El filósofo del metro dice
La boda real ya existe
en México y es electoral
La aplanadora Peña Nieto-
Televisa impone sus leyes
Roberto Fuentes Vivar*
Estamos en las últimas horas de este periodo legislativo y, como en muchas ocasiones anteriores, diputados y senadores tienen ante sí una avalancha de leyes que discutir y en su caso aprobar. Pero quizá lo más interesante y de alguna manera inédito que estamos viendo los mexicanos en este momento es cómo se pelea el PRI contra el PRI.
Por un lado, la cámara de Diputados, que tiene en sus manos las propuestas de reformar enviadas por el Senado con el visto bueno de Manlio Fabio Beltrones, actúa, como nunca, para defender los intereses de quien actúa ya casi como jefe del Poder Ejecutivo, con el apoyo de poderes fácticos, es decir Enrique Peña Nieto.
Así, la cámara de diputados ha rechazado, por ejemplo las reformas política y de seguridad nacional, debido a que la fuerza de Peña Nieto se interpuso para evitar la aprobación de estas minutas enviadas por el Senado de la República.
Todo este enfrentamiento entre dos posible precandidatos a la presidencia de la República por el PRI, Manlio Fabio Beltrones y Enrique Peña Nieto, se presenta también en un momento en que los aliados del gobernador del estado de México, como Televisa, manifiestan cada vez más poder político.
Nada más esta semana la Cámara de Diputados aprobó la Ley antimonopolios, aplaudida por el presidente de la Comisión Federal de Competencia, Eduardo Pérez Motta. Lógico, el apoyo de la bancada peñanietista se dio después de que esta comisión aprobó una multa por casi 12 mil millones de pesos a Telcel de Carlos Slim.
Hay que recordar que Televisa y Peña Nieto se encuentran aliados desde hace ya algunos años en una unión que busca llevar al gobernador del estado de México a la presidencia de la República en 2012. Dentro de este contexto se encuentra también el caso de Paula Cusi, en el que las autoridades capitalinas también siguieron, por lo menos así lo ve una buena parte de la sociedad, las instrucciones de Emilio Azcárraga Jean.
Quizá el asunto más acabado de las divisiones entre los dos aspirantes a la presidencia, entre la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores y de la capacidad política de los poderes fácticos, es el de la ley sobre las acciones colectivas.
Originalmente, organismos de consumidores y legisladores trabajaron durante tres años para dotar al consumidor de armas en contra de los abusos empresariales. Así se lograron modificaciones al artículo 17 constitucional en las que todos estaban de acuerdo.
La reforma fue aprobada en el Senado de la República y enviada a la Cámara de Diputados. Ahí, por instrucciones de Enrique Peña Nieto, los diputados Jesús Murillo Karam e Ildefonso Guajarado volvieron modificar la ley de manera que se protegiera a la iniciativa privada y se pulverizaran las acciones colectivas. Ayer la Cámara de Diputados aprobó está reforma acotada que nuevamente deja indefensos a los consumidores.
Incluso, los organismos no gubernamentales de defensa del consumidor consideran que con la ley aprobada se violan compromisos internacionales de acceso a la justicia, la Convención Interamericana de Derechos Humanos, la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto de los derechos sociales, económicos y culturales, que México como estado miembro está obligado a cumplir. Y es muy probable que el caso termine en la Suprema Corte de Justicia.
En fin, lo que vimos esta semana es como Enrique Peña Nieto y sus alianzas con Televisa y con grupos de diputados de varios partidos, actúa ya como si estuviera en los Pinos .Y eso que aún no es ni siquiera precandidato. ¿Se imaginan que va a pasar después? Como dice el filósofo del metro: la boda real ya existe, está aquí en México y es de carácter electoral.
*Comentario para Radio Educación/29 de abril de 2011