El filósofo del metro dice:
Por lo nublado
desde arriba no
se ven las ruinas
Concluye el primer trimestre
con una economía en crisis
Roberto Fuentes Vivar*
Hoy concluye el primer trimestre del año y todos los
datos demuestran que la economía mexicana sigue siendo una especie de barco a
punto zozobrar, pero cuyo capitán no se ha dado cuenta de que el agua ya le
llegó a los aparejos.
Hace unos días el presidente Enrique Peña Nieto
decía que la crisis solo estaba en la mente de algunos mexicanos. Lamentablemente
la realidad demuestra que él es de los pocos ciudadanos que no se ha dado
cuenta de que algo huele mal… muy mal.
Bastan dos ejemplos. Uno de ellos es que hace una
semana los banqueros festinaban que el crédito se había duplicado, pero la
morosidad se había frenado. Hoy el Banco de México señala que debido a la
desaceleración de la actividad económica, la cartera de crédito de la banca a
empresas y personas redujo su dinámica de crecimiento en febrero. Es decir que
si bien hay crecimiento en el financiamiento bancario, ya no es de dos dígitos
como pregonaban los hombres del dinero hace unos días en el soleado Acapulco.
Otro ejemplo es que ayer, en la presentación de los pre
criterios de política económica para establecer el paquete económico para 2018
la secretaría de Hacienda siguió anunciando sueños guajiros, al grado de que
algunos legisladores le pidieron al secretario José Antonio Mede que ya
comience a actuar con responsabilidad, pues –como lo hemos dicho en varias
ocasiones en Radio Educación- no le han atinado a ninguno de sus pronósticos.
Pero quizá lo más grave es que en ese documento se
prevé que el gobierno de Peña Nieto deje como legado un incremento de la deuda
pública equivalente a 13.4 puntos del producto interno bruto (PIB), una
magnitud no registrada desde los años 80 del siglo pasado, según la propia
secretaría de Hacienda.
Desde luego, otro los ejemplos de que existe una
crisis es que por octava vez en poco más de un año el Banco de México aumentó
las tasas de interés, lo que ya ha comenzado a molestar a algunos empresarios,
como los industriales que dicen que este aumento definitivamente frenará la
economía.
El caso es que sí hay crisis, pero desde Los Pinos
no se alcanza a ver. Quienes si la ven son los periodistas. En este sentido
déjenme comentarles que Ipsos Publics Affairs, realizó una encuesta entre
líderes de opinión de América Latina, en la cual se indica que la economía de
México es una de las peores de la región.
Al presentarla Alfredo Torres, presidente de Ipsos
Public Affairs América Latina, dijo que“La evaluación de la economía de México
ha empeorado desde 2015”, y que la perspectiva económica de nuestro país es
vista con preocupación, pues dos de cada cinco líderes esperan que su economía
va empeorar en el próximo año.
Concretamente, si se analizan los datos de la
encuesta resulta que 72 por ciento de los periodistas mexicanos consideran que
la actual situación económica de nuestro país es mala. Hace dos años la cifra
de solo el 61 por ciento, lo que indica que el malestar con la política
económica de Enrique Peña Nieto va en aumento.
Otro dato interesante es que mientras los
periodistas de otros países como Perú, Argentina y Colombia consideran que la
economía mexicana no está tan mal, los comunicadores de nuestro país los
rebaten, pues sólo el 28 por ciento de ellos ven positiva la realidad de este
año.
La encuesta fue realizada entre 295 periodistas en
14 países Latinoamericanos, de los cuales la mayoría son plurinominales es
decir que están en varias nóminas y en varios medios impresos, audiovisuales y
electrónicos.
Pero quizá el punto más grave es que los periodistas
mexicanos tienen poca confianza en la economía del gobierno actual, pues sólo
seis por ciento de los líderes de opinión de nuestro país consideran que dentro
de 12 meses la situación económica será buena.
En términos
generales existe una reprobación a la política económica que comanda Enrique
Peña Nieto por parte de los periodistas mexicanos y los periodistas de todo el
subcontinente consideran califican a la economía mexicana muy por debajo de la
de Uruguay, Perú, Chile, Colombia o Bolivia.
En fin, la economía sí está enferma y las aspirinas
no le funcionan. Conste que digo enferma y no en crisis porque la crisis solo
puede estar en mi mente. Pero lo peor de todo es que los políticos no quieren
saber nada de la enfermedad. Dice el filósofo del metro: cuando está nublado
desde arriba no se ven las ruinas.
*Comentario para Radio Educación/ 31 de marzo de 2017