El filósofo del metro dice:
La Montaña rusa
puede llevarnos
a la ruleta rusa
Una vez más se premia a los especuladores
Roberto Fuentes Vivar*
Hoy concluyó la segunda semana especulativa de los mercados internacionales, con un ambiente de incertidumbre que probablemente prevalezca la semana entrante. Fue una semana en la que las bolsas sufrieron lo que ya podría llamarse un crack y las monedas se devaluaron.
Concretamente las bolsas europeas, que hoy cerraron con alza, tuvieron una semana de pérdidas superiores a 10%. Lo mismo sucedió con la bolsa Mexicana de Valores. Antes de entrar en más detalles, nada más déjenme contarles que hoy todo parecía indicar un aumento en el mercado bursátil, pero finalmente comenzó a retroceder hasta terminar casi en el mismo nivel de ayer.
En síntesis, en una semana la bolsa mexicana de valore pedió, en número cerrados 10 por ciento, mientras que el peso se devaluó en una unidad por dólar y la cotización de hace menos de tres meses de 11 pesos, se ubica ya en 14. Es decir que ha perdido 3 pesos, es decir casi 30 por ciento, en unas cuantas semanas.
Me gustaría una especie de diario de la crisis de esta semana.
El lunes, por el problema de Grecia y la incertidumbre sobre Estados Unidos, el dólar pasó de 12.70 a 13.45.
Al día siguiente el Fondo Monetario Internacional presentó un reporte e el que decía que México s encuentra peor de lo que se había previsto por su vecindad con Estados Unidos.
El miércoles, continuó la especulación financiera mundial, al grado de que en buena medida la situación económica global opacó a la política en la Asamblea de las Naciones Unidas, al grado de que ni Obana ni Sarkozy, ni la presidenta de Brasil sabían que hacer´.
Ayer hubo un jueves negro con caídas de hasta 8 por ciento en las bolsas y otra devaluación del peso que llegó hasta 14.20. Hoy Asia perdió, Europa ganó y América que es la última región en cerrar se mantuvo prácticamente tablas, asumiendo las pérdidas semanales.
De esta manera, la Bolsa ha perdido en el año 20% y el peso alrededor de 30 por ciento. ¿Porqué? La razón es que ni el presidente estadounidense, ni las autoridades europeas han podido crear un clima de certidumbre para los voraces capitales que hacen temblar a los mercados.
Les recuerdo nada más que diariamente hay alrededor de un billon de dólares que se juegan en los mercados y que salen o entran de un país a otro, de una moneda a otra o de un producto a otro para obtener la máxima ganancia, sin importar a quién afectan.
Como siempre, la más perjudicada es la mayoría de la población, porque las empresas no sólo no invierten, sino que despiden personal y ya lo vemos hoy en el reporte del desempleo que en México volvió a crecer el número de desocupados. Además de que la gente de la calle comienza a resentir los efectos de la devaluación.
Pero también las empresas pierden. Voy a poner un ejemplo. Cementos Mexicanos, Cemex, la empresa de Lorenzo Zambrano ha visto sus acciones devaluadas en más de 30% en esta oleada turbulenta. Una acción de Cemex cuesta cuatro pesos. Es decir que con tres acciones de la cementera podría uno comprarse un torta de afuera del metro.
Creo, sinceramente que esta devaluación de empresas, por ejemplo Cemex, no es real, sino que muy probablemente sea una maniobra internacional para en un momento dado comprar las acciones baratas de la cementera y que tenga nuevos dueños, a su vez dueños del capital especulativo internacional, porque sus activos valen muchos más que una acción de cuatro pesos.
Creo que lo que sucede en el mundo es que una vez más se privilegia la especulación sobre la producción y que no hay líderes ni económicos ni políticos que puedan poner en su lugar a los acaparadores. Como dice el filósofo del metro: jugar a la montaña rusa puede llevarnos a la ruleta rusa.
*Comentario para Radio Educación/23 de septiembre de 2011