El filosofo del metro dice:
¿Cuántos niños necesitan
ahogarse para tapar un pozo?
Un día de apagones,
desabasto e inflación
Roberto Fuentes Vivar*
En nuestro país están sucediendo cosas que podrían ser preocupantes e incluso hasta alarmantes. No sólo se encuentran los apagones en el Distrito federal que cada día son más frecuentes y que hacen recordar los tiempos en que las compañías privadas de energía dejaron sin luz a California en medio de un escándalo bursátil internacional.
Además de las interrupciones de energía, hoy el Banco de México dijo que los niveles de inflación son superiores a los esperados y serán más altos en los próximos meses, como resultado de la reforma tributaria.
En síntesis esto quiere decir que la iniciativa privada comenzó a trasladar a los consumidores el pago de nuevos impuestos como la Contribución Empresarial de Tasa Unica, lo que conlleva al encarecimiento de los productos y por lo tanto el Banco central revisará, al alza, sus proyecciones de aumentos de precios para todo el año.
Paralelamente, el secretario de economía, Eduardo Sojo, dijo que la crisis estadunidense no ha afectado tanto a la economía nacional, pero dijo que lo que suceda en los próximos días seguramente sí repercutirá en los mexicanos.
Otro funcionario público, el secretario de agricultura, previó ayer un posible desabasto del principal producto de consumo en México, el maíz, debido a que los precios permanecen muy altos en el mercado de Chicago y hay posibilidades de aumentos mayores, porque la demanda de maíz se duplicará mundialmente para la producción de etanol.
A nivel internacional, en Washington, ante la preocupación por la crisis financiera, el Fondo Monetario Internacional recomendó a los gobiernos de sus 185 países miembros que rescaten a las instituciones financieras con dinero público.
La crisis inflacionaria tiene su origen, según el propio Banco de México, en una reforma fiscal fallida, promovida por exfuncionarios del Fondo Monetario Internacional. El posible desabasto de maíz se enmarca en una apertura comercial iniciada este año y en la cual las autoridades mexicanas no quisieron escuchar los riesgos que representaba.
La crisis internacional se basa en el escaso crecimiento del país líder del mundo, Estados Unidos, cuyos consumidores no tienen dinero para pagar sus créditos.
Todo esto, unido, hace un coctel que puede estallar en cualquier momento: se imagina usted una ciudad sin luz, con los precios en aumento y sin posibilidad de adquirir maíz para hacer tortillas, el panorama no suena alentador. Como dice el filósofo del metro: cuantos niños necesitan ahogarse para tapar un pozo.
*Comentario para Radio Educación/ 18 de abril de 2008