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Friday, December 26, 2008

El filosofo del metro dice:

En 2008 se cayó el
sistema; sus restos
son el miedo ambiente


Urge cambiar el modelo, no repararlo


Roberto Fuentes Vivar

Esta semana, con sus días feriados y su escasa actividad financiera y bursátil, representa un respiro para la crisis económica mundial, ya que es previsible que hasta el próximo cinco de enero los mercados recuperen su rutina y los gobiernos continúen su andanada de acciones para tratar de frenar la catástrofe que enfrentan.
Por eso quizá lo importante en esta última colaboración del año para Pulso es hacer un recuento de lo que sucedió en este 2008.
En primer lugar puede considerarse que este año significa la caída del sistema financiero mundial, pues la estructura sobre la que se basaba el modelo económico, con instituciones como las bolsas de valores, los bancos y las instituciones de inversión se enfrentaron a una crisis que ha sido considerada la mayor desde que en 1944 se creó el sistema de Bretton Woods para hacer frente a la economía de la postguerra.
Mediante esta crisis se colapsaron los mercados al conocerse que un mismo papel podía ser vendido hasta 60 veces, que un solo hombre podía defraudar más de 50 mil millones de dólares y que el tamaño del mercado no era el que se había previsto, sino que era infinitamente menor. Es decir que la realidad era muy diferente a las estadísticas en supuestamente se basaba.
De alguna manera la crisis actual conjunta todas las crisis anteriores –el crack de 1987, la crisis de los mercados asiáticos de la segunda mitad del siglo XX y todos los efectos financieros recientes como el efecto tequila, el efecto samba, el efecto tango o el efecto tsunami-. En ninguna de esas crisis se puso remedio, sino que sòlo se corrigieron los supuestos defectos.
Hoy, como lo decían varios especialistas en Canadá, no se puede corregir la economía sino que es urgente cambiarla.
En México, para decirlo con palabras llanas, la crisis ya está haciendo estragos como eliminar todos los empleos que se habían creado en el sexenio. Además hubo una devaluación del peso y un crack en la bolsa Mexicana de Valores, mientras que lo peor está por venir cuando, por la falta de capacidad de compra de los estadunidenses, las exportaciones de manufacturas caigan aún más, cuando dejen de llegar las remesas que durante años recientes ayudaron a evitar una crisis social y cuando el petróleo se siga depreciando y haga un boquete a la estructura de las finanzas públicas.
El futuro, para el año que comienza la semana entrante no es halagador y ni los Reyes Magos podrán remediarlo.
Lamentablemente, cuando hay pérdidas, como en este año en el que los rescates significan ya más de dos billones de dólares en el mundo, es decir dos millones de millones de dólares, también hay ganadores. ¿y quienes son?, pues nada menos que los alrededor de diez millones de personas que en todo el mundo se dedican a la especulación financiera y que durante los tres años recientes habían tenido ganancias exorbitantes y que muchas veces, como sucede en México, sin siquiera pagaron impuestos. Como dice el filósofo del metro: en 2008 se cayó el sistema. Sus restos contaminan el miedo ambiente.

* Comentario para Radio Educación/26 de diciembre de 2008

Friday, December 12, 2008

El filosofo del metro dice:

El Deber
no empobrece;
deber, sí


Los bancos, al
banquillo de los acusados


Roberto Fuentes Vivar*

Esta semana las altas tasas de interés que cobran los bancos han sido objeto de debate. Esta polémica representa varios puntos interesantes que vale la pena analizar.
1.-En primer lugar, el debate por sí mismo es interesante y positivo para el país, pues por primera vez en años recientes se abren las puertas para que se discuta un aspecto fundamental del libre mercado.
2.-Muchos de los seguidores del libremercadismo han optado, en este debate, en dar la razón a la sociedad y criticar el papel de los bancos, quizá como una medida electoral, en el caso de los partidos políticos, o simplemente porque ya se dieron cuenta de que el libre mercado a ultranza afecta a las grandes mayorías.
3.-El simple hecho de que el Senado, como instituciín fundamental del Estado Mexicano poroponga imponer topes a las tasas de intereés representa un avance en contra de una política de estado que durante muchos años permaneció intocable.
4.-El debate sobre las tasas se presenta en un momento en que la crisis mundial afecta a ciudadanos de todo el planeta y México no es la excepción.
5.-Este debate se presenta en la temporada navideña, cuando alrededor del 70 por ciento de los mexicanos con tarjetas de crédito piensa usar el plástico para sus compras de temporada, según la Profeco, lo que significará un nuevo endeudamiento sobre todo para la clase media mexicana.
Lo interesante es que este debate lo iniciaron dos instancias. En primer lugar el Senado, que hace unos días aprobó algunas normas bancarias y perdió precisamente la oportunidad de legislar sobre tasas de interés. En segundo Carlos Slim, quien dijo, en la convención de la bolsa de valores, que las tasas son exageradamente altas y que de no bajarse se corre el riesgo de que se conviertan en impagables.
Si estas dos instancias, el Senado y Carlos Slim -quien por cierto también es banquero- proponen bajar las tasas, quiere decir que sí hay una corriente del Estado Mexicano que retoma la voz de la sociedad en el sentido que los bancos están sangrando a los mexicanos.
En estos momentos, la cartera de crédito en tarjetas asciende, según la Comision Nacional Bancaria y de Valores a menos de 400 mil millones de pesos, lo que significa que cada mexicano debe en tarjeta alrededor de 4 mil pesos y con las elevadas tasas de interés pueden convertirse en el doble en pocos meses.
Es previsible que el debate se quede solo en debate y que ni el Senado ni el Gobierno impondrán topes por decreto a las tasas de interés. Sin embargo el hecho de que líderes de opinión y legisladores pongan a los bancos en el banquillo de los acusados es posible que logre efectos positivos en un futuro cercano y las instituciones de crédito accedan voluntariamente a bajar las tasas, como ya lo hizo Banorte, el único de los grandes bancos que es de capital mexicano y que propuso a sus clientes bajar hasta 50 por ciento la tasa a un plazo de 48 meses, con lo que puso el ejemplo a grandes instituciones extranjeras
Este es quizá el primer debate de los muchos que habrán de venir con motivo de la crisis global que estamos viviendo. Ojalá sea para beneficio de la sociedad y no, como antes, en su perjuicio. Como dice el filósofo del metro: El interes en las tasas de interès es parte del deber.
*Comentario de Radio Educación/12 de diciembre de 2008

 
EL SENDERO DEL PEJE senderodelpeje.comNoticias sobre Andrés Manuel López Obrador y la política mexicana hacia el 2006