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Friday, September 25, 2015

El filósofo del metro dice:

El primer deber es vivir
aunque se tenga que deber

Alcaldes desesperador
por dinero bloquean
la autopista del sol

Roberto Fuentes Vivar*

En un hecho inédito, quienes ayer bloquearon la Autopista México-Acapulco no fueron los maestros, ni los familiares de los normalistas de Ayotzinapa, sino los alcaldes de Guerrero, que ya asumieron una posición más radical para exigir la entrega de participaciones federales y estatales porque no pueden ni siquiera pagar los sueldos de sus trabajadores.

Según lo explicaron ayer mismo, más de la mitad de los presidentes municipales guerrerenses (48 de 81) decidieron adoptar medidas drásticas como bloquear autopistas porque el dinero no les llega y no tienen forma de mantener la operación en sus ayuntamientos.

Lo interesante es que los alcaldes manifestantes provienen de los tres principales partidos políticos, PRI, PAN y PRD, y se han unido porque la situación de sus finanzas es insostenible. No han podido pagar a sus acreedores y prestadores de servicios y están a punto de dejar de pagar a sus trabajadores.

Dentro de los alcaldes que se han manifestado están varios de los municipios más pobres del país. Antes de tomar la carretera, fueron al Congreso del estado en donde los legisladores solicitaron al gobernador interino de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez, que gestione ante el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, un préstamo que pueda resolver sus necesidades urgentes.

El asunto es grave por varias razones. Una de ellas a nivel estatal, porque el descontento de los alcaldes se suma al descontento de diversas organizaciones sociales que mañana realizarán varios eventos de protesta al cumplirse un año de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

La otra razón es la económica que entraña un problema de fondo de que tiende a convertirse en un polvorín y en una bola de fuego si no se encuentra una solución para aliviar los problemas inmediatos de los estados y municipios.

Desde hace varios años, por el retraso en la entrega de participaciones, a veces política por ser gobernadores o alcaldes de partidos distintos a los del gobierno federal, los gobernadores y alcaldes han tenido que endeudarse para poder cubrir sus necesidades financieras inmediatas, incluso a veces nada más para poder pagar los salarios.

Por eso, la deuda de estados y municipios suma actualmente alrededor de 550 mil millones de pesos y gravita sobre las finanzas públicas de manera peligrosa en lo que los economistas consideran la macroestabilidad económica.

Uno de los efectos de que no haya dinero para los estados y municipios es que se ha convertido en una bola de fuego, porque se ha extendido a prestadores de servicios privados. En este sentido, los gobiernos municipales y estatales deben a la iniciativa privada 120 mil millones de pesos, lo que pone en peligro la viabilidad de miles de empresas.

Incluso la Confederación de Cámaras Industriales ya amenazó que iniciará demandas contra estados y municipios que han incurrido en incumplimiento de pagos y señaló que hay alrededor de 40 mil empresas acreedoras de este tipo de deudas.

Ya para terminar, nada más quisiera agregar que buena parte de lo que sucede a los estados y municipios es porque los fundamentos de la economía están tan mal que hoy que se dio a conocer el informe de la balanza comercial al cierre de agosto se indica que las exportaciones, que forman el pilar económico, cayeron 6.8 por ciento, incluyendo las automotrices y las manufactureras, mientras que las importaciones de bienes de consumo es decir innecesarias aumentaron 9.5 por ciento, por lo que el desequilibrio llegó a casi 10 mil millones de dólares en los primeros ocho meses del año. Con una economía así es imposible que se mantenga el peso y que haya dinero para los municipios. Como dice el filósofo del metro: el primer deber es vivir aunque se tenga que deber.

*Comentario para Radio Educación/25 de septiembre de 2015

Friday, September 18, 2015

El filósofo del metro dice:

Para el ciudadano
el verdadero interés
no está en las tasas,
sino en el plato

Mantener las tasas en EU
privilegia la especulación

Roberto Fuentes Vivar*

La reserva federal estadounidense anunció ayer que dejó intactas las tasas de interés, por dos razones: una que la economía de Estados Unidos no crece lo suficiente y porque en términos generales, los pronósticos de crecimiento mundial son poco halagüeños.

En términos generales, la mitad de los analistas e inversionistas del mundo esperaban que subieran las tasas de interés en 25 puntos base, mientras que la otra mitad pugnaba porque se mantuvieran iguales.

La medida ocasionó un inmediato repunte del peso y hasta una mejoría en algunas bolsas de valores el mundo, pero hoy continuaron las turbulencias y la mayor parte de los mercados financieros cerraron con fuertes bajas, sobre todo en Europa.

En términos generales, la decisión de no aumentar las tasas de interés hace prever que continuará por lo menos durante tres meses (en su próxima reunión trimestral) la incertidumbre y la especulación financiera, no sólo en el mundo, sino específicamente en nuestro país.

De hecho, el mensaje detrás de la decisión de la FED no es una buena noticia para México ya que implica que la economía norteamericana todavía está endeble a choques externos, por lo que los niveles actuales del tipo de cambio podrían ser los mínimos y ver una depreciación en las siguientes semanas. Es decir que los participantes del mercado auguran que el peso podría seguir perdiendo valor.

Sin embargo, al ser ratificado como gobernador del Banco de México, Agustín Carstens dijo que  positiva la decisión de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos de mantener sin cambios sus tasas de interés, porque eso ayudará a que los mercados financieros entren en estabilidad y anunció que la Comisión de Cambios se reunirá el próximo lunes para valorar esta decisión de la Reserva estadounidense.

En este sentido, vale la pena mencionar que de acuerdo con Bank of América Merrill Lynch, en lo que va del año, las salidas de dinero desde acciones de mercados emergentes alcanzan los 60 mil 340 millones de dólares, mientras que a países ricos se han ido casi 80 mil millones en una sola semana. Esto significa que la volatilidad a los únicos que ha beneficiado esa los países ricos.

A nivel general, el aumento de tasas de interés estadounidenses es una especie de juego de geopolítica económica, en el cual se toman en cuenta los intereses de Estados Unidos y los demás países apuestan a cómo especular más de acuerdo con el papel que juegue la economía del vecino país del norte en el futuro mundial.

Desde luego, la famosa Fed. No toma en cuenta los intereses de México y lo interesante es que en este año de especulación financiera, han salido alrededor de 20 mil millones de dólares del país, solo para ser depositados en cuentas extranjeras, para invertir en otros países o para especulas en bolsas internacionales.

Pero quizá lo más importante es qué va a suceder en nuestro país. Hay que señalar que desde hace varios meses, muchos actores de los mercados han insistido en que el Banco de México aumente sus tasas de interés para retener capitales, aun antes de que las suba la reserva federal estadounidense.

El peso, desde luego seguirá fluctuando porque no hay elementos para sostenerlo, al descender las divisas que vienen por petróleo y mantenerse estancadas las que entran por exportaciones manufactureras. Si no vendemos petróleo ni manufacturas, el peso se mantendrá inestable y sólo salvado por las remesas y el turismo.

Lo grave de que el Banco de México decidiera aumentar sus tasas es que inmediatamente la deuda de los mexicanos con los bancos aumentaría y podría convertirse en un nuevo agujero para la coladera de problemas del sexenio de Enrique Peña Nieto. Como dice el filósofo del metro: para un país, el verdadero interés no está en las tasas, sino en los platos.
 
*Comentario para Radio Educación/18 de septiembre de 2015


Friday, September 04, 2015

El filósofo del metro dice:

La cruda de los datos
puede ser más dura que
la borrachera de palabras

Instituciones desmienten a EPN

Roberto Fuentes Vivar*


No sé qué será más doloroso para un presidente, ¿Ser destituido y puesto a disposición de las autoridades por casos de corrupción como sucedió en Guatemala? ¿O presentar un informe de gobierno y al día siguiente ser desmentido por las instituciones oficiales?

Seguramente en el vecino país del sur, el expresidente Otto Pérez Molina, ha de estar sufriendo en carne propia lo mismo que sus gobernados sufrieron durante su mandato, el cual fue rechazado por una amplia mayoría de la población.

Pero también seguramente, en Los Pinos, Enrique Peña Nieto debe estar sufriendo porque la población no lo quiere, dice que está en camino incorrecto y hasta las propias instituciones lo desmienten.

El miércoles decía, textualmente casi al final de su discurso ante 1,500 invitados especiales afines, que “Todos estos datos confirman que, ante la debilidad de la economía internacional, ha sido la fortaleza de nuestro mercado interno, el principal motor del crecimiento económico del país”.

Dos días después el INEGI dio a conocer hoy el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior, el cual descendió 0.3% durante junio de este año frente al mes inmediato anterior. Por componentes, el consumo de Bienes y Servicios de origen nacional tuvo un decremento de 0.4% y el consumo de Bienes de origen importado fue superior en 4.5 por ciento. Es decir que el consumo interno y sobre todo de productos nacionales no está tan bien como lo presumió Peña Nieto en su fiesta del día del presidente.

En su informe particular, Peña Nieto expuso datos y más datos, para tratar de documentar que su gobierno va por el rumbo correcto. Sin embargo, nadie o casi nadie le creyó. Al grado de que al día siguiente, el mismo  INEGI dio a conocer el Indicador de Confianza Empresarial Manufacturero  correspondiente a agosto, el cual registró un descenso de 0.59 puntos con respecto a julio y se ubicó en el nivel más bajo en lo que va del sexenio,

La respuesta de este indicador es tajante, pues menos del 50 por ciento de los empresarios tienen confianza en el gobierno de Enrique Peña Nieto. Incluso, el subíndice que mide  si es momento adecuado para invertir sumó 93 meses por debajo de los 50 puntos (de un total de 100) y en algunos segmentos –este subíndice mide respuestas de la industria, la construcción y el comercio, está debajo de 30 puntos. Es decir que menos de uno de cada tres empresarios considera que es buen momento para invertir.

Para colmo, hoy el INEGI y el Banco de México presentaron el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) al mes de agosto de 2015, con una reducción mensual de 1.18% con relación al mes anterior.

En este índice se miden las Posibilidades en el momento actual de los integrantes del hogar comparadas con las de hace un año, para realizar compras de muebles, televisor, lavadora, otros aparatos electrodomésticos. El índice se ubica en 21.23 (también en una escala del 1 al 100), el nivel más bajo de la historia de este indicador.

En su fiesta del presidente, Enrique Peña Nieto dice que no es momento de cambiar el rumbo, sino de mantenerlo y textualmente señaló en una de las 10 acciones concretas para los próximos años que debemos  “Mantener la estabilidad macroeconómica para proteger el bienestar de las familias mexicanas”.

Lamentablemente para él, la mayoría de los mexicanos no está de acuerdo con esa defensa de la estabilidad macroeconómica, como lo demuestran las encuestas como las de Mitofsky y Buendía, laredo, que señalan que sólo 22 y 18 por ciento de la población, respectivamente, dicen que el rumbo seguido por el mandatario es el adecuado.

Quizá nadie se lo ha dicho, pero durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, el ritmo de crecimiento del Producto Interno Bruto ha sido de 1,9 por ciento, cifra muy por debajo del 2.1 por ciento mantenido por los gobiernos panistas y del 3.4 por ciento del gobierno de Ernesto Zedillo y del 3.9 de Carlos Salinas de Gortari. Desde luego, muy abajo del de Luis Echeverría y José López Portillo. Muy por abajo del 6% del desarrollo estabilizador.

Sí, a pesar de los aplausos, Enrique Peña Nieto debe sentirse triste por tener el menor crecimiento económico de los últimos 30 años. Como dice el filósofo del metro: la cruda de los datos puede ser más fuerte que la borrachera de palabras.
*Comentario para Radio Educación/4 de septiembre de 2015

 
EL SENDERO DEL PEJE senderodelpeje.comNoticias sobre Andrés Manuel López Obrador y la política mexicana hacia el 2006