El filosofo del metro dice:

Tras el águila que
cae están los buitres

La contrarreforma energética

Roberto Fuentes Vivar*


Esta semana ha sido especialmente interesante en materia de petróleo, pues lo que se ha demostrado es que el verdadero tesoro escondido es la propia reforma energética, pues la iniciativa no aparece por ningún lado, pero sí ha dado pie lo mismo para manifestaciones que para aclaraciones y dimes y diretes.

Para empezar, prácticamente todos los días ha habido reuniones en los Pinos para afinar la propuesta que presentará el poder ejecutivo, en las cuales han estado lo mismo la secretaria de Energía Gerogina Kessel, que el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles o legisladores panistas como Juan Bueno Torio o Gustavo Madero.

El caso es que aunque nadie sabe exactamente cómo será la propuesta sí se han difundido algunos estudios que señalan qué tan grande puede ser el negocio del tesoro bajo el mar, pues se mencionó, según el Universal, en un estudio atribuido a la paraestatal, que el potencial puede llegar a un billón y medio de dólares, es decir una cantidad que significa casi dos veces todo el producto interno bruto anual de nuestro país.

También según información de la propia paraestatal sólo algunas empresas como Chevron, Shell o British Petróleum, es decir las que quedan de las siete hermanas y algunas nuevas como Petrobras, tienen la tecnología para explotar los mares mexicanos y sacar el oro negro.

Pero, esta misma semana, también y de manera contradictoria, mientras las ondas hertzianas repiten a saturación que Pemex no puede trabajar en aguas profundas, la misma paraestatal anunció que sí puede y que comenzó a explorar a 700 metros de profundidad en pozo tamil 1, el cual no es el primero sino el sexto en el Pemex investiga en estas condiciones.

Mientras el gobierno mexicano sigue sin dar luces acerca de cómo presentará la reforma, el presidente brasileño, Ignacio Lula da Silva, propuso una asociación con Pemex, la cual, desde luego se ve poco viable en principio y la Auditoria Superior de la Federación informó que en el último año del gobierno de Fox hubo anomalìas en Pemex por un valor de mil 671 millones de pesos.

Ahora, el verdadero debate nacional sobre la reforma brilla por su ausencia y no se sabe si lo que se quiere en el futuro inmediato es aumentar las reservas, para aumentar la producción y de esta manera ayudar a que bajen los precios. Como sucedió en sexenios anteriores en que nuestro país actuó como esquirol de la OPEP para bajar los precios o mantener la producción en sus niveles actuales o incluso reducirla para mantener las reservas. Esa decisión tan simple no es de reformas energéticas, sino de simple política de estado.

El hecho concreto es que la reforma va y el PAN intentará sea aprobada en el Poder Legislativo lo más pronto posible, mientras que el PRD se opone definitivamente y el PRI, el partido que puede validar la reforma panista se encuentra indeciso y considera que no pasará inmediatamente y quizá ni siquiera en este año.

La realidad es que los reformistas –o contrarreformistas más bien- han llevado a la paraestatal Pemex a tirarse al suelo para luego decir que son los únicos que pueden levantarla con una contrarreforma. Como dice el filósofo del metro: Tras el águila que cae están los buitres.

*Comentario para Radio Educación/28 de marzo de 2008

El filosofo del metro dice:

bola de huno santo
para los problemas


Semana santa: el gran distractor

Mouriño respirará tranquilo

Cuidado con Pemex

Se retrasa el crack

Roberto Fuentes Vivar


Este fin de semana y las vacaciones de la próxima semana serán un gran distractor de los graves problemas que enfrentan la economía internacional y la política mexicana.
En estos momentos en que una buena parte de la sociedad mexicana se encuentra ya preparando sus maletas para salir de viaje, hay muchos asuntos que seguramente serán olvidados en los próximos días cuando la gente se encuentre en la playa o en visitas familiares a otra ciudad.
Para empezar, hay que señalar que en México se presenta un hecho histórico: dos puentes en una misma semana, por lo que prácticamente la próxima semana sólo tiene dos días hábiles.
Nada más para enumerar algunos de los problemas que hay en el ambiente y que seguramente serán olvidados en los próximos días. Ahí van:
En primer lugar, a nivel internacional, se encuentra la crisis financiera estadunidense, la cual llevó al banco de inversiones Bear Stearns a declarar hoy una crisis de liquidez que inmediatamente fue atenuada por el apoyo de instituciones públicas y privadas de Estados Unidos.
Sin embargo, las bolsas de México y Estados Unidos cerraron con fuertes pérdidas pues Bear Stearns es uno de los cinco bancos más importantes de Estados y ya había declarado en bancarrota dos subsidiarios. Además, es junto con Merril Lynch, Morgan Stanley y la Unión de Bancos Suizos, investigado por la SEC –es decir la Comisión de Valores estadunidense- y el FBI, por posibles fraudes hipotecarios. Tan solo el año pasado se identificaron mil 200 casos de fraude hipotecario en Estados Unidos contra solo 400 un año antes.
En fin, la semana santa será en varios paìses un distractor para olvidar la crisis financiera estadunidense, en la que se han inyectado ya unos 700 mil millones de dólares pare evitar un crack de consecuencias poco previsibles para el sistema financiero internacional.
En México, mientras tanto, las vacaciones son una especie de bola de humo para olvidar los escándalos polìticos nacionales. Concretamente servirán para que la clase política deje de lado, por unos días, el caso Mouriño, con lo que el secretario de gobernación, puede respirar tranquilamente esperando que se serenen las aguas y que quienes quieren ocupar su lugar sigan esperando sentados.
Otro asunto es que el martes es 18 de marzo y se celebra un aniversario más de la nacionalización petrolera y prácticamente será un día de vacaciones, por lo que incluso pueden hacerse anuncios importantes en la paraestatal sin que casi nadie se entere, sobre todo en estos momentos en que el tesoro bajo el mar ha sido muy debatido.
Para colmo, muchos capitalinos ni siquiera se van a enterar de que el miércoles van a subir hasta cinco pesos con 50 centavos las tarifas del metrobús, por lo que al regresar de las vacaciones se van a tener que enfrentar al metrobusazo, con el consecuente deterioro para la economía familiar.
Como dice el filósofo del metro: en semana santa ni los pecados se castigan.

*Comentario para Radio Educación/14 de marzo de 2008