no tan escandalosos como los de Odebrecht y OHL. La semana pasada se dio a conocer el ganador de una licitación de Pemex para arrendar 30 mil computadoras. Desde antes de que diera a conocer al ganador, los competidores dieron a conocer que los dados estaban marcados. Así sucedió.
Otro caso de este momento. El Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenegas) está licitando su servicio de tecnología de información y satelital. Pues ya en este momento existe molestia por parte de empresas como Hewlett Packard, Fortinet, Palo Alto Networks, porque al parecer los dados están marcados en favor de una empresa que ganará más de mil 250 millones de pesos, porque presuntamente, como dicen los competidores, sobornó a funcionarios menores del cenegas.
Desde luego, este sistema de corrupción en las licitaciones nos viene de Estados Unidos. En este sentido, en Guatemala se discute en estos momentos cómo el vicepresidente en funciones de Estados Unidos, John Biden, junto con el embajador Tot Robinson presionaron al presidente guatemalteco para que la empresa Baxter ganara un concurso de diálisis peritoneal a la mexicana PiSA, con el apoyo de la Comisión Internacional Contra la Corrupción en Guatemala. El asunto es tan grave que más de 17 personas inocentes como trabajadores, médicos y académicos se encuentran en la cárcel injustamente. Todo porque porque Biden tiene intereses financieros en Baxter.
Pero curiosamente esta misma empresa mexicana PiSA se inconformó por un concurso que ganó Baxter en Puebla. Ya se demostraron varios actos de corrupción en ese contrato, pero no han salido a la luz pública porque el responsable es protegido de Manlio Fabio Beltrones y puede ser el candidato del PRI al gobierno de Puebla el año entrante.
Con estos casos como ejemplo, puede afirmarse que la transparencia está muy lejos de las licitaciones mexicanas. Dice el filósofo del metro: En México no hay mayor poder que el del dinero sucio.


*Comentario para Radio Educación/ 3 de noviembre de 2017

 
EL SENDERO DEL PEJE senderodelpeje.comNoticias sobre Andrés Manuel López Obrador y la política mexicana hacia el 2006